Un informe del Laboratorio salarial de la docencia universitaria revela la magnitud de una crisis salarial que se remonta a los dos últmos gobiernos pero que da un salto con el gobierno de Milei. Mientras, crece la adhesión a la lucha docente y se prepara otra marcha nacional educativa.
Por si faltaba agregar algo al malestar que se expresó en la histórica marcha del 23 de abril pasado contra la asfixia presupuestaria y salarial del gobierno a las universidades públicas, los números del salario de la docencia universitaria grafican la gravedad terminal del ataque en curso:
La pérdida salarial acumulada desde el 1 de diciembre de 2023 hasta el 31 de julio de 2024 equivale a 2.7 salarios actuales.
El salario de numerosos cargos con dedicación de 40 horas semanales se encuentra por debajo de la línea de pobreza.
Durante los últimos ocho años, los acuerdos paritarios no han logrado recomponer el salario a los niveles de fines de 2015. La tendencia general en este período ha sido hacia la pérdida del poder adquisitivo de la docencia universitaria.
Si las previsiones inflacionarias se mantienen, sería necesario un aumento salarial del 35% sobre el salario de JULIO para mantener el poder adquisitivo al nivel de noviembre de 2023.
Se observa una consolidación de la depreciación acelerada del salario en los primeros dos meses del gobierno de Milei, el cual ya se encontraba en niveles históricamente bajos antes de esta última depreciación.
Para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos 8 años y 8 meses (es decir, desde noviembre de 2015), se necesitaría una recomposición del 83% sobre el salario de julio de 2024.
La pérdida salarial acumulada desde el 1 de diciembre de 2015 hasta el 31 julio de 2024 equivale a 41 salarios actuales.
El gráfico muestra la diferencia entre la inflación y la variación salarial, la cual alcanza
54,21 puntos porcentuales en el mes de julio, según la información consolidada del INDEC. Para
septiembre, esta diferencia podría llegar a 63,12 puntos porcentuales.
Fuente: Informe sobre evolución salarial, inflación y paritaria AGOSTO 2024. Laboratorio del Salario de la Docencia Universitaria // [email protected]
Los datos surgen del informe del Laboratorio salarial de la docencia universitaria, un un equipo de trabajo interdisciplinario y militante, conformado por docentes universitarixs de distintas universidades del país, afiliadxs a sindicatos de diferentes Federaciones Nacionales, correspondiente al mes de agosto de 2024.
El gráfico muestra la pérdida de poder adquisitivo de nuestro salario con respecto a noviembre de 2023. Hasta julio de 2024 los datos se basan en cifras ya consolidadas. Se observa que la caída del salario real de la docencia universitaria llegó a 30,3 puntos en febrero de 2024. Desde entonces, los aumentos salariales otorgados de manera unilateral han mantenido la capacidad adquisitiva en niveles similares, apenas superiores por algunos puntos porcentuales.
Fuente: Informe sobre evolución salarial, inflación y paritaria AGOSTO 2024. Laboratorio del Salario de la Docencia Universitaria // [email protected]
Otro informe, elaborado por Javier Curcio y Julián Gabriel Leone, del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, aporta un ángulo aún más alarmante: "los salarios reales docentes y no docentes en las universidades nacionales han experimentado caídas mayores a la del promedio del sector público, e incluso a la sufrida por los trabajadores no registrados", afirma estudio, y concluye que "Sin una recomposición significativa de aquí a fin de año la inversión en el sistema universitario, con relación a PBI, caería a valores de 2005".
A nivel presupuestario general, los autores informan una caída real en lo que va del año del 31,5% respecto al año anterior y de casi un 25% en referencia a igual período en 2022. La caida de los gastos de funcionamiento presentan una caída acumulada del 35% interanual real, superior incluso a la caída del 25% real en la asistencia financiera a hospitales universitarios.
Hacia una nueva marcha nacional educativa
Ante esta situación, luego de la histórica marcha del 23 de abril, el gobierno tuvo que conceder un aumento presupuestario solo para gastos de funcionamiento de las universidades públicas, lo cual representa solo el 10% del presupuesto, mientras que el radicalismo, que dirige la Universidad de Buenos Aires y buena parte del sistema universitario, se negó a dar quorum para tratar un proyecto de ley para hacer lo propio con el salario, aportando a su vez los votos para la aprobación de la Ley Bases y el RIGI. Sectores del peronismo, también con peso dentro del sistema universitario, siguieron el mismo camino.
Y, de la misma manera que en el primer cuatrimestre, la contundencia de las medidas impuso en la Cámara de Diputados la media sanción del proyecto de emergencia presupuestaria que establece la indexación del salario docente desde diciembre de 2023 a diciembre de 2024, reconociendo la pérdida de más de 55 puntos contra la inflación desde entonces. Se trata de un piso para recuperar lo perdido desde diciembre, que dependerá de la movilización para imponerse, habida cuenta de la amenaza del gobierno nacional de vetar por decreto cualquier modificación presupuestaria por fuera de su plan de ajuste.
Mientras tanto, plata hay, pero bastan dos ejemplos para ver las prioridades: por un lado, el gobierno asignó por decreto 100 mil millones de pesos de fondos reservados para gastos de inteligencia (espionaje, trolleo en redes, persecusión política, etc.) a manos de Santiago Caputo, de los cuales ya se ejecutaron 80 mil millones. Por otro, los senadores acaban de aumentarse nuevamente el sueldo, 112% por arriba de la inflación, llegando a 9 millones de pesos mensuales, el equivalente a 32 veces el sueldo testigo en la UBA (ayudante de primera semiexclusiva, 280 mil pesos).
Para este segunda semana, Conadu y ConaduH resolvieron reducir la convocatoria a 48 hs de paro, retrocediendo respecto a la primer semana, mientras que la Asociación Gremial Docente de la UBA propuso en el plenario de secretarios generales de ConaduH, al contrario, profundizar las medidas con una semana de paro total y no menos de 72 hs, así como convocar a la realización de asambleas interclaustros en cada facultad para preparar una gran marcha educativa en septiembre. Por esto convoca este 20, 21 y 22 a parar en toda la Universidad de Buenos Aires y a organizar asambleas, actos, ruidazos que se organicen en cada sede, colegio o Facultad.
La organización desde abajo de docentes, estudiantes y no docentes, junto a otros sectores de trabajadores que enfrentan el ataque al salario y los despidos, como los del neumático de FATE y Bridgestone, o los aeronáuticos de GPS-Aerolíneas Argentinas, puede transformar esta lucha en un emblema para enfrentar no solo el vaciamiento de la universidad pública sino el conjunto del plan de ajuste y saqueo económico del gobierno.
