Destruyeron los salarios, hicieron un ajuste brutal en jubilaciones, universidades, obra pública, paralizaron el consumo y hundieron a la economía en una recesión.
Y con todo eso el gobierno sigue sin poder romper el piso de inflación del 4% mensual.
En agosto fue de 4,2% y subió respecto al mes anterior. El dato que publicó el Indec este miércoles fue superior a lo esperado. El mayor aumento fue en Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (7,0%) por la suba de alquileres y los tarifazos.
En lo que va del año la inflación ya acumula 94,8% y en los últimos doce meses llega al 236,7% interanual.
Dicen que no regulan los precios pero, en gran parte, la inflación persiste porque los regularon “para arriba”. Permitieron aumentos como en las tarifas energéticas, las prepagas y otros servicios que afectan nuestro bolsillo y enriquecen los de los grandes empresarios.
Sin embargo, lo que más dolor de cabeza le da al gobierno, es la llamada “inflación núcleo”. O sea, los precios que no tienen ninguna regulación y se definen por el “mercado”.
Esta fue de 4,1%, la más alta desde abril, y no tiene freno.En todas las regiones el resultado de la núcleo fue calamitoso. Esta incluye por ejemplo alimentos, exceptuando frutas y verduras, o la ropa que se produce acá.
En la listita de promesas de Caputo de hace una semana la inflación bajaba. Pero la dinámica de precios no parece ir hacia esa desaceleración. Y los datos de agosto confirman las dudas sobre el rumbo económico.
A pesar de los chamuyos de Milei, la fuerte recesión, y el ancla cambiaria, no hay señales a la vista de que la situación vaya a mejorar para laburantes y jubilados. Aunque los sindicatos parece que todavía no se enteran.
Con estos precios, ¿cuánto mes te sobra al final del sueldo?
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