El gobierno de Martín Llaryora continua con su plan de desmantelamiento en el sector de la salud mental, recortando 20 camas y trasladando profesionales de trabajo social a otros hospitales. No es una acción aislada, ya que tal como los trabajadores señalan, esto es un paso más en el marco de cerrar el hospital. Destacan que es igual a como ocurrió anteriormente con el Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción- único centro dedicado a tratar problemas relacionados con adicciones y consumo problemático de sustancias- que tras un sospechoso incendio, no fue reparado ni reabierto y dejó de funcionar.
Dentro de la jornada de paro, hoy se celebro una asamblea de los trabajadores del Hospital, donde también se hicieron presente sectores en apoyo a la lucha. Esta acción busca exigir al gobierno, una solución inmediata de no traslados ni cierre, para garantizar la atención adecuada a los pacientes que concurren al hospital.
Durante la asamblea, además se manifestó preocupación por la situación actual de los servicios médicos y las guardias, que se encuentran totalmente saturados por la crisis económica y social. Esto dentro de una situación laboral, donde prima la precarización y la sobrecarga profesional, que preocupa también a los propios trabajadores.
Como parte de las medidas de continuidad de la lucha, los mismos han convocado a los demás trabajadores de otros hospitales públicos a realizar conjuntamente, una concentración frente al Hospital Neuropsiquiatrico, el próximo miércoles 10 de julio a las 10:00 horas. |