La política económica del gobierno de Milei golpea de lleno a los trabajadores. El “experto en crecimiento con o sin dinero” quiere pisar la inflación paralizando toda la actividad productiva con una recesión brutal. Los índices productivos muestran una caída tremenda en casi todos los rubros: la producción industrial cayó el 16,6% en mayo comparado con el mismo mes del 2023, la construcción más del 37,2% y la industria metalúrgica básica cayó el 25%. Los únicos sectores que no cayeron son el agro y la minería; el plan económico del gobierno es reprimarizar la economía, concentrando las ganancias en un sector aún más reducido de empresarios y multiplicando el desempleo.
La causa central del derrumbe es el brutal ajuste aplicado por Javier Milei y Luis Caputo. Para contener la inflación su brillante plan es que nadie tenga un peso para gastar: recesión. El fuerte ajuste sobre las jubilaciones y pensiones, prestaciones sociales y obra pública están provocando una crisis cada vez más profunda.
Las patronales aprovechan para aplicar suspensiones, despidos y amenazas de cierre de plantas: 3 de cada 4 empresas industriales despidieron trabajadores desde principios de año. 100.000 trabajadores del sector privado perdieron su empleo desde que asumió Milei. Los salarios cayeron el 12% en este sector en los primeros 4 meses de gobierno. Los empresarios dicen que el problema es la falta de obra pública, pero bancan las políticas del gobierno y apoyaron la Ley Bases. Paolo Rocca -el dueño de Techint- ES el gobierno: tiene siete funcionarios en cargos estratégicos como hidrocarburos, Trabajo e YPF.
¿Y la UOM?“¿Qué pasa con el sector empresario que no dice nada? ¿Por qué tenemos que solamente venir los trabajadores a los medios de comunicación a expresar nuestra preocupación, nuestra tristeza, nuestra angustia? Porque ellos (por los empresarios) también, no crean que les es fácil soportar esta situación (...) Yo he venido acá a pedirle a la sociedad que tenga empatía en defensa del desarrollo de un proceso de industrialización de la argentina.”
Aviso: las declaraciones no son de un líder de una cámara industrial; son de Abel Furlán, Secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica. El kirchnerista que reemplazó al odiado Caló nos propone que defendamos a los empresarios que también están “angustiados”.
Y en los hechos, la política de la UOM es acompañar el reclamo de los empresarios.
La primera debilidad que encierra la propuesta de la UOM es que se hace por ramas separadas. La rama 21 que nuclea a la poderosa industria siderúrgica y enfrenta directamente a Rocca, pelea sola. La rama 17 junto al resto que componen el ámbito de la metalmecánica, van por otro carril negociando salarios que siguen bajo la línea de pobreza.
La paritaria siderúrgica está estancada, pero los dirigentes sindicales abandonaron todo tipo de plan de lucha. Van 7 meses de negociaciones, con los salarios nominales planchados. La propuesta patronal es, lisa y llanamente, una rebaja salarial del 12% respecto a la inflación. ¡Y para los metalúrgicos el acuerdo trimestral no llega al 15% en tres cuotas!. No hay ningún plan de lucha en defensa del salario obrero.
El plan de las patronales es la flexibilización laboral: reducir costos precarizando el trabajo y licuando el salario. Con la ley de Bases impulsada por el Gobierno de Milei y los funcionarios que le aportó Paolo Rocca, vienen a quitar conquistas sindicales, políticas, gremiales y democráticas. Esta ley dentro de las fábricas significa reestructuración, multifuncionalidad, pérdida de puestos y todo junto lleva a mayores niveles de enfermedades profesionales y accidentes laborales evitables.
Pero además las patronales están atacando los convenios, aplicando suspensiones y despidos: Paolo Rocca anunció a pocos días de sancionada la Ley Bases el despidos de 130 trabajadores en la planta de Tenaris SIAT de Valentín Alsina y de otros 40 en la planta de Tenaris Villa Constitución. En el parque industrial de Pilar la empresa de electrodomésticos Whirlpool despidió a 60 trabajadores. En Río Grande Tierra del Fuego el Grupo Mirgor de la familia Caputo impulsa retiros voluntarios y reduce contratos. En la línea Blanca, la de los electrodomésticos con fuerte peso en Rosario, se calculan unos 1500 despidos y cortes de contratos en lo que va del año en Bambi, Briket, Electrolux, Metalsur y Liliana entre otras. La mayoría está con suspensiones, vacaciones adelantadas y hay amenazas de ventas y cierres.
En Acindar hay un ataque enorme, con una baja muy importante de la producción por el freno en la construcción y la obra pública. Desde principios de año la empresa empezó con despidos de trabajadores contratados y tercerizados: 300 laburantes quedaron afuera. Ahora hay suspensiones para todos los trabajadores, la patronal paralizó la fábrica en dos oportunidades y presentó en el Ministerio de Trabajo un plan para despedir a 100 trabajadores de planta. El impacto sobre los talleres que trabajan de forma directa e indirecta para Acindar es también enorme, con el riesgo para el puesto de miles de trabajadores.
Hace pocos meses una enorme movilización obrera y popular en Villa Constitución mostró que hay fuerzas para luchar, hay que volver a convocar a todos los sectores que acompañaron ese día y demostrar a las patronales la disposición a enfrentar el ataque. ¡En Acindar no sobra nadie! ¡Todos adentro!
El 11 de julio es la nueva reunión paritaria de los siderúrgicos. La UOM no puede seguir en eternas negociaciones sin poner de pie a los miles de siderúrgicos afectados; se tiene que transformar en una gran movilización con paro en todos los centros industriales del país en defensa del salario siderúrgico y metalúrgico, contra las suspensiones, los despidos, los parates productivos y los cierres. ¡No sobra ningún trabajador metalúrgico; todos adentro!
¿En defensa de la industria o en defensa de los trabajadores?
Abel Furlán dice que sufrimos todos; trabajadores y empresarios. Y nos propone defender a los industriales. A los mismos que nos rebajan el salario, que despiden a nuestros compañeros y que nos chantajean con el cierre si no aceptamos peores condiciones de trabajo. A esos mismos empresarios que impulsaron y defendieron las cláusulas de reforma laboral y de ataques de la Ley Bases. Pero la UOM, al igual que la mayoría de los grandes sindicatos, se negaron a enfrentar los ataques del gobierno y no pararon ni movilizaron seriamente para frenar la ley de ajuste que se votó en el congreso.
Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas, la agrupación Metalúrgicos de Base y el PTS en el Frente de Izquierda planteamos otra salida: la defensa de nuestros ingresos, con un aumento inmediato del salario inicial igual a la canasta familiar, con aumentos automáticos mes a mes para que la inflación no se los coma. Hay que enfrentar las suspensiones y los despidos, poniendo sobre la mesa los registros contables de los empresarios para ver qué hacen con sus ganancias. No hay que permitir ningún cierre: frente al riesgo de que cientos de familias se queden sin su sustento, hay que ocupar toda fábrica que cierre o despida y ponerla a producir con el control de sus trabajadores, siguiendo el ejemplo de Zanon y Madygraf.
Contrario a lo que plantea el gobierno proponemos impulsar planes de obras públicas controlados por la población y sus trabajadores para hacer viviendas, escuelas y hospitales y generar miles de puestos de trabajo.
La recesión y la parálisis productiva a la que empujan el gobierno y las patronales golpea a los trabajadores y a los pequeños comerciantes, hundiendo ciudades enteras. Hay que garantizar la apertura de toda fábrica que paralice su producción y repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, reduciendo la jornada laboral a 6 horas y con aumento de salario, para que nadie se quede sin trabajo y todo laburante tenga un salario para alimentar a su familia. ¡No sobra nadie!
Se puede ganar: como lo demostraron hace pocos meses las docentes de Misiones, cuando se mantiene firme la convicción de ganar, se puede hacer. Diferente es iniciar una medida para intentar negociar en otros términos, lejos quedó la confianza en la fuerza de la clase trabajadora y las posibilidades de lograr las reivindicaciones mediante nuestros métodos de lucha. Desde el gobierno buscan prohibirlos y castigarlos, desde el arco opositor, deslegitimarlos. Con organización, con confianza y en unidad con otros sectores, se puede ganar.
Frente a la propuesta de los dirigentes metalúrgicos afiliados al peronismo de defender los negocios de los empresarios planteamos otra salida; una salida a la crisis en beneficio de las necesidades de los trabajadores y el pueblo que podremos imponer recuperando nuestros cuerpos de delegados, nuestros sindicatos, coordinando con cada sector atacado para pelear en común en la perspectiva de la huelga general. | 
