Este jueves el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) correspondiente al mes de mayo de 2024. Del informe se desprende un crecimiento de la economía del 2,3% interanual impulsado por el agro (Agricultura, ganadería, caza y silvicultura) que creció un 103,3% interanual a partir de un piso muy bajo del año pasado por la mala cosecha de la campaña 2023 producto de una sequía histórica. Tomando el acumulado de los primeros 5 meses del año, la economía se contrajo 2,3% con respecto al mismo período de 2023.
Por su parte la industria, construcción y comercio continúan su tendencia recesiva. La actividad manufacturera cayó un 14,2%, la construcción 22,1%, y para el comercio mayorista, minorista y reparaciones la baja fue del 11,4%. Por otro lado, las actividades ligadas al extractivismo tuvieron un repunte: explotación de minas y canteras creció un 7,6% y electricidad, gas y agua un 11%.
Si bien Milei salió efusivamente a festejar en sus redes sociales el dato, un análisis del centro CEPA revela que excluyendo al agro como actividad, la economía se contrajo un 5,5% en relación al año pasado.
Por otra parte, un informe de la UIA de éste miércoles confirma el dato del Indec de mayo para el sector manufacturero. En el desagregado, caen todas las ramas excepto el refinamiento de petróleo, siendo los minerales no metálicos y la industria automotriz los más perjudicados por la recesión con una caída interanual del 28,8% y 27,9% respectivamente. Además reportan una baja en la utilización de la capacidad instalada de la industria de 11 puntos porcentuales, ubicándose en 56,8%. Es decir, casi la mitad de la maquinaria industrial está parada. Por último, el empleo en la industria cayó un 0,9% en relación al año pasado, según UIA.
Enfrentar al gobierno para salir del círculo vicioso de la recesión
Este martes el FMI empeoró su pronóstico de caída de la actividad económica para Argentina. Si bien el organismo augura un rebote del 5% para el 2025 (uno de los pronósticos más optimistas para la región), éste mismo apenas cubriría la baja que pronostica para este año del 3,5%, ya que se parte de una economía mucho más chica, es decir, el “crecimiento” parte de un piso mucho más bajo.
Por otra parte, la recesión trae aparejado una menor recaudación, que para poder lograr el equilibrio fiscal (ingreso menos egresos) que quiere el gobierno y pide el FMI, exige un ajuste, recorte de gasto, mayor aún. Es decir un círculo vicioso, de ajuste, recesión, más ajuste, más recesión. En ese sentido AFIP confirmó la peor caída en la recaudación en lo que va del año, en junio la baja fue del 14% real. Según cálculos del IARAF, la caída hubiera sido mayor, un 17%, si no se contara el impuesto PAIS.
En este sentido, el economista Guido Zack, afirmó en Cenital que el nuevo pase de la deuda del Banco Central al Tesoro podría complicar aún más el círculo vicioso de la recesión. Ya que el pago de la deuda se va a tener que afrontar no con emisión por parte del BCRA, sino con mayor esfuerzo fiscal. “Si en el primer semestre del año se alcanzó el equilibrio presupuestario con un gran esfuerzo por parte de la sociedad (el ajuste a la casta era relato electoral), en este segundo semestre y el año que viene se deberá hacer un esfuerzo adicional para que el Tesoro pueda hacer frente al pago de esta nueva deuda (estimado en 1,2% del PBI por año) y otras medidas como la reducción de la alícuota del impuesto PAIS a las importaciones de 17,5% al 7,5%.”
Zack concluye, “esto implica menos gasto público, más impuestos o un poco de cada una. En cualquier caso, es un factor que va a reducir la demanda de bienes y servicios, y con ella la ansiada recuperación va a demorarse aún más.”
Las viejas recetas de ajuste y austeridad del FMI son ya conocidas en Argentina, hundiéndonos en crisis cada vez más profundas. Aumento de la pobreza, de la desocupación y la precarización laboral. Como contracara los empresarios aumentaron su participación en el reparto de la torta del ingreso, es decir, avanzan con el robo de una parte del trabajo realizado por la clase trabajadora que sustenta sus ganancias.
Es necesaria la mayor coordinación y unidad de los trabajadores para enfrentar a Milei y el Fondo. Solamente puede haber una salida para las mayorías con la ruptura con el FMI y el desconocimiento soberano de la estafa de la deuda, un programa que rompa con el capitalismo y el sometimiento a las grandes potencias.
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