Al discutir el ajuste fiscal aplicado desde la reelección de Dilma, la conclusión de la mesa se dio en torno al “Fuera Levy", sustentado en argumentos sobre la ineficiencia del actual ajuste para los mercados y para la popularidad de Dilma. Para la CUT el ajuste fiscal en curso es "malo" ya que no logra reposicionar a Brasil en la perspectiva del crecimiento. Existe, sin embargo, un acuerdo implícito de que el ajuste es necesario y como si fuera poco, la CUT viene demostrando en la práctica que quiere disputar la implementación de otro ajuste "bueno", que agrede también a las patronales
El ajuste fiscal que la CUT quiere discutir y busca implementar en sectores donde dirigen es el Programa de Protección al Empleo (PPE), que busca reducir los costos de las empresas en un momento de crisis al mismo tiempo que reduce el salario del trabajador. Otro ejemplo son las negociaciones salariales por detrás de la inflación, mientras el conjunto de los productos y servicios aumentan y los empresarios que venden estos bienes y servicios siguen obteniendo “ganancias extras”, se niegan a reajustar los salarios de los trabajadores según la inflación.
Un mecanismo que la CUT defiende en su proyecto para un ajuste fiscal “bueno” es la inflación prolongada - en lugar de atacar la inflación por la vía de disminuir la actividad económica y generando un crecimiento negativo ("recesión)-, la propuesta de la CUT es más "amena" al permitir que la inflación se mantenga por períodos más largos aunque genere pérdidas salariales para los trabajadores brasileros.
Es necesario un programa de los trabajadores contra la crisis
Como hemos visto, el XII Congreso de la CUT, en medio de la crisis económica del país, presenta como propuesta una “lucha contra la recesión”, ya que con recesión no hay crecimiento. Así, propone con la ayuda de intelectuales petistas como Marcio Pochmann, un "ajuste bueno" y diferente, pero para tal fin hay que "sacar a Levy del camino". Sin embargo, el contenido de este ajuste está a favor de los intereses de la "industria nacional" (léase Federación de Industrias del Estado de San Pablo y la Confederación Nacional de la Industria) pasando por encima de los derechos de los trabajadores con el PPE (que está siendo aprobado en las fábricas, con el apoyo y la orientación de la burocracia sindical de la CUT y Força Sindical), la reducción de jornada de trabajo con reducción salarial, " inflación prolongada" - desvalorización de los salarios-, además de la precarización del trabajo (con la reglamentación de la tercerización y los acuerdos colectivos especiales) - este es el verdadero "modelo chino", según la CUT, para que Brasil retorne al crecimiento,.
La organización de los trabajadores en cada lugar de trabajo junto a la población pobre y en cada lucha, como la de los bancarios, los maestros y la reciente huelga de los trabajadores del Correo, enfrentando a las burocracias sindicales, patronales y defensores del gobierno, es el camino para que los trabajadores impongan un programa para que la crisis la paguen los ricos y empresarios.
Este programa debería comenzar por una campaña por el no pago de la deuda externa, por el reajuste salarial de acuerdo a la inflación, por la reducción de la jornada de trabajo sin reducción salarial y luchar por garantizar un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar (no permitiendo rebajar el nivel de vida de la población).
En este sentido, denunciamos la adhesión del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) y PSOL al Frente “Pueblo Sin Miedo”, que es un frente funcional a los intereses del gobierno y de la burocracia sindical como la que dirige la CUT. Es necesario romper con este Frente para crear una alternativa real de los trabajadores, una tercera vía política contra el gobierno del PT y la oposición de derecha, construida en la lucha de clases y desde las bases para enfrentar los impactos de la crisis y el ajuste fiscal de Dilma y Levy. |