Este 24 de junio se cumplen dos años de la brutal masacre ocurrida en la frontera de Melilla, donde un grupo de migrantes que intentaban cruzar fueron duramente reprimidos por las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes, dejando decenas de heridos, al menos 27 muertos, y más de 70 personas continúan desaparecidas.
Dos años después, no solo los gobiernos siguen sin asumir responsabilidad sobre lo ocurrido. Desde los primeros días de la masacre, la posición del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, a través del Ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, fue la de defender la “proporcional” intervención represiva española y dirigir la responsabilidad exclusivamente al Estado Marroquí. Posición que también fue sostenida públicamente por Unidas Podemos y su secretario de Estado y también secretario general del PCE, Enrique Santiago.
La reedición del gobierno del PSOE con Sumar no es nada distinto. Por no ir más lejos, durante la presidencia europea del gobierno español, se aprobó el nuevo pacto de migración y asilo para endurecer la represión, las devoluciones en caliente y la externalización y militarización de las fronteras europeas. Incluso permite alegar “instrumentalización” de migrantes o caso de “fuerza mayor” para poder saltarse hasta las mínimas obligaciones internacionales hacia las personas refugiadas. Permite pagar para no tener que acoger migrantes, sí, como lo oyen: 20.000 € por migrante.
Investigación señala la responsabilidad del Gobierno PSOE-Unidas Podemos en la masacre de Melilla
Mientras, la derecha y extrema derecha en Europa utilizan sucesos como el de Melilla y la “mala gestión” de la inmigración por parte de gobiernos progresistas y socialdemócratas como argumento para reforzar sus discursos y políticas racistas y antiinmigrantes.
Ante una Europa que se está armando de nuevo hasta los dientes, que continúa financiando el genocidio en Palestina y que pretende hacernos pagar el precio a las de siempre, es necesario construir un fuerte movimiento antirracista de la clase trabajadora. Que pelee por la derogación de todas las leyes de extranjería, el cierre de los CIEs, por papeles para todas y por acabar con las fronteras, para que no se repitan masacres como la de Melilla. Pero también un movimiento contra todo genocidio y por la liberación de todos los pueblos. |