Josefina Cantero es psicóloga y trabaja desde hace 12 años en el hospital. Denuncia las mentiras que difunde el gobierno para cerrar un centro de alta complejidad y destaca el trabajo interdisciplinario que se realiza, así como el abordaje territorial.
Este viernes, el Gobierno Nacional comunicó que tiene el objetivo de cerrar el Hospital Nacional en Red de Salud Mental Lic. Laura Bonaparte. Este hospital es el único a nivel nacional especializado en salud mental y adicciones, y ha brindado atención a más de 25.000 personas en los últimos 10 meses.
Los trabajadores y profesionales han decidido, en asamblea, permanecer en sus puestos de trabajo y han convocado a la comunidad a sumarse a la lucha en defensa del hospital y la salud pública. Están recibiendo una amplia solidaridad tanto de usuarios, así como de sectores de salud y otros gremios de trabajadores, estudiantes, asambleas barriales y distintos sectores de la oposición al Gobierno de Milei. Este sábado se realizó un festival por la defensa de la salud pública y por los puestos de trabajo.
Hablamos con la psicóloga Josefina Cantero que atiende en el servicio de niños, niñas y adolescentes. Subraya que es mentira lo que plantea el gobierno que la atención que se brinda es de baja complejidad, y resalta que "La atención en salud mental es compleja y requiere un equipo interdisciplinario". También señala que: "Si bien nos preocupa la fuente laboral, lo más grave son los 25.000 pacientes que asistieron en estos diez meses; más las 98.000 consultas ambulatorias y 15.000 en abordaje territorio".
- Contanos un poco sobre el hospital. ¿En qué se diferencia de otros servicios públicos de asistencia en salud mental y consumos problemáticos?
En otros hospitales generales existen servicios de salud mental, pero no son tan especializados como este. Este lugar es único porque integra todas las disciplinas relacionadas con la salud mental, incluyendo psiquiatría, psicología, trabajo social, psicoterapia, terapia ocupacional, médicos generalistas, pediatras, odontólogos, nutricionista y enfermería especializada en salud mental y adicciones. La salud mental tiene características particulares que la diferencian de otras disciplinas.
El gobierno intenta mostrar que no atendemos pacientes o que trabajamos poco, pero el Hospital Nacional en Red ha atendido a 25.000 personas en los últimos 10 meses. Con 612 trabajadores, de los cuales 300 son profesionales, el resto sostiene el hospital en áreas como cocina, mantenimiento y administración.
La atención que se brinda es interdisciplinaria, como lo establece la Ley de Salud Mental, y se enfoca en usuarios en situaciones de gran vulnerabilidad en cuanto a sus derechos, que enfrentan problemas habitacionales y laborales.
Por ejemplo, atendemos 300 tratamientos de niños, niñas y adolescentes en consultorios externos, que quedarían sin tratamiento alguno, afectando también a sus familias. Este servicio colabora con escuelas, defensorías y hogares, atendiendo a niños y adolescentes institucionalizados, lo que hace que estos tratamientos sean fundamentales para su vida.
Además de esto, está toda la atención a los adultos en el Hospital Nacional en Red, que cuenta con numerosos dispositivos, entre ellos una guardia interdisciplinaria de 24 horas, atención a la demanda espontánea, y un servicio telefónico de guardia a través de un 0800 al que puede comunicarse cualquier persona del territorio nacional. Se tratan patologías graves -como intentos de suicidio y situaciones de consumo problemático de sustancias, crisis de angustia-, abordando la salud mental de manera integral. No es solo un hospital que trata problemáticas de consumo, sino que aborda la salud mental en su totalidad.
También tiene un Hospital de Día, talleres, y un jardín para los hijos de los trabajadores, que recibe a 80 niños y niñas, los cuales quedarían sin jardín, lo que afecta profundamente a las familias que trabajan en el hospital, además de quedarse sin trabajo en un contexto de gran dificultad.
El jardín no es solo un lugar donde se dejan los hijos mientras se trabaja; los niños también construyen una identidad allí, con docentes, con una rutina, y una adaptación. Son niños de 45 días a 4 años, lo que hace de esta situación algo muy crítico.
- ¿Cómo tomaron los trabajadores la resolución del Gobierno?
La decisión de cerrar el hospital fue muy disruptiva, no era algo que se venía planteando ni mucho menos. Lo que venía sucediendo era una creciente precarización desde diciembre, cuando los contratos empezaron a firmarse cada tres meses. Imaginemos lo que es vivir cada tres meses con esa incertidumbre. Además, en agosto hubo 30 despidos en el hospital, y lo más tremendo fue el aumento salarial del 1%. La situación es muy crítica. Jamás nos imaginamos que iban a cerrar un hospital en un contexto postpandemia, con una situación social que recrudece el padecimiento mental. Todos conocemos las cifras globales sobre la salud mental y el malestar que genera.
- En el comunicado que emitió el Gobierno dicen que los 17 mil millones de pesos anuales que se destinan no se condicen con las prestaciones que ofrecen. ¿Qué responderías?
El comunicado del Gobierno, además de ser una provocación, es absolutamente falso. Dicen, además, que están derivando pacientes, lo cual es una mentira. Los pacientes los seguimos atendiendo nosotros, los profesionales que permanecemos en el edificio. Seguimos sosteniendo la guardia y atendiendo a 40 pacientes internados que quedaron a la deriva por las autoridades. Estos pacientes están siendo atendidos y acompañados por los trabajadores que seguimos acá. La realidad es que, con solo venir al hospital un lunes y ver la cantidad de pacientes que ingresan, ya se evidencia que lo que dicen no es cierto.
El discurso del gobierno para deslegitimar lo público, diciendo que somos "ñoquis" o que no trabajamos, se desmorona con solo acercarse al hospital y ver la demanda existente. Hay listas de espera, con 80 niños esperando tratamiento por falta de profesionales. La atención en salud mental es compleja y requiere un equipo interdisciplinario, algo que no se comprende socialmente. Además, muchos profesionales se han ido por la situación que estamos viviendo. Todo está registrado en estadísticas para quien quiera consultarlas.
- El Gobierno dice que quieren reestructurar…
Cuando hablan de reestructuración o reorganización, en realidad no están proponiendo nada. No hay respuesta alguna por parte del gobierno ni de ninguna autoridad, y necesitamos que esta situación se revierta urgentemente, principalmente por los pacientes. Si bien nos preocupa la fuente laboral, lo más grave son los 25.000 pacientes que asistieron en estos diez meses, más las 98.000 consultas ambulatorias y 15.000 en abordajes en los territorio.
Cada paciente de salud mental requiere un equipo interdisciplinario, porque es una patología compleja que no puede ser abordada por un solo profesional. El hospital es reconocido por su enfoque en la salud mental como un derecho, no solo como un tratamiento médico. Es un hospital muy respetado, que trabaja desde un paradigma que no tiene que ver con la internación compulsiva o la sobremedicación, sino con el tratamiento de la salud mental como un derecho. A menudo se compara con otros servicios de salud, pero la salud mental tiene un abordaje completamente diferente. Por ejemplo, una persona que llega a la guardia por un intento de suicidio no puede ser atendida en 10 minutos. Se convoca a su red de apoyo, familia y amigos, y se realizan entrevistas con psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y enfermeros especializados. Todo un equipo se activa, y lamentablemente hay un desconocimiento social sobre la complejidad de este trabajo.
- ¿Qué otros servicios brindan en el hospital?
El hospital también cuenta con un centro cultural que promueve la cultura en la salud mental, lo cual es fundamental. Se realizan talleres y muestras de arte, que son actividades esenciales para los derechos de los pacientes, pero que socialmente no se conoce la importancia que tiene este dispositivo.
- ¿Cuál es la población que asiste al hospital?
Recibimos pacientes de todo el país, especialmente por problemas de consumo.
Lo que está sucediendo está afectados los abordajes territoriales que realiza el hospital en zonas supervulnerables como en el barrio Zabaleta, en CABA; Lomas de Zamora; San Martín, La Cárcova y Villa Palito. Estos establecimientos tienen una articulación directa con el hospital y trabajan en los barrios más postergados, donde las necesidades son más acuciantes y el consumo problemático ha aumentado.
Las autoridades actuales no sabemos si renunciaron o qué pasó, porque solo vinieron a decir que no tenían nada que ver con lo que estaba sucediendo, que era una decisión del Poder Ejecutivo, y desaparecieron.
- ¿Ha aumentado el consumo problemático y las consultas en salud mental?
Sí, porque la salud mental está directamente relacionada con las condiciones de vida, y la situación actual es grave. En los últimos 10 meses ha aumentado las consultas, especialmente, por consumo problemático, reflejando el impacto de la crisis económica.
No pensamos el consumo problemático de sustancias como una problemática individual, sino como un síntoma de malestar social y cultural. Las problemáticas de salud mental siempre responden a la agudización de las crisis sociales: más consumo, más patologías, más depresión, más malestar, más intentos de suicidio, más sufrimiento.
La crisis económica golpea en todos los aspectos: lo social, lo vincular, la educación y la salud, incrementando el sufrimiento mental. A medida que las crisis avanzan, se rompen los lazos sociales, laborales, económicos y familiares. El Estado está retrocediendo en la garantía de derechos, y ahora además cierra hospitales, los cuales somos los que recibimos todas estas demandas.
-Están recibiendo mucha solidaridad. Contanos un poco sobre eso
Es muy importante la solidaridad que estamos recibiendo desde todos los sectores sociales: organizaciones políticas, culturales, pacientes, personas en redes sociales, famosos, políticos, partidos políticos, entre otros. Es un reconocimiento que reconforta, porque de un día para otro nos llega la amenaza de que quieren cerrar el hospital.