A Javier Milei no lo vieron. Fue este domingo por la noche. La gente, como le gusta decir al presidente, cambió de canal o apagó el tele. Pero decidió no ver la cadena nacional que el Gobierno impuso para hacer un ridículo acto de campaña y anunciar un Presupuesto 2025 que tiene como objetivo esencial garantizar los pagos de la deuda externa. Una deuda ilegal y odiosa, que solo trae más sufrimientos al pueblo trabajador.
En el caso de Canal 13 pasó de 5,4 puntos de rating a 0,8 cuando inició el discurso de Milei. La caída fue estrepitosa también en el caso de Telefé, que perdió la mitad de su audiencia en pocos minutos, a partir de las 21h. Cuando finalizó la cadena nacional, los canales recuperaron su nivel de audiencia.
Las burlas en redes sociales fueron inmediatas. Milei había apostado a ocupar un lugar destacado en un horario de prime time y no logró. Myriam Bregman, referente del PTS-Frente de Izquierda, tuiteó irónicamente: "No lo vio ni Conan".
¿Cuánto de ese desinterés por escuchar a Milei tiene que ver con la caída de su credibilidad? La pregunta es válida. Un reciente informe de la consultora Zuban-Córdoba indicó que “la gente cree que muchas de las frases dichas por el presidente recientemente son mentiras. A modo de ejemplo: el 70,6 % cree que es mentira que “el poder adquisitivo de jubilados voló” y un porcentaje aún mayor (76,2%) opina que es mentira que “las tarifas de agua, luz y gas están regaladas”. La decisión de no escuchar al presidente puede estar vinculada a este factor.
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