Compartimos las principales definiciones de la entrevista en el programa “Lo personal es político”, que se emite por Radio Metropolitana.
- Tenemos la responsabilidad desde Tucumán también de hacer conocer que en esa alianza, en ese pacto que han hecho los gobernadores peronistas con Jaldo a la cabeza no ha retribuido ningún beneficio para Tucumán. La obra pública se ha paralizado, se contabilizan de a miles los puestos de trabajo en la UOCRA que han quedado sin sustento, Topper licenció a más de 1000 trabajadores, las textiles en están paralizadas, los trabajadores del Ministerio de de Educación están denunciando que de a cientos los están despidiendo de manera completamente arbitraria, trabajadores y trabajadoras que juegan un rol fundamental incluso la ministra de Educación de Tucumán dijo que no eran despidos. Por ejemplo, lo de las Orquestas del Bicentenario no eran despidos sino que había irregularidades, pero las irregularidades las cometió el Estado ¿aparte por qué los trabajadores se tienen que quedar sin un puesto?
- He tenido la suerte de poder compartir con varios y varias de de quienes se están organizando para defender los puestos de trabajo y me cuentan cosas que son realmente conmovedoras. Hay todo un sector importante de trabajadores y trabajadores estatales que vienen precarizados, que vienen con contratos a término, ese tipo de de irregularidades después son las que el propio gobierno utiliza para ajustar y para dejar sin trabajo a montones de profesionales. Todos estos ejemplos que vamos mencionando se suman incluso hasta en los propios empaques. Padilla, uno de los principales exportadores de limón de Tucumán, que es la principal exportadora de limón a nivel mundial, estaba debiéndole la quincena a los trabajadores. Tuvieron que cortar el acceso al empaque y tuvieron que hacer toda una movida para poder reclamar esto. La casta nunca fue tocada, los grandes empresarios siguieron haciendo negocios como lo hicieron siempre y de repente son los trabajadores y las trabajadoras las que están pagando este ajuste.
- Hay una una tarea importante que es, mientras vamos enfrentando este discurso desmoralizante, también sentar las bases para que el mal menor y la resignación no vuelvan hacer nunca más moneda corriente. En este contexto Grabois está diciendo que volvería a votar Alberto Fernández. Grabois trabaja justamente para lo que yo decía recién, instalar un discurso desmoralizante. O sea que dijo que con Scioli íbamos a estar mejor que con Macri, que con Alberto Fernández íbamos a estar mejor que con Milei, todo era con Massa. No sé si todavía hace falta aclararlo pero que haya ganado Milei tiene todo que ver con que el gobierno de Alberto Fernández fue un desastre. No fue porque la gente amaneció un día siendo de derecha, queriendo que le quiten todos los derechos laborales y que la ajusten, y la dejen en la calle. Esa es una explicación que busca evitar que gran parte de la responsabilidad la tuvo el gobierno de Alberto Fernández. La tuvo todos los años de la decadencia peronista, administrando con Massa en ese caso en los últimos meses, a la cabeza un acuerdo de entrega y saqueo que tuvo las consecuencias que tuvo.
- Las mujeres pusimos en pie un poderosísimo movimiento, copando todas y cada una de las plazas del país, decenas de veces. Cada vez nos decían “no, porque la iglesia… no, porque no se puede…no, porque los conservadores…” y volvíamos y volvíamos. Pusimos en pie un poderoso movimiento, arrancamos el derecho al aborto y de repente desde el gobierno dijeron “Bueno chicas, hasta acá llegaron, esto es todo, ahora hay un ministerio y vos cualquier problema que tengas una notita y en el Ministerio te lo resuelven”. Haber sacado el movimiento de mujeres de las calles en estas peleas, una de las consecuencias que ha tenido desde ya ha sido allanar el camino a la derecha. Y otra también es haber sembrado un discurso donde una jefa o el que te dice la jefa que voté o alguien desde arriba desde el Estado, en la gestión de un Estado que es decadente, que siguen saqueando, etcétera, te va a resolver tu problema.
- Las mujeres si algo hemos demostrado es que nada nos dieron nunca jamás de arriba, siempre cada cosa que tuvimos la peleamos desde abajo, organizadas de manera colectiva la conquistamos y defenderla siempre significó mantenernos organizadas. El feminismo socialista por el cual milito yo, desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas vinculamos mucho esto. O sea, no separamos la pelea de nuestros derechos sexuales y reproductivos de aquellas peleas que van en el sentido de enfrentar el ajuste, de enfrentar despidos, de enfrentar ataques a incluso a nuestros propios hermanos de clase, como pueden ser alguna lucha en el citrus por ejemplo donde no siempre hay muchas mujeres. Ahí la feministas socialistas estamos en primera fila porque entendemos que no está no está escindido, no está separado y que haberlo separado en su momento es lo que le abrió, en un sentido, el paso a la derecha. Y sobre todo esta política consciente de sacar al movimiento de mujeres de las calles, que yo creo que eso desde ya lo hizo el gobierno peronista y uno de los que más ha militado en ese sentido, sin duda es Grabois. No por nada es un funcionario del Vaticano.
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