El dia miércoles, las calles de todo el país se llenaron nuevamente para defender a la educación pública y contra el veto al financiamiento universitario del gobierno de Javier Milei, que horas después confirmó de manera provocadora.
Rosario no fue la excepción, decenas de miles de personas marcharon al Monumento a la Bandera. Las calles se llenaron de estudiantes, docentes, no docentes, graduados de universidades, terciarios y de muchos secundarios que ya saben copar las calles por sus derechos como fue en la marcha de la Noche de los Lápices. Trabajadores solidarios organizados con sus sindicatos y jubiladxs presentes también con sus reclamos hacia un gobierno que solo da ajuste y miseria.
A diferencia del 23 de Abril, esta vez la convocatoria fue en la plaza Montenegro y no en la tradicional plaza San Martín, una plaza más chica y con un recorrido más escueto al monumento. Poco le importó a la gente que pese a la mala organización y todo lo que demoró en arrancar, no entraba un alfiler en la peatonal San Martín ni en la plaza.
La ansiedad por arrancar a marchar, después de horas de espera, se podían contener leyendo los carteles de los estudiantes en la marcha, “sin universidad pública no hay injerto capilar para Adorni”, “Casta el que lee”, “UNR te amo”, todas expresiones de apoyo a la educación pública y también de bronca contra un gobierno nacional de Milei.
La predisposición a pelear y los límites que se imponen
Toda la movilización no dejó a la duda que hay fuerza y voluntad de frenar el ajuste y la crisis. Pero algo es importante dejarlo claro, los que organizaron la convocatoria a la marcha, el Rector Bartolacci y las autoridades universitarias que tienen un discurso de defensa de la educación pública y progresista, pero es parte de un gobierno municipal como el de Javkin, muy cuestionado la gran mayoría de los rosarinos, así como del gobierno provincial de Pullaro, que viene de hacer una reforma previsional para los trabajadores estatales que entre muchas irregularidades en su aprobación, también hubo palos y gases en las puertas del Congreso en la capital santafesina. Todo en el marco de ajuste brutales, hay que recordar las cifras de pobreza que tiene el Gran Rosario subió al 46,8% y la indigencia se triplicó en un año, como para darse una idea.
Además de ser parte nacionalmente del radicalismo, que ya es visto por todos, el nivel de colaboración que ha tenido con el ajuste de Milei en la aprobación de la nefasta Ley Bases y el veto al aumento de los jubilados, por decir algunas.
No es de extrañar entonces, que la convocatoria de la cual fue parte la FUR, que está dirigida por la Franja Morada agrupación universitaria radical, no haya sido frente a Gobernación como tradicionalmente se hace, era preferible hacer una marcha más corta, apiñados en las calles estrechas, antes de que surja críticas al Gobernador Pullaro. Sumado a las horas que se demoró el comienzo de la movilización por la cantidad de notas y fotos sacadas al rector y autoridades en la cabecera de la marcha.
Frente a esta política, ni la conducción de la Coad opositora a Bartolacci y los radicales, así como tampoco la Secretaria de la FUR y los centros opositores a la Franja Morada, como lo son los conducidos por el Alde o Patria Grande, tuvieron iniciativas distintas o alternativas que hubiera significado pelear por otro lugar de concentración para marchar y de no haber consenso expresarlo en un bloque opositor para que se puedan expresar estas diferencias.
Llenar de vuelta los Centros de Estudiantes
En cada registro fotográfico, video y en cada historia de Instagram, se aprecia la enorme cantidad de estudiantes universitarios que asistieron a la marcha. Estos se movilizaron casi de manera espontánea en defensa de la universidad pública. No hubo columnas de los centros de estudiantes, las banderas de los centros y de la Federación Universitaria estaban dispersas en la movilización. Las conducciones movilizaron a su militancia pero sin generar un movimiento amplio al rededor de las organizaciones estudiantiles. Tanto radicales como la oposición del FEU, Alde, Patria Grande y el peronismo, no llamaron a una sola instancia de debate para preparar la movilización de miles que logramos.
Esto se debe a la falta de preparación de la marcha mediante asambleas, donde cada estudiante se siente parte para pensar la convocatoria, las consignas y abrir el debate. Así, la marcha no se encorseta en temas ya discutidos de antemano. Esto contrasta con las columnas de los terciarios, donde, al haber tenido asambleas y discusiones previas, sus columnas, junto a los centros de estudiantes, eran más grandes, a pesar de que sus organizaciones son menores. No es solo por las asambleas previas a esta marcha, no hay vida estudiantil alrededor de los centros de estudiantes por qué no hay festivales, clases públicas, ni reuniones. Sino que se han transformado con los años, cada vez más en organismos de servicios, ofreciendo únicamente beneficios a los estudiantes en descuentos para cafés o en tarjetas para determinados bancos, en lugar de ser espacios de encuentro y organización como lo fueron históricamente.
Debemos recuperar los centros mediante asambleas, discusiones y movilizaciones para que sean espacios de encuentro capaces de enfrentar la crisis social y el ajuste que imponen los gobiernos. Pensar un plan de lucha en común porque la movilización del día 2O fue solo el primer paso para enfrentar al gobierno de Javier Milei quien nos declaró la guerra vetando la ley de financiamiento universitario horas después de la marcha.
Debemos impulsar un plan de acción en cada facultad, instituto y secundaria para derrotar el veto, que ya se va a tratar probablemente este miércoles próximo, con asambleas y vigilias en cada lugar de estudio. Porque las fuerzas y la predisposición ya están presentes. |