El 10 de diciembre de 2023, varias organizaciones y personas autoconvocadas se hicieron presentes en una movilización en el centro de Santiago, en otro Día Internacional de los DDHH. Entre los convocantes se encontraban sobrevivientes de crímenes de lesa humanidad, como los que fueron víctimas de mutilaciones y traumas oculares.
La movilización tenía como objetivo denunciar la impunidad de los responsables políticos y materiales de las violaciones a los DD.HH ocurridos desde octubre del 2019 la necesidad de juicio y castigo, especialmente en los casos de asesinatos, como el de Cristian “Conejo Valdebenito”, entre otros.
Con respecto a los sobrevivientes y familiares, la denuncia planteaba, por un lado, el “abandono” del Estado, no solo en la ausencia de una reparación integral, si no la precaria contención psicológica y médica correspondiente, sobre todo a quienes perdieron sus ojos a manos de Carabineros de Chile. Y a la vez, la persecución, re victimización y criminalización constante a los sobrevivientes, como lo son mediáticamente o represivamente como es el caso de este procesamiento. En palabras de Pablo:
“Compas el día de mañana 14 de junio tengo juicio el cual es otro tipo de aleccionamiento, así lo siento, es a las 11:00 en el centro de injusticia. Es necesario visibilizar este tipo de prácticas que también usan para deteriorar aún más nuestra salud mental profundizando aún más nuestros traumas y estrés postraumático del cual muchos sobrevivientes del terrorismo de estado sufren”
Es importante destacar y alertar, que ya son 4 las víctimas de trauma ocular que se han suicidado hasta el día de hoy, sin contar los múltiples intentos fallidos que han habido dentro de las más 500 personas a las que les arrebataron uno o los dos ojos, esto por las secuelas insostenibles que generaron los ataques de las fuerzas represivas y las continuas torturas psicológicas sufridas, incluyendo el abandono y la violencia estatal en las trabas burocráticas. Es fundamental entonces, reforzar y rodear de solidaridad a los compañeros y compañeras víctimas de violación a los DD.HH y arrancar el desprocesamiento de Pablo, ya que una vez más se quiere sentar como precedente que luchar es un delito.
Y esto lo vemos, claramente, con todas las leyes represivas que después la revuelta se han implementado, donde la derecha y los partidos que forman parte del gobierno de Gabriel Boric han legislado, y que incluso han implementado, como es el caso de la ley Naín Retamal, que a un año de su implementación ya lleva 8 personas asesinadas a manos de Carabineros, crímenes que son amparados por esta ley, bajo la figura de “legítima defensa privilegiada” y que posibilita la total legalidad e impunidad para matar.
Pablo agrega al respecto: “Seguirán deteniendo compañeres en cada manifestación que se haga o convoque, seguirán con sus leyes represivas en contra de los que se revelan ante este sistema podrido el cual es invivible bajo sus políticas de hambre y desigualdades sociales abrumantes, que nos queda más que organizarnos y seguir dando pelea aunque nos repriman aún que nos encarcelen aunque nos mutilen aún que nos llenen de perdigones no les daremos espacio”
El 18 de julio se realiza una nueva audiencia para el caso de Pablo Montiel. Es importante hacernos presentes, para exigir el cierre de la causa y el castigo a los responsables de los apremios al compañero. Además que se coloque sobre la mesa, que en tanto los asesinos, mutiladores, y represores violadores de DD.HH siguen sin condenas o son absueltos mientras que se persigue y criminaliza a los luchadores, muchos de ellos víctimas de la represión del Estado.
Profundicemos en la organización y coordinación independiente del Estado y los gobiernos de turno, la defensa de las libertades democráticas, la memoria, la verdad y el fin de la impunidad.
¡Porque luchar no es un delito!
Video de la declaración de Pablo tras la audiencia el 14 de junio.
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