"Un día, los pobres no tendrán otra cosa que comer que a los millonarios opresores", "Huelga general ya" y "Abajo el mal Gobierno", son algunas de las consignas que se pueden leer en los carteles que acompañan las protestas que recorren Nigeria desde este jueves.
Al igual que en otros países de África, como Kenia y Uganda recientemente, miles de jóvenes salieron a las calles para protestar. La juventud es la que más sufre la precarización creciente y el desempleo, el alto costo de vida, la inflación récord en el país y el fin de los subsidios producto de la aplicación de los planes del FMI.
Al menos 13 personas fueron asesinadas por la brutal represión desplegada durante el primer día de protestas en varias ciudades del país.
Amnistía Internacional había registrado más de una docena de muertos en las primeras horas de las protestas.
Las escuelas, los bancos y los mercados permanecieron cerrados ante las protestas, que tuvieron lugar en ciudades como la capital, Abuya y la principal ciudad comercial del país, Lagos.
El "día de la ira" también vio a jóvenes manifestarse en la ciudad de Maiduguri, mientras que en Kano, la segunda ciudad más grande del país, los manifestantes prendieron fuego a neumáticos frente a la oficina del gobernador del estado y la policía reprimió con gases lacrimógenos.
Este viernes continuaron las protestas y a las demandas iniciales se agregó el castigo a los culpables de la represión y los asesinatos del jueves. En la ciudad de Lagos los jóvenes se concentraron en el parque Gani Fawehinmi, rodeados de policías fuertemente armados y vehículos blindados.
Los protestas fueron convocadas por una coalición informal de grupos. A pesar de la represión los grupos coincidieron en mantener las manifestaciones que originalmente estaban previstas para durar 10 días.
Otro fracaso de los planes del FMI
En febrero del año pasado, Nigeria eligió como presidente a Bola Tinubu. Tinubu venía de las filas del oficialismo gobernante pero prometió un cambio con una política de shock que supuestamente iba a terminar con la crisis económica que arrastra el país.
El plan exigido por el FMI para llevar adelante esa "terapia de shock" fue la liberalización del mercado de cambios y la eliminación de los subsidios al petróleo y la energía. Esto no hizo más que disparar el costo de vida, que ha aumentado desde que el presidente Bola Tinubu llegó al poder en mayo de 2023, y acelerar la inflación que alcanzó un máximo histórico del 33,95 por ciento en junio.
Mientras los salarios permanecen congelados, el aumento de los precios de productos básicos como el arroz, el maíz y el ñame, los ha vuelto imposibles de adquirir para la mayoría.
El presidente insiste en que los cambios son necesarios para mantener el país a flote y ha pedido "tiempo" para que las reformas "surtan efecto y mejoren la economía".
Pero, inspirados por las protestas en Kenia en junio que llevaron al gobierno a dar marcha atrás con una ley de eliminaba subsidios y aumentaba impuestos, los nigerianos decidieron no darle más tiempo a Tinubu y los planes del FMI, y salir a las calles en un movimiento de protesta llamado #EndbadGovernanceinNigeria (Fuera el mal Gobierno en Nigeria).
Estas protestas, que fueron mayoritariamente de jóvenes desempleados o precarizados, tienen lugar tras una serie de huelgas que se realizaron el último año por el aumento de emergencia de los salarios ante la inflación.
A principios de junio tuvo lugar la cuarta huelga desde la asunción Tinubu. Los principales sindicatos realizaron un paro general con cortes de electricidad y bloqueo de aeropuertos para exigir un aumento sustancial del salario mínimo (de 20 a 333 dólares) ante a mayor inflación en 30 años.
Nigeria es el país más poblado de África (más de 213 millones de habitantes) y también uno de sus principales productores de petróleo, además de una de las mayores economías del continente. Sin embargo muchos de los 200 millones de habitantes del país son trabajadores autónomos e informales o no tienen trabajo. Por eso, cuatro de cada diez nigerianos viven por debajo del umbral de pobreza.
La inflación es, de hecho, una de las causas de la crisis de desnutrición en los estados del norte del país, que ha provocado un "incremento extraordinario de las admisiones de niños gravemente desnutridos con complicaciones potencialmente mortales", advirtió en junio Médicos Sin Fronteras (MSF).
Los jóvenes ya habían protagonizado las manifestaciones #EndSARS de 2020 contra la brutalidad policial, por los abusos del escuadrón antirrobo SARS, que se convirtieron en las manifestaciones antigubernamentales más grandes de la historia moderna de Nigeria.
Las de hoy, que siguen a las realizadas en Kenia, prometen poner en aprietos al Gobierno y a los planes de ajuste del FMI que hacen estragos no solo en Nigeria sino también en la mayoría de los países de África, exigiendo ajustes brutales para seguir pagando una deuda fraudulenta. |