www.laizquierdadiario.com / Ver online / Para suscribirte por correo hace click acá
La Izquierda Diario
2 de agosto de 2024 Twitter Faceboock

El Círculo Rojo
Deuda y FMI: ¿cadena perpetua?
Pablo Anino | @PabloAnino

La deuda, un factor central de los naufragios económicos ¿Otra crisis de deuda en el horizonte? Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos.

Link: https://www.laizquierdadiario.com/Deuda-y-FMI-cadena-perpetua

En la vorágine cotidiana que obliga a seguir la cotización del dólar, si baja o sube el Riesgo País, se pierden de vista dos factores estructurales que operan como condicionantes sobre la economía argentina: la deuda pública y al acuerdo que tiene el país con el FMI.

Es importante explorar tres aspectos centrales: 1) ¿qué peso tienen los pagos de deuda sobre la economía?; 2) ¿Por qué se trata de una deuda odiosa?; 3) ¿Por qué la deuda constituye un mecanismo de dominación?

1) ¿Qué peso tienen los pagos de deuda sobre la economía?

La deuda pública pegó un salto muy importante desde que asumió Javier Milei: pasó de U$S371 mil millones en diciembre de 2023 a U$S443 mil millones en junio de 2024. Es decir, aumentó un 19 %.

Este salto se explica fundamentalmente por un aumento de la deuda nominada en pesos gracias a las alquimias financieras del ministro de Economía, Luis Caputo.

En los próximos meses esta deuda en pesos seguirá en aumento por el traspaso de pasivos del Banco Central al Tesoro (es decir, al Ministerio de Economía).

Pero hay otro capítulo que es la deuda emitida directamente en dólares, que se puede volver inmanejable en los próximos meses y años, aunque Caputo dice que ya tiene garantizados los próximos pagos.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, entre 2025 y 2034, existen vencimientos de deuda en moneda extranjera por casi U$S190 mil millones. Los vencimientos comienzan a elevarse fuerte en los próximos años gracias a la reestructuración que realizó Martín Guzmán en 2020 con acreedores privados y al acuerdo alcanzado en 2022 con el FMI.

A este cronograma hay que adicionar la deuda en dólares del Banco Central, que está creciendo con el Bopreal para pagar importaciones y la remisión de ganancias de las empresas al exterior.

Para tratar de dimensionar mejor el peso de la deuda se puede mencionar que cada habitante del país debe algo menos de U$S10 mil.

O, en términos técnicos, que en el primer trimestre del año el stock de deuda representó el 130 % del PIB (de la riqueza que produce el país en un año) y la parte de ese stock que es deuda externa representó 45 % del PIB.

Otra comparación: entre 2005 y 2023, los intereses pagados equivalieron, en promedio, al 2,1 % del PIB y los servicios totales (incorporando el pago de capital) representaron en ese período el 11,6 % del PIB.

Es cierto, que en el pago del capital muchas veces se realiza tomando nueva deuda, pero no deja de ser impactante el porcentaje de riquezas que chupan, como los vampiros la sangre, el capital financiero.

Estos porcentajes necesariamente van a aumentar con la política que está teniendo el oficialismo y con las deudas precedentes.

2) ¿Por qué se trata de una deuda odiosa?

Porque la deuda está plagada de operaciones fraudulentas.

La historia del último medio siglo está llena de ejemplos. Para mencionar solo algunos. Durante la dictadura YPF fue endeudada artificialmente, no para realizar inversiones y ampliar sus capacidades, sino para usar los dólares en la “fiesta” que habilitó la desregulación en favor del capital financiero.

También se estatizó deuda privada de grandes empresas. El juez Jorge Ballestero estableció 477 ilícitos en el endeudamiento durante la dictadura.

Desde 1983, se produce un reciclaje de la deuda. Primero, con Raúl Alfonsin legitimando la deuda de la dictadura. Después, con nuevos episodios de fraude, con los planes Baker y Brady durante el menemismo, en un esquema para regalar las empresas públicas mediante su privatización a precios regalados.

Con la Alianza se llevaron adelante el “blindaje” y “megacanje”. En particular, esta última operación fue judicializada y estuvo involucrado, entre otros, Federico Sturzenegger. El “megacanje” implicó un exorbitante de la deuda y fue una operación en la que intervinieron grandes bancos internacionales. En 2001, también gran parte de los fondos que envío el FMI fueron fugados por grandes empresarios.

Durante los gobiernos de los Kirchner también hubo dos canjes de deuda donde los fondos buitre obtuvieron generosas ganancias.

Finalmente, el Gobierno de Mauricio Macri fue generoso en operaciones escandalosas con la deuda, como la emisión de un bono a cien años que hizo Luis Caputo, que en ese entonces también manejaba las finanzas del país, en beneficio de un fondo de inversión que él había fundado y de bancos donde había sido empleado, como J.P. Morgan y Deutsche Bank.

También hay que mencionar la dilapidación de gran parte de los dólares del préstamo del FMI en fuga de capitales, que, de nuevo, como en 2001, realizaron las grandes empresas argentinas, pero que fue favorecido por la política de Caputo, algo que incluso Milei criticó diciendo que “Caputo se fumó más de 15 mil millones de dólares”.

Eric Toussaint, que es el referente del “Comité para la abolición de las deudas ilegítimas” señala que, por estas características del endeudamiento argentino, el mismo califica como deuda odiosa, porque la mayoría de las operaciones son realizadas contra los intereses de la nación o del pueblo de la nación y con conocimiento de los involucrados (es decir, el FMI, los bancos nacionales e internacionales, los fondos de inversión, funcionarios) de que esto es así.
La calificación de deuda odiosa es motivo suficiente para declarar el desconocimiento soberano de esas deudas.

3) ¿Por qué la deuda constituye un mecanismo de dominación?

La deuda también es un mecanismo de dependencia frente a los centros financiero imperialistas. Eso es así porque el endeudamiento constituye una política establecida por las potencias imperialistas para buscar moldear en función de sus intereses imperiales a las economías de países atrasados, dependientes o con rasgos semi coloniales, como Argentina.

Por ejemplo, en la década de 1970 fue una decisión de los centros financieros internacionales impulsar el endeudamiento de los países latinoamericanos. Luego, con el desencadenamiento de crisis de deuda, entre otros factores, lograron imponer las recetas neoliberales que alcanzaron su auge en la década de 1990.

Hay un libro de Jerome Roos titulado ¿Por qué no defaultear? (reseñado aquí por Esteban Mercatante) donde señala que el Estado es estructuralmente dependiente de la provisión de crédito privado y que el capital financiero ejerce su poder a través de mecanismos de disciplinamiento.

Menciona mecanismos como la disciplina de mercado (esto de estar viendo a todo momento que pasa con el Riesgo País, con los bonos, etcétera), el crédito oficial con condicionalidades (el que otorgan los organismos como el FMI cuando la disciplina de mercado está amenazada), las élites domésticas como puente de las finanzas internacionales.

Roos investigó y sostiene que las cesaciones de pagos son tan antiguas como el crédito soberano, pero que el poder financiero, en tiempos recientes logró convencer, a través de estos mecanismos, que el no pago de estas deudas odiosas nos lleva al infierno.

Pero, la verdad, es que pagar la deuda y seguir sometidos al FMI somete a la cadena perpetua de la miseria a las mayorías y a una decadencia económica sin fin. Hay otro secreto: lo mismo hacen en todas las latitudes.

Es decir, sobran los agraviados para pensar porque no nos rebelamos para que el capital financiero arda en el infierno al que somete cotidianamente al pueblo trabajador de todo el mundo.

 
Izquierda Diario
Seguinos en las redes
/ izquierdadiario
@izquierdadiario
Suscribite por Whatsapp
/(011) 2340 9864
[email protected]
www.laizquierdadiario.com / Para suscribirte por correo, hace click acá