EL domingo 11 de octubre, decenas de miles de mujeres nos movilizamos en la multitudinaria y tradicional marcha del Encuentro Nacional de Mujeres para hacer oír nuestra voz y levantando nuestros derechos. Cuando la misma ya estaba finalizando frente a la Catedral, repentinamente la marcha fue envestida por gases lacrimógenos y balas de goma, y varias mujeres fueron detenidas hasta altas horas de la noche.
Repudiamos enérgicamente a las fuerzas represivas que se encontraban resguardando los intereses de la Iglesia Católica como institución y del Vaticano, y dispararon contra las mujeres y sus tradicionales canticos que ponen en evidencia el rol de la Iglesia en el genocidio perpetrado en el mal llamado descubrimiento de americanos, o en la edad media llamando brujas y herejes a las mujeres que osaban a imponerse contra la explotación y opresión de la época, como así el apoyo a la dictadura militar del 76, avalando el genocidio de los miles de trabajadores, jóvenes y estudiantes, apropiándose de los bebes e hijos de los desaparecidos.
Hoy denunciamos un nuevo genocidio por parte de la iglesia católica: las más de 66 mil mujeres que mueren por abortos clandestinos en todo el mundo. En el año de #Ni una Menos, decimos ¡Basta de femicidios! y ¡Basta de muertes por abortos clandestinos! Reclamamos el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y salimos a las calles apoyando la lucha por educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal seguro y gratuito para no morir.
¿Cómo callarnos si las que mueren son nuestras seres queridas, amigas, vecinas, familiares compañera de estudio y de trabajo? ¿Cómo no dar esta pelea si las que mueren son mujeres pobres y trabajadora, a las que maltratan en los hospitales por las hemorragias causadas por la clandestinidad e ilegalidad del aborto, somos las que caemos en cana y señaladas por la Justicia y los prejuicios? ¿Cómo no repudiar a la Iglesia que pretende seguir manteniéndonos en la opresión, negándonos los elementales derechos que exigimos para vivir en mejores condiciones de salud, educativas, familiares y laborales? ¿Cómo no denunciar la hipocresía de una institución que persigue a los homosexuales pero encubre a los abusadores, teniendo pedófilos entre sus filas?
Nosotras respetamos la fe católica que algunas compañeras de la comisión profesan, así como respetamos todas las creencias religiosas de las millones de mujeres y de trabajadores. Pero también rechazamos la injerencia de la Iglesia Católica como institución en nuestras vidas, y apoyamos la separación de la Iglesia del Estado.
En esta movilización nos expresamos miles de mujeres al unísono con la consigna de aborto legal, libre, seguro y gratuito ya. La manera de conquistar este derecho es de la mano de la organización y movilización todas las mujeres tomando las calles, frente a cualquier ataque, patronal, judicial, y patriarcal.
En esta movilización miles de mujeres nos movilizamos para volver a gritar #Ni una menos como el pasado 3 de Junio, en el marco de que durante el desarrollo del Encuentro Nacional, hubo tres nuevos femicidios en Argentina, dos en la misma ciudad de Mar del Plata donde nos encontrábamos. Repudiamos la represión a las mujeres al finalizar esta movilización por parte de las fuerzas represivas de Daniel Scioli, gobernador la provincia de Buenos Aires, que deja en claro que intereses defiende y el lugar que tendrán en su agenda los reclamos de las mujeres en caso de ser Presidente.
¡Basta! ¡No a la represión! ¡Viva la organización de las mujeres por nuestros derechos! ¡Que se escuche la voz de las mujeres! ¡Plantemos bandera!
Comisión de Mujeres de Madygraf (ex Donnelley) |