Hoy en día los trabajadores de la educación ven afectados su estilo de vida debido a la crisis económica en la que se ve envuelta la Argentina. En los últimos años el salario docente solo ha perdido frente a una inflación atroz. Trimestralmente el gobierno provincial hace propuestas salariales que en el mejor de los casos empatan a la inflación, lo cual hace que los docentes se vean obligados a cada vez trabajar más horas para poder llegar a lo que se denomina “canasta básica”. Con tan solo ver que la canasta básica en Julio llegó a superar los 870 mil pesos y el cargo de preceptor esta debajo de los 650 mil pesos denota el empobrecimiento general de los y las docentes.
Esta disminución acentuada de los ingresos ha obligado a los trabajadores a acumular mayor cantidad horaria de trabajo. Esto obviamente esta directamente relacionada a una disminución en la calidad de lo que se ofrece y a un aumento creciente de síntomas como estrés o ansiedad en los docentes. A todo esto, se ve sumado un ataque sostenido del gobierno provincial con los falsos incentivos que en realidad son ataques a las licencias docentes. Es un dato que han aumentado en los últimos años las “licencias psiquiátricas” debido a la enorme presión social a la que se ven afectados los trabajadores.
Además del presentismo, que obliga a docentes a ir a trabajar a pesar de las enfermedades, el Gobierno Provincial Santafesino impulsa una reforma previsional que aumentaría la edad jubilatoria hasta en 8 años para las docentes, con lo que implica estar frente a un curso hasta los 65 años en las condiciones actuales de la escuela, logrando con estas medidas aumentar la dificultad de ingreso a la docencia para las y los reemplazantes y retrasando su acceso a la estabilidad laboral.
La crisis económica no solo golpea a los docentes, sino que a toda la comunidad educativa, incluyendo a las familias de los alumnos y alumnas. Los jóvenes ven cada vez más difícil poder saciar sus necesidades básicas y esto se ve como resultado en sus rendimientos académicos y en las problemáticas que los mismos jóvenes traen a las instituciones educativas, lo cual hace cargar con una sobre responsabilidad al plantel docente.
Hoy en día cabe preguntarse: ¿Un docente que debe trabajar 10 horas diarias para no ser pobre puede dar una educación de calidad? ¿Qué se puede esperar de una profesora que tiene más de 500 alumnos semanalmente y que debe viajar enormes distancias entre colegios?
Además de trabajar los docentes son personas reales que tienen problemas reales como cualquier persona. Familia, amigos, actividades sociales, todas esas cuestiones se suman a sus preocupaciones laborales. Pero esas mismas cuestiones quedan cada vez más relegadas ante la demanda horaria y responsabilidades varias que van sumando los docentes para poder llegar a fin de mes. ¿Cuántos maestros pueden acceder a actividades ociosas con las jornadas laborales que se manejan actualmente? ¿Los docentes pueden pasar tiempo libre en su casa cuando muchas veces se llevan trabajo a la misma? ¿Qué tanto se disfruta a la familia y amigos con estas responsabilidades?
Todas estas cuestiones son algunas de las que hoy aquejan a miles de docentes que luchan cada vez más a contracorriente para poder llegar a fin de mes y que a pesar de eso se los vive culpando por la baja en la calidad educativa sin mediar que esa baja puede estas relacionada a la baja en la calidad de vida general.
Para cuestionar esta situación y proponer una salida colectiva a la misma es que desde la agrupación docente La Marrón y la agrupación estudiantil Tinta Roja, ambas agrupaciones asociadas al PTS en el Frente de Izquierda se organiza una charla con el especialista en salud mental Pablo Minini en el mes de septiembre, para participar podes anotarte en este link. | 
