La nueva aplicación TAC se presentó a los trabajadores como una herramienta innovadora que ayudaría a optimizar y mejorar la operación, pero lejano a ello se ha convertido en un instrumento de control y productividad, que vulnera los derechos laborales y contribuye al avance de la pérdida de materia de trabajo para los telefonistas.
Telmex y la dirección del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) han enfatizado en que la base trabajadora no debe negarse a la modernización de los procesos de trabajo, argumentando que solo así pueden subsistir la empresa y el sindicato sin importar que esto implique retrocesos para la base trabajadora.
Una aplicación centrada en alcanzar más productividad y reducir contrataciones
Telmex Atención a Clientes es una aplicación móvil que utiliza inteligencia artificial implementada por la empresa para la operación y vigilancia de sus trabajadores y trabajadoras de Planta Exterior, para que los jefes de centro junto con los auxiliares sindicalizados distribuyan el trabajo a los técnicos de una forma más “eficiente y ágil”.
La intención de que cada técnico visualice el trabajo del día en su celular y organice su ruta es una iniciativa que, pretendiendo optimizar el trabajo, no tiene en cuenta las dificultades que surgen en campo, ni las cuestiones técnicas que la propia aplicación puede dificultar, como se ha mostrado en algunos casos donde en vez de mejorar el trabajo lo dificulta con pruebas en tiempo real, entre otros.
Se muestra evidente que es una medida patronal de control y por el aumento de los ritmos de productividad laboral, implementada en acuerdo con la burocracia sindical. El funcionamiento adecuado de la aplicación le ofrece a la empresa una proyección nacional de los ritmos de trabajo y las posibilidades de carga para miles de telefonistas en Planta Exterior con un mayor control a distancia del funcionamiento de los centros de trabajo.
Inspeccionar y visualizar la ruta de cada técnico y los tiempos en cada servicio, reduciendo “tiempos muertos” y presionando a la atención de más servicios, permite a Telmex una proyección de mayores posibilidades de explotación de sus trabajadores, mayor eficiencia y productividad sin que impliquen más contrataciones. Básicamente, un ciclo de mayores ganancias arrancadas al trabajador.
El tema de las vacantes es un punto crítico de las discusiones entre Telmex y el STRM, pues la política central de la familia Slim se concentra en aumentar exponencialmente los servicios cubiertos con filiales de subcontratación y ultra explotación laboral, semi congelando en los hechos las plazas de telefonistas sindicalizados, sumado a los años del Programa de Permanencia Voluntaria que retrasó al máximo la jubilación de telefonistas, un contexto que le ha permitido a la patronal impedir el ingreso masivo de nuevas generaciones de telefonistas sindicalizados, de paso debilitando nuestro sindicato.
Los telefonistas de Planta Exterior que trabajamos hasta 12 horas diarias, con guardias y horas extras, compensamos con explotación, desgaste físico, laboral y sin equipo adecuado en muchos centros de trabajo, la sed de ganancias de la empresa que se dice en números rojos hace años, pero se sigue sosteniendo en millonarias ganancias.
Las nuevas contrataciones son una demanda urgente y constante del STRM que tras muchos años de mesas de negociación y concesiones de la dirección sindical, la patronal otorga a cuentagotas algunas de las 2,000 vacantes arrancadas en los procesos de negociación de 2023, donde la patronal modificó el antiguo régimen jubilatorio.
Si algo le estorba a la patronal en Telmex es el Contrato Colectivo de Trabajo y la organización sindical telefonista, por ello las últimas dos décadas se ha enfocado en atacar los derechos contractuales, en retrasar y reducir las contrataciones, en aumentar exponencialmente las filiales, aumentando la subcontratación y precarización. Ahora, una aplicación capaz de eficientar la productividad, no es más que una medida más de la ofensiva patronal que no trae beneficios para los trabajadores.
Por ello, los telefonistas debemos luchar en defensa de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo y las conquistas que ganaron generaciones anteriores de trabajadores, además de la cobertura de las miles de vacantes generadas por las políticas de nula contratación. Lo que vivimos los telefonistas con Slim es una clásica ofensiva neoliberal que nos exige cerrar filas en defensa también de nuestro sindicato y exigiendo a la dirección la defensa de nuestros derechos y dejar de complacer al patrón con sus medidas de productividad.
En perspectiva los telefonistas necesitamos recuperar la esencia combativa del STRM que nos permita enfrentar la ofensiva patronal. Para eso nos organizamos en Desde las Bases de forma independiente. |