Por la noche del jueves distintos medios publicaron, a pesar de tratarse de material sensible que revictimiza a Fabiola Yáñez, las conversaciones sobre las que se basa su denuncia por violencia de género contra el expresidente del Frente de Todos Alberto Fernández.
En las conversaciones, se desprende que durante agosto del 2021 Yáñez le plantea frases como “venís golpeándome hace 3 días” y “esto no funciona así todo el tiempo me golpeas”. Planteos a los que se suman fotos donde se observan las consecuencias de golpes. Ante esos planteas las respuestas de Fernández continuamente es “me siento mal”. El próximo paso que se espera en la causa es la declaración de Fabiola Yáñez.
La noticia generó gran impacto por el doble discurso al tratarse de una figura que durante su presidencia buscó mostrarse como “el primer feminista” o haber celebrado ponerle “fin al patriarcado”. Una realidad que obviamente no ocurrió, "no le pusieron fin al patriarcado con decretos de la Casa Rosada" planteaba Andrea D’Atri en esta nota el martes. Casos como el de Fernández, las acusaciones de abuso que caen sobre el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, el procesamiento contra el exgobernador de Tucumán, Alperovich, por abuso sexual, alimentan la doble vara de la ultraderecha.
Ante la noticia, los sectores reaccionarios alineados con el gobierno desarrollaron su propio doble discurso como el mismísimo Javier Milei. Mientras se recortan programas de atención a víctimas de violencia de género, ahora intentan mostrar su solidaridad con Yáñez pero no para exigir justicia sino para atacar nuevamente al movimiento feminista. De esa manera hacen su propio uso político de la situación, cuando se trata del movimiento que tras el grito Ni Una Menos y con movilizaciones masivas instaló en todo el país el debate y la problemática de la violencia de género. |