La Unión Europea quiere recuperar posiciones en su competencia imperialista ante la pérdida de competitividad con Estados Unidos y frente al avance de China. El informe de Mario Draghi, presentado hace unos días, ya plantea una hoja de ruta frente a la crisis que se arrastra hace ya varios años por la pandemia y el inicio de la guerra en Ucrania.
Con este marco de fondo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reestructurado en esa dirección el gabinete de la que es la más poderosa de las instituciones europeas, tal y como ha anunciado este martes en rueda de prensa.
Bajo el eufemismo de “Prosperidad, seguridad y democracia”, la verdadera agenda de Von der Leyen es el rearme militar, el control social y fronterizo, y el reforzamiento de los intereses imperialistas de las grandes corporaciones europeas.
Con el frente bélico en Ucrania en dificultades para la UE y la OTAN, y ante el avance de la extrema derecha en países centrales como Francia o Alemania, la Comisión europea está sigue integrando la agenda y los propios representantes políticos de la extrema derecha en su política.
Así, Von der Leyen ha nombrado al ultraderechista italiano Rafaelle Fitto como vicepresidente ejecutivo para Cohesión y Reformas, el ultraconservador letón Valdis Dombrovskis será el nuevo comisario en Economía y Productividad, mientras que el derechista francés Stephane Séjourné estará a cargo de la cartera de Prosperidad y Estrategia Industrial. Estos son algunos de los nombres de Von der Leyen en el nuevo Ejecutivo derechista de la Comisión europea.
Entre los nombramientos se encuentra el de Teresa Ribera, actual vicepresidenta tercera del PSOE del Gobierno de España y responsable de Transición ecológica. Ribera vendrá a sustituir por parte del Estado español, al comisario saliente Josep Borrell, que se hacía cargo hasta ahora de la cartera de Política Exterior y Seguridad y ha sido uno de los principales portavoces del militarismo imperialista de la UE desde el inicio de la guerra de Ucrania.
Ribera asumirá el área de Transición Limpia, Justa y Competitiva (Clean, Just and Competitive Transition), en lo que ya es una clara declaración de intenciones de unir “transición ecológica” con “competitividad”. Si con el inicio de la guerra de Ucrania el inconsecuente discurso “ecologista” de la UE ha quedado enterrado por la escalada militar y las necesidades energéticas por el conflicto con Rusia, los problemas económicos que se siguen arrastrando lo van a hundir todavía más.
Una neoliberal “progresista” para garantizar la agenda verde del imperialismo europeo
El nombramiento de Ribera, casi la única excepción “progresista” en los nombramientos de von der Leyen. Pero el currículum de la nueva comisaria está a la altura de la agenda imperialista europea y su “capitalismo verde”.
La trayectoria de Ribera se remonta a los gobiernos de José Luís Rodríguez Zapatero, donde se involucró en el Proyecto Castor, cuando ocupaba la Secretaría de Estado de Cambio Climático. El proyecto era un enorme negocio para la empresa de Florentino Pérez, ACS, y pretendía crear un gran depósito de gas frente a las costas Vinaroz (Castellón) y el delta del Ebro. Las consecuencias medioambientales fueron gravísimas con más de 500 seísmos en la región a raíz de las obras.
Ya en el Gobierno de Pedro Sánchez, Ribera ha tenido un papel central como ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Destacando su rol en la en la gestión desde 2021 y en adelante de los fondos NextGenerationEU, un traslado de miles de millones de euros de fondos públicos europeos a las grandes empresas del Ibex35, presentado como “transición ecológica”, pero que ha servido a los capitalistas para realizar restructuraciones. Otro rescate al capital, esta vez tras la crisis pandémica con una maniobra de “greenwashing”, mientras la clase trabajadora y los sectores populares han visto diezmados sus salarios y su capacidad adquisitiva por la inflación.
Este es el balance de la nueva comisaria europea del Estado español, Teresa Ribera, que ha asumido durante años una agenda neoliberal, militarista e imperialista cada vez más a la derecha, como el resto del Gobierno del PSOE y Sumar (y antes con Unidas Podemos), y que ahora va a hacer lo propio desde la Comisión europea y su giro ultraderechista. | 
