El viernes 13 de julio el gobernador de Chubut visitó la ciudad de Esquel. Su campaña permanente fue interrumpida por el colectivo del No a la Mina que logró hacer su voz y su rechazo a las políticas de saqueo que impulsa el gobierno nacional y apoya Ignacio Torres. Es necesario un encuentro provincial que una a las asambleas ambientales, a los pueblos originarios, a los sindicatos, a los centros de estudiantes y a la izquierda para enfrentar esta nueva ofensiva extractivista.
El gobernador de Chubut tuvo que enfrentar su primera manifestación en la ciudad de Esquel convocada por la asamblea ambiental No a la mina, que hizo saber a Torres que rechaza la aprobación de la ley bases, del RIGI y de su firma al pacto de mayo.
Las voces de rechazo a las políticas de saqueo y extractivismo que impulsa el gobierno nacional y acompaña el gobernador chubutense traspasaron los vidrios del Hotel Tehuelche y lo obligaron a recibir a una delegación de la asamblea, pionera en enfrentar el extractivismo desde cuando impidió la instalación del proyecto de la megaminera Meridian Gold en la ciudad en 2003.
Está claro que la tradición de lucha en defensa del agua y del territorio en Chubut, y su larga tradición son un patrimonio político, que a pesar de hoy no estar activo en las calles, es un acervo que está en la población trabajadora, en la juventud y en las mujeres que protagonizaron hace 2 años el Chubutaguazo, esa rebelión obrera y popular que derrotó la zonificación minera que impulsaba el gobernador peronista Arcioni.
Así, el ex gobernador “rebelde” tuvo que escuchar a las y los ambientalistas plantear claramente el rechazo a su apoyo a la ley bases, al RIGI y a su firma al pacto de mayo, recientemente. Y que el pueblo de Chubut al igual que enfrentó la megaminería va a enfrentar estos proyectos extractivistas al servicio de las multinacionales y el FMI.
El gobernador respondió a este cuestionamiento manifestando que “está de acuerdo con el fracking, con el hidrógeno verde y la energía eólica, y que por ahora no está en discusión la ley 5001 que impide la megaminería porque no hay consenso social”. Dejó bien claro que no es un problema de estar en contra, sino que hay una relación de fuerzas impuesta en las calles de toda la provincia en los 7 días que conmovieron a Chubut en diciembre de 2021 que no quiere volver a desatar. También quedó claro que está de acuerdo con llevar adelante el extractivismo y el saqueo de los bienes comunes naturales, al igual que lo impulsa su espacio el PRO, La Libertad Avanza, la UCR y también el Peronismo.
Para enfrentar esta ofensiva donde los gobernadores amigos de Milei, como Torres van a querer votar la adhesión al RIGI en las legislaturas provinciales, como sucedió este 13 de julio en Río Negro, se nos impone desarrollar un desafío en conjunto. Es necesario impulsar un gran encuentro provincial que una a las asambleas ambientales, a los pueblos originarios, a los sindicatos, a los centros de estudiantes y a la izquierda para discutir y organizar una gran campaña en toda la provincia que impida que la legislatura adhiera a este pacto de coloniaje.
Ellos van a querer votar el RIGI en cada provincia y en cada municipio para darles garantías a los grandes millonarios que vienen a hacer sus negocios y nos dejan la contaminación. Podemos unir todas las asambleas ambientales, los sindicatos y organizaciones estudiantiles para evitar que se apruebe y demostrarle a Milei y a Torres que los ambientalistas no somos ninguna minoría. Ya le pasó a Arcioni cuando dijo que “500 ruidosos no le iban a torcer el brazo” y tuvo como respuesta la rebelión de diciembre de 2021. Porque somos las poblaciones que necesitamos de la naturaleza y de los bienes comunes y por eso vamos defender nuestros territorios.
Invitamos a que se sumen a la primera reunión de Alerta Roja Ambiental que impulsa la Juventud del PTS en Esquel
