El diputado nacional por el Frente de Izquierda apuntó contra los senadores que dieron quórum, como Lousteau, se ausentaron en votaciones, como los de Santa Cruz, o directamente están acusados de prebendas, como Lucila Crexell, como parte del escándalo que rodea el tratamiento de la Ley Bases. Esta tarde la comisión de Diputados trata los dictámenes para llevar a votación las modificaciones que fueron introducidas en el Senado. |
El diputado nacional Christian Castillo tomó la palabra esta tarde en la comisión de Diputados que discute la Ley Bases para denunciar el escándalo que rodea al tratamiento legislativo. Comenzó por recordar cómo fue la aprobación de la ley de flexibilización laboral en en el 2000, rodeada por el escándalo de valijas clandestinas, la "Ley Banelco", que lo permitieron y terminó con la renuncia de Chacho Álvarez.
Sobre la Ley Bases y los debates recientes en el Congreso, Castillo apuntó: "Vimos escenas más escandalosas el 12 de junio que aquella. En el Senado de la Nación, un senador que argumento en contra de la ley, sobradamente, sin embargo se sentó y dió quórum. El senador Lousteau. Otros dos senadores, de Santa Cruz, que la ley no, que no dieron quórum, que votaron en contra de la ley en general, a la hora de la votación en particular permitieron la aprobación de las facultades delegadas, privatizaciones, reformas del Estado."
Y agregó que: "La senadora neuquina, Lucila Crexell, que había votado por la anulación del DNU, sin que se le caiga la cara de vergüenza y después de haber sido denunciada en los Tribunales por el artículo 256 del Código Penal", que procedió a leer completo, para remarcar que por el hechos de haber obtenido un nombramiento público a su favor, momentos antes de la votación en el Senado, debería concluir en inhibirse de votar en la cuestión. A esto sumó los votos de Kueider y Espínola, calificándolos de "votos de compra de voluntades", y que se está estableciendo el sistema de que a cambio de un cargo como favor personal, se cambian los votos.
Castillo remarcó que por estos favores personales entregan los recursos naturales del país, el derecho a la indemnización a los y las trabajadoras, o el aumento de la precarización. Sin embargo, Castillo afirmó que "no se trata sólo de los que hicieron la práctica corrupta, sino de quiénes van a avalar esa práctica corrupta, que no hablen más de denuncias de corrupción si avalan esta práctica corrupta de la compra de votos."
En cambio, concluyó, acompañado por Nicolás del Caño quien tomó la palabra luego, "nosotros sabemos de qué lado vamos a estar", en oposición a esta ley profundamente antipopular, enemiga de la clase obrera, y profundamente entreguista. "Vamos a estar del lado de la clase trabajadora, del lado de los sectores populares, del lado de la reivindicación de nuestros derechos sobre las islas Malvinas" finalizó. |