El segundo mandato de Axel Kicillof viene de mal en peor. Intentando ser desde un primer momento el faro opositor a las políticas de Milei, sufre un importante desgaste con distintos frentes abiertos. Al mismo tiempo, la crisis abierta con la violencia ejercida por Alberto Fernández contra Fabiola Yañez mientras era presidente, sumado a videos frívolos, es de una dimensión todavía desconocida. Si su presidencia fue un verdadero desastre político, ahora se convierte en un desastre ético y moral, que muestran los manejos del poder, el doble discurso y una capacidad enorme para manchar todas las banderas progresistas que existen. Todo intento de despegarse políticamente parece en vano.
Kicillof hizo declaraciones obvias y políticamente correctas, aunque al otro dia de conocerse las fotos de Fabiola Yanez golpeada, se mostró sonriente en un acto en La Rioja con Fernando Espinoza, un verdadero barón del conurbano, que esta acusado de abuso sexual. Los escándalos no son nuevos en el peronismo. Sin ir más lejos, el jefe de gabinete de la gestión anterior fue Martín Insaurralde, quien tuvo que renunciar después de un escandaloso viaje de lujo.
No obstante la crisis del peronismo que lo golpea, Kicillof sale a buscar inversiones después de la derrota política que sufrió a manos del gobierno nacional por la instalación de la planta de GNL. Aun aceptando las condiciones entreguistas del RIGI, igualmente el gobierno nacional lo dejó sin la futura inversión. Lo cierto es que el ajuste en la coparticipación lo golpea de lleno y necesita hacer caja.
Lanzado tempranamente en la carrera presidencial de 2027, cuando aún faltan más de 3 años para las próximas elecciones ejecutivas, actúa en una situación donde el ajuste de Milei golpea de lleno en lo profundo del conurbano. Difícil equilibrio el que intenta hacer el ex ministro de Economía: crítica el ajuste que hace Milei a manos del FMI -ajuste y recesión que afecta profundamente a la provincia que gobierna-,pero no tiene más alternativa que gestionar con lo que tiene, lo cual también lo lleva a ejecutar su propio ajuste.
Según el Observatorio del Conurbano de la Universidad de General Sarmiento (UNGS), en el primer trimestre de este 2024, el 62% del conurbano es pobre. En ese marco, el 76% de niños y adolescentes son pobres. Por su parte, la indigencia alcanzó el 25,3% y en los menores llega al 36,6%. El desempleo ya roza las dos cifras, está en 9,9%. Datos brutales, que no puede evitar responsabilidad de la provincia que gobierna Kicillof. Esta crisis social no empezó el 10 de diciembre pasado.
¿Qué tipo de alternativa plantea el referente del peronismo? Ninguna, solo una serie de críticas que, cuando se llevan a propuestas y acciones, quedan vacías. Solo propone ajustar más moderadamente, algo que ya hizo el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. En ningún momento plantea romper con el FMI, el problema central del país; solo plantea renegociar mejor. En su discurso, la reminiscencia constante al pago de Nestor Kirchner al FMI, queda en el aire. Hoy no existe el boom de las materias primas que le permitió al ex mandatario pagar taca-taca al FMI.
Este equilibrio difícil de sostener, parece desgastar a Kicillof día a día. El Gobernador no puede despegarse de la responsabilidad que le cabe en la dura realidad que viven millones de trabajadores.
El fuego amigo tiene su propio juego: una pelea casi inentendible con La Cámpora, pero que parece no tener fin. El problema empezó cuando Axel Kicillof decidió querer tener juego propio. Para La Cámpora eso no existe: la palabra de Cristina es sagrada y hay que someterse. En estos días se está viendo que ese método del dedazo trajo más problemas que otra cosa. La agrupación surgida en el seno del poder, parece tener como eje central denunciar el atentado que sufrió Cristina en 2022, campaña que no logró instalar ampliamente en la opinión pública.
Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, es una de las voceras. Públicamente, interviene tanto para decir que Alberto Fernández también ejerció violencia contra Cristina Kirchner, como para criticar al gobernador por querer componer “nuevas melodías”. La Cámpora hoy está profundamente aliada a Massa y el Frente Renovador, quien tuvo que suspender su aparición pública luego de la derrota del balotaje, ¿alguien la esperaba? no parece.
Mientras tiene lugar esta crisis del peronismo, en la legislatura provincial, la Libertad Avanza, sectores del PRO -que responden que Bullrich- y aliados, quieren conformar un bloque para ser la primera minoría en Diputados. Esto podría ser otro problema para el gobernador, quien va a estar obligado a mayor negociación en las leyes para la provincia.
El peronismo en su conjunto está sin rumbo. En la provincia de Buenos Aires, el gobernador no logra aglutinar a los propios. Los intendentes callan y piensan en las elecciones legislativas del 2025, especulando con lo que sea necesario y las alianzas que sean necesarias. A nivel nacional tampoco logra acercarse seriamente al centro que tanto anhela. Hubo un intento con Maximiliano Pullaro, el gobernador de Santa Fe, pero eso no parece aportar mayor caudal político.
Kicillof por fuera de lo discursivo no tiene programa alternativo, solo administra lo que tiene y lo hace con ajuste. Mientras Unicef dio a conocer la cifra de que un millón de niños se van a dormir sin comer, en el peronismo están rogando para que del celular de Alberto Fernández no salgan nuevos escándalos. |
