Con un lleno total se realizó este sábado 31 de agosto en Casa Marx Santiago la Asamblea Abierta del PTR, donde más de 200 trabajadores y estudiantes se reunieron a discutir sobre cual es la izquierda que se necesita para enfrentar al Chile de los grandes empresarios, esos mismos que controlan el país a su antojo como ENEL, las Isapres y las AFP, y que necesitan de operadores políticos como Hermosilla para gobernar sobre más de 20 millones de personas, a costa de nuestras pensiones, educación, salud, vivienda y trabajo.

La asamblea contó con la presencia de las principales personalidades del PTR, como Dauno Tótoro, Joseffe Cáceres, Fabián Puelma y Bárbara Brito, así como la valiente juventud que fue parte del Acampe en la Casa Central de la Universidad de Chile contra el genocidio que lleva adelante hasta el día de hoy el Estado de Israel contra el pueblo palestino, que en cifras conservadoras ya van más de 40 mil asesinados.

La asamblea contó con dos preguntas organizadoras de la discusión, la primera sobre la propuesta de nacionalizar la generación y distribución de la energía eléctrica bajo control de sus trabajadores, y la segunda sobre que programa levantar para este nuevo escenario político y electoral y cual es la izquierda que se necesita para enfrentar estos desafíos.

La mayoría de las y los asambleístas reivindicaron la necesidad de que vuelva a existir en Chile una izquierda que vuelva a plantear las banderas de la clase trabajadora como eje central de su actividad política, luego de años de neoliberalismo y de ataque ideológico que llegó hasta incluso plantear que la clase trabajadora ni siquiera existía, y como la misma pandemia mostró, el mundo no se mueve sin trabajadores, y que hoy más que nunca donde los empresarios hacen y deshacen no solo con nuestro derechos, sino que incluso más allá, reventando el medio ambiente, que la clase trabajadora hiciera política de mano propia es una alternativa para enfrentar el camino que nos ofrecen los grandes capitalistas.

Sobre esto mismo y ligado a la crisis que abrió el temporal, que dejó sin luz a miles de familias, se discutió sobre la propuesta de nacionalizar el sistema eléctrico, quitárselo de las manos a estos grandes grupos económicos que han pauperizado el servicio y que sea controlado bajo la gestión de sus propios trabajadores. Acá las posiciones fueron variadas, aunque acordando que estas empresas no pueden seguir apropiándose de lo que debería ser un derecho, pero con dudas sobre como se podría llevar esto adelante, donde una posible nacionalización no signifique que esta quede en manos ni de burócratas del Estado, ni de la burocracia sindical, y donde también se haga parte a las mismas comunidades que reciben el servicio.

Así, la discusión también giró sobre el tema del Poder, por cómo llevar esto adelante, y donde se encarna para hacerlo posible, donde las distintas posiciones apuntaban desde las construcción de partidos que lleven adelante un programa de estas magnitudes, hasta el rol más ideológico de que las y los trabajadores quieran efectivamente llevar esto adelante, y que lo vean como algo posible que esta en sus manos en alianza con el conjunto del pueblo que se ve sometido a los designios de estas grandes empresas, que en conjunto con el Estado, operan en base ganancias para una infima minoria y no sobre las necesidades de las grandes mayorías.

¿Por qué es necesario disputar una voz anticapitalista y de los trabajadores?

El gobierno de Boric y el Partido Comunista, renunció a su propio programa generando desmoralización en su propia base social. Ahora se jactan de ser el gobierno que más leyes de seguridad aprobó. Han promulgado leyes infames como la ley anti tomas, ofrecen represión y desalojos a familias que se organizan para exigir algo tan básico como tener un techo, un hogar digno donde vivir.

Han militarizado el territorio mapuche y la frontera norte. Corrieron a realizarle un perdonazo a las ISAPRES. Quieren que se pague la deuda que ellos mismos generaron con las empresas de electricidad, cuando a nadie se le preguntó si querían contraer esa deuda.

Ahora han comenzado las elecciones y todos presentan sus cartas, proyectos y propuestas. Parecen que se disputan con todo, pero de fondo, todos se han dedicado a administrar este Chile capitalista gobernado por un puñado de grandes empresarios. Ante este escenario necesitamos pelear y organizarnos en común. Por un programa y una perspectiva desde las y los trabajadores para hacer frente a esos grandes capitalistas.

Y enfrentar a los grandes capitalistas es una tarea de lucha pero también es una tarea política. Es por eso que buscamos disputar también la arena política y llevamos adelante la legalidad del PTR en la región Metropolitana.

Sin ninguna ilusión en las instituciones de este Estado, sino que por el contrario, para horadar y golpear con más fuerza la institcuionalidad capitalista del Chile neoliberal, para fortalecer una voz anticapitalista, socialista y de los trabajadores. No podemos ser abstensionistas cuando millones de personas miran lo que ocurre en las elecciones, como tampoco dejarnos llevar por el mal memorismo y pensar el voto sólo como una táctica sin principios que se lo podemos entregar al primer postor con el fin de evitar de que gane la derecha. Eso está probado que lleva al fracaso. Es cosa de ver este gobierno, que decía que había que votarle para frenar al fascismo, y ya vemos que en su mandato la derecha ha avanzado como nunca en el último tiempo.

Invitamos a dar esta pelea en común, luchar por una organización que busque hacer frente a los capitalistas, y su modelo en Chile, que claramente ya fracasó como solución para los problemas de las grandes mayorías. El modelo de las AFP, fracasó como el único sistema de pensiones que permitiría al conjunto de los trabajadores "jubilar con la totalidad de su sueldo para el año 2020", ahora la realidad es muy distinta, según los últimos estudios de la Fundación Sol, la mitad de las trabajadoras que cotizaron entre 35 y 40 años y se pensionaron en el mes de MAYO de 2024, pudieron autofinanciar una pensión de vejez por un monto menor a $308.872.

El monopolio empresarial de las Isapres fracasó, diciendole al conjunto de la población que eran la alternativa a la salud pública, la cual desde su origen es mala. Por lo que pagando planes, podrían acceder a la mejor salud y atenciones en el sector privado. Ahora la realidad es otra, se supo que durante años derechamente estafaron a sus usuarios, subiéndo los precios de planes y atenciones de manera inescrupulosa.

Y que decir, los diversos monopolios energéticos que se reparten el país, en el caso de la zona central como ejemplo estrella esta el caso de ENEL que todo lo que ganan se va a los bolsillos de empresarios extranjeros, y en relación con sus multimillonarias ganancias la reunversión en mantención y construcción de infraestructura es prácticamente infíma y siempre la terminan pagando los usuarios por medio del pago mensual en cada factura.

Por lo anterior y más, nos abrimos la pregunta de ¿Por qué es necesario disputar una voz anticapitalista y de los trabajadores? y una izquierda que en Chile se plante contra los empresarios y toda la herencia de la dictadura.