www.laizquierdadiario.com / Ver online / Para suscribirte por correo hace click acá
La Izquierda Diario
28 de septiembre de 2024 Twitter Faceboock

Registros de época
La fundación de la Primera Internacional
Alicia Rojo | @alicia_rojo25

Con el capitalismo en expansión y la clase obrera avanzando en su organización el 28 de septiembre de 1864 se fundó la Asociación Internacional de Trabajadores, fue Karl Marx quien elaboró su Manifiesto inaugural

Link: https://www.laizquierdadiario.com/La-fundacion-de-la-Primera-Internacional

A lo largo del siglo XIX al calor del crecimiento de la industria y la expansión del capitalismo, la clase obrera avanzaba en su organización sindical y su acción política. En 1848 Karl Marx y Friedrich Engels escribían el Manifiesto Comunista donde anunciaban el “espectro del comunismo” que recorría Europa y el movimiento revolucionario que llamaron “la primavera de los pueblos”. El proletariado jugaría un rol en las revoluciones de 1848; sin embargo, aún su papel no era central y los procesos fueron derrotados dando inicio a una etapa de crecimiento capitalista.

Te puede interesar: El Manifiesto Comunista

El carácter mundial de la economía y el desarrollo de las fuerzas productivas, la expansión de la clase trabajadora y los avances en su reconocimiento como clase, sus luchas y sus organizaciones, abonaron el terreno para la acción común y la solidaridad internacional de la clase trabajadora: el internacionalismo proletario.

La segunda mitad del siglo vería el desarrollo de nuevas luchas políticas y sindicales y su culminación en la constitución de la primera organización internacional de los trabajadores. Un 28 de septiembre de 1864, en Londres, se reunían los representantes de obreros franceses e ingleses, de cuyas organizaciones surgió la iniciativa que convocó también a trabajadores alemanes, belgas, polacos, italianos y suizos. Se fundaba la Asociación Internacional de Trabajadores, la Primera Internacional.

Sobre el desarrollo y los debates de la Primera Internacional te puede interesar: Recuerdos de la lucha final: Marx y la Primera Internacional

Karl Marx participó en la Conferencia de fundación y fue parte de la Comisión encargada de redactar los Estatutos y el Manifiesto inaugural de la Internacional. Junto con Engels se transformarán en sus principales dirigentes aportando su experiencia revolucionaria, sus vínculos con los círculos obreros y sus análisis de los procesos revolucionarios y sus perspectivas.

El Manifiesto Inaugural expresó así, algunas de las ideas centrales del Manifiesto Comunista de 1848; partiendo de una precisa caracterización de la situación de la clase obrera en particular entre 1848 y 1864, enfatiza que el desarrollo industrial no ha significado un mejoramiento en las condiciones de la vida obrera, por el contrario, ha aumentado la miseria de las masas y las riqueza de los propietarios, y por lo tanto, el antagonismo entre capital y trabajo, entre los empresarios y la clase trabajadora:

“En todos los países de Europa (y esto ha llegado a ser actualmente una verdad incontestable para todo entendimiento no enturbiado por los prejuicios y negada tan sólo por aquellos cuyo interés consiste en adormecer a los demás con falsas esperanzas), ni el perfeccionamiento de las máquinas, ni la aplicación de la ciencia a la producción, ni el mejoramiento de los medios de comunicación, ni las nuevas colonias, ni la emigración, ni la creación de nuevos mercados, ni el libre cambio, ni todas estas cosas juntas están en condiciones de suprimir la miseria de las clases laboriosas; al contrario, mientras exista la base falsa de hoy, cada nuevo desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo ahondará necesariamente los contrastes sociales y agudizará más cada día los antagonismos sociales.”

Sin embargo, la lucha obrera había logrado importantes conquistas, como la jornada de diez horas: “Después de una lucha de treinta años, sostenida con una tenacidad admirable, la clase obrera inglesa, aprovechándose de una disidencia momentánea entre los señores de la tierra y los señores del dinero, consiguió arrancar la ley de la jornada de diez horas.”

También coloca en primer plano el Manifiesto inaugural la importancia del movimiento de fábricas cooperativas, que demostró en la práctica cómo la cooperación y el trabajo colectivo hacen posible prescindir de los patrones y poner los medios de producción al servicio de los trabajadores y no como instrumentos de su explotación:

(…) Nos referimos al movimiento cooperativo, y, sobre todo, a las fábricas cooperativas creadas, sin apoyo alguno, por la iniciativa de algunas “manos” (“hands” [obreros]) audaces. Es imposible exagerar la importancia de estos grandes experimentos sociales que han mostrado con hechos, no con simples argumentos, que la producción en gran escala y al nivel de las exigencias de la ciencia moderna, puede prescindir de la clase de los patronos, que utiliza el trabajo de la clase de las “manos”; han mostrado también que no es necesario a la producción que los instrumentos de trabajo estén monopolizados como instrumentos de dominación y de explotación contra el trabajador mismo; y han mostrado, por fin, que lo mismo que el trabajo esclavo, lo mismo que el trabajo siervo, el trabajo asalariado no es sino una forma transitoria inferior, destinada a desaparecer ante el trabajo asociado que cumple su tarea con gusto, entusiasmo y alegría.

Te puede interesar: La cooperación como potencia de la clase trabajadora y la lucha por el socialismo

Sin embargo, tal como lo puso en evidencia la experiencia histórica entre 1848 y 1864 el trabajo cooperativo limitado a esfuerzos parciales de los trabajadores no podrá enfrentar el crecimiento de los monopolios ni liberar a las clases trabajadoras: “Para emancipar a las masas trabajadoras, la cooperación debe alcanzar un desarrollo nacional y, por consecuencia, ser fomentada por medios nacionales”. Los capitalistas, claro está, resistirán la pérdida de sus privilegios mientras los antagonismos de clase y la explotación de las masas crecerán, por lo tanto: “La conquista del poder político ha venido a ser, por lo tanto, el gran deber de la clase obrera.”

Así como la conquista del poder político a nivel nacional aparece como el objetivo del proletariado organizado, la propia expansión del capitalismo y la organización de los patrones a nivel mundial, hacen necesario el fortalecimiento de los lazos internacionales del movimiento obrero. La necesidad del internacionalismo guió, finalmente, la fundación de la nueva asociación internacional de trabajadores:

“La clase obrera posee ya un elemento de triunfo: el número. Pero el número no pesa en la balanza si no está unido por la asociación y guiado por el saber. La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarles a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados. Guiados por este pensamiento, los trabajadores de los diferentes países, que se reunieron en un mitin público en Saint Martin’s Hall el 28 de septiembre de 1864, han resuelto fundar la Asociación Internacional.”

El Manifiesto llama con énfasis a los trabajadores del mundo a seguir con atención la política exterior de sus gobiernos, combatir por todos los medios al alcance todas aquellas iniciativas burguesas que impliquen el sojuzgamiento de los pueblos. No hay ninguna unidad entre los intereses de las burguesías nacionales y la clase obrera, por el contrario, son los mismos intereses los que hermanan a los trabajadores más allá de las fronteras. Como el Manifiesto Comunista, el Manifiesto Inaugural de la Primera Internacional culmina con el mismo llamado: “¡Proletarios de todos los países, únanse!”

Los antagonismos sociales y el parasitismo del capitalismo se profundizan hoy día al compás de la expansión de sus contradicciones al conjunto del globo; se nos pone a la orden del día retomar las mejores tradiciones de la única clase que puede brindar una salida superadora enfrentando las miserables alternativas que ofrecen quienes sirven al capital.

Compartimos el texto del Manifiesto Inaugural de la Primera Internacional que comentamos aquí.

Te puede interesar: Registros de época: El Plan Conintes

 
Izquierda Diario
Seguinos en las redes
/ izquierdadiario
@izquierdadiario
Suscribite por Whatsapp
/(011) 2340 9864
[email protected]
www.laizquierdadiario.com / Para suscribirte por correo, hace click acá