El sábado 22 de junio la banda liderada por Vitico, legendario bajista fundador de Riff y su actual formación “Viticus & los Leones” se presentó en The Roxy Live para ofrecer el único show en vivo del año.
El pasado fin de semana extra, extra largo tuvo su frutilla del postre cuando el pasado sábado 22 de junio la banda liderada por “el Canciller” Vitico, legendario bajista de Riff y su actual formación “Viticus & los Leones” se presentó en The Roxy Live para ofrecer el único show en vivo del año.
Desde las 20hs los chalecos con parches alusivos a Riff, Pappo’s Blues o Judas Priest, el cuero y el metal resplandecieron por las inmediaciones del cheto Palermo, en una noche colmada de expectativas. No era para menos dado que, según fue anunciado, este sería el único show en vivo del año de Vitico.
Cerca de las 21.30hs, con el Roxy colmado comenzó a sonar “Rayo luminoso”, mientras algunos fans compraban la última birra (o la primera de la noche) antes de acercarse al vallado, lo más cerca posible, para ver de cerca a una leyenda que dejó un legado en el gran Rock de Argentina.
Luego de la primera pieza del mítico “Ruedas de metal” siguió un viejo clásico “Macadam 3… 2… 1… 0…”. Pero, al menos para este cronista, resultó interesante que dentro del repertorio se escucharan temas del disco “Riff VII”, aquella joya que logró tener al pibe JAF (nuestro David Coverdale argentino) en la voz y la guitarra junto al Carpo. Así, sonó otro clásico como es “La espada sagrada” y “Ex-terminador” mientras el público se volvía loco. Recién ahí, Vitico dijo “Buenas noches Roxy” mientras los cuernitos se adueñaban de las alturas para contestar al bajista.
Como era de esperar hubo dedicatoria al entrañable Carpo, Norberto “Pappo” Napolitano en el tema “Ruedas de metal” y cuando terminó la gente empezó a cantar “Pappo presidente, Vitico Canciller” a lo que el bajista contestó con un verdadero cross en la mandibula: “Creo que así, nos iría mucho mejor…” en alusión a la gestión del actual gobierno nacional.
Vale destacar la actuación de “Los Leones”, la banda que acompaña a “Vitico” (Víctor Bereciartúa), con dos buenísimas violas: de un lado sonaba una Gibson SG y del otro una Gibson Firebird que, para los amantes de las seis cuerdas, sonaron completamente infernales, con los amplis valvulares bien calientes, como lo exige el Rock, mientras Alejandro Soto desde los parches de la batería lo hizo sonar a la banda como si fuera el motor del camión conducido por Lily Malone. Esta banda le vuela la peluca a quien se cruce por el camino. Oh, si.
Los últimos temas fueron un verdadero regalo: “Fiesta cervezal”, “Sucio y desprolijo” de Pappo´s Blues y “Susy Cadillac” dejando la vara bien alta, las púas derretidas y el ambiente bien caliente para cerrar con un clásico que representa muy bien la genética de una noche de colección: “No detenga su motor”.
El público iba dejando poco a poco las instalaciones del Roxy, con gesto alegre y esa sensación de “psicosis masiva” tras haber presenciado una noche donde Vitico no se guardó nada. Y si, es ahí cuando vas cayendo en la cuenta de que lo vivido fue una gran actuación, prolija, potente, en llamas para decir bien alto junto a una leyenda: “Es menester que sea Rock”.