Luego de que Uruguay perdiera su partido para pasar a la final de Copa América, su entrenador Marcelo Bielsa, se desahogó y criticó duramente a la Conmebol, asegurando que "es una plaga de mentirosos", lamentado además que "es todo una vergüenza".
En una intervención de más de 40 minutos, Bielsa exigió disculpas de la organización por no proteger a las familias de los futbolistas de Uruguay en el estadio, tras la semifinal perdida contra Colombia y, posteriormente, acusó a la Conmebol de "mentir explícitamente" sobre el estado de los campos de juego y de entrenamiento.
“Todas las mentiras que han dicho, que las canchas están perfectas, o los campos de entrenamiento están perfectos y Bolivia no entrenó, esto es una plaga de mentirosos, y ya dije todo lo que me prometí no decir”, sostuvo Bielsa visiblemente enojado.
Además hizo duros comentarios contra la prensa por cómo abordaron los incidentes entre Uruguay y Colombia, quienes consultaron por posibles sanciones hacia los jugadores involucrados, manifestó "El periodismo responde a intereses y responde a lo que le conviene, al poder. Hay una porción del periodismo ecuánime y otra porción, comprada, que responde a los intereses de lo que el poder provoca, qué provoca, dinero".
La Conmebol no fue el único organismo que salió al baile de sus dichos. El actual entrenador de Uruguay hizo referencia al FIFA Gate, escándalo de corrupción que estalló en 2015, involucrando a altos funcionarios de la FIFA y dirigentes del fútbol de América Latina.
A las críticas se sumó el DT de Canadá, quien respaldó a Marcelo Bielsa. El entrenador del seleccionado norteamericano reconoció que el certamen de Estados Unidos ha sido poco profesional y apuntó a la organización por los malos tratos que ha recibido su escuadra.
Bielsa y el negocio detrás del fútbol
Justamente en una conferencia de prensa semanas antes, el entrenador se había referido a las diversas polémicas y al negocio alrededor del fútbol, indicando que este es “propiedad del pueblo". Agregando “Los pobres tienen muy pocas oportunidades de acceder a la felicidad; no disponen de dinero para comprarla. Ese fútbol, que era gratuito y una de las pocas cosas que los más desfavorecidos podían disfrutar, ya no les pertenece", afirmó el entrenador de la Selección Uruguaya.
“El fútbol es una expresión cultural y una forma de identificación. Lo que deberíamos hacer todos es ignorar ese escenario que nos proponen, donde la polémica, la discusión, la acusación, la determinación de la responsabilidad, se vuelve una obsesión que empeora el clima en el que se tiene que jugar al fútbol”, finalizó Bielsa.
Intereses económicos y políticos detrás de la Copa América
Tal como lo explica Bielsa hoy el fútbol es propiedad de unos pocos, quienes lo han convertido en un negocio sacando provecho económico y político a su favor. La administración de esta Copa América es expresión de esto.
En este caso el torneo es propiedad de la Confederación Sudamericana de Fútbol, quien se encarga de organizarlo y explotarlo a nivel comercial. Tal como funciona con los grandes eventos deportivos, las vías de ingresos son: los derechos televisivos, sponsors y la venta de entradas. Para los organizadores la sede estadounidense representó un atractivo económico.
Desde un comienzo era de conocimiento que el torneo traería un salto económico importante, por diversas razones: la cantidad de equipos que compiten, lo que implica mayor cantidad de partidos y el lugar donde se está llevando a cabo el evento. Según el Diario Financiero se estimaba que el evento generaría un impacto de 500 a 600 millones de dólares para la economía de Estados Unidos.
Pero no solo se buscó capitalizar económicamente el evento, sino también políticamente. El equipo Biden-Harris, busco ganar el voto latino con una serie de anuncios, creando la idea de unión a partir de los torneos y el ambiente que genera el fútbol.
Con estos claros intereses económicos y políticos como telón de fondo llega a su fin la Copa América. Hoy se disputa la final, pero más allá de lo que suceda en cancha, al parecer los ganadores serán los de siempre. Un puñado de empresarios y políticos que se enriquecen y hacen lobby con el deporte y la pasión de millones que lo siguen. |