La semana pasada, estudiantes de la carrera de Odontología de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala (FESI) llevaron a cabo una asamblea en la que se abordaron problemáticas críticas que afectan tanto a la carrera como a la comunidad estudiantil en general. Entre las principales demandas destacan la falta de seguridad en las clínicas periféricas, y el alarmante problema de la violencia de género.
Como respuesta a estas preocupaciones, los estudiantes decidieron realizar un paro total de actividades con el fin de que las autoridades escuchen y atiendan sus exigencias.
Al día siguiente los estudiantes de las demás carreras que se imparten en Iztacala convocaron a una asamblea general frente al Edificio de Gobierno, conocido como "Bunker". En esta asamblea se expusieron una serie de problemáticas que enfrentan los estudiantes de todas las carreras, incluyendo la inseguridad en el campus, la falta de materiales para prácticas y la excesiva burocracia en el proceso de inscripción de materias.
En la asamblea se exigió a las autoridades un diálogo para que respondiera a sus demandas, pero a la falta de respuesta, la comunidad estudiantil ingresó al “Bunker" para continuar con la exposición de sus inconformidades. La falta de respuestas satisfactorias llevó a la comunidad a tomar nuevamente el Bunker en una segunda asamblea convocada el 4 de octubre, donde se reiteró la demanda de un diálogo efectivo.
Las autoridades finalmente se hicieron presente, y acordaron establecer una mesa de diálogo con representantes de cada licenciatura.
Después de largas horas de discusión, se acordó un paro y que se elaborará un pliego petitorio tanto general como específico por cada licenciatura, en busca de visibilizar las diversas demandas de los estudiantes.
El lunes, la comunidad se organizó para protestar cerrando temporalmente la Avenida de los Barrios. Durante la mesa de diálogo, se discutieron propuestas que buscan atender algunas de las inquietudes planteadas, pero las respuestas de las autoridades han sido insatisfactorias, con una sensación general de que intentan “dar carpetazo” a la situación.
Entre las principales demandas se incluyen:
- Incremento de la seguridad en la Facultad y alrededores.
- Mejoramiento y mantenimiento de las instalaciones.
- Transparencia en los procesos académicos.
- Implementación de un sistema de Transporte Seguro para la comunidad.
- Capacitaciones pedagógicas para el cuerpo docente.
- Destitución de personal administrativo incompetente (directivos)
Particularmente, se exige la destitución de tres funcionarias: la Lic. Carolina Consuelo Vega Villagómez, Jefa de la Unidad de Administración Escolar, por su ineficiencia en el manejo de inscripciones; la Lic. Alma Rocío Becerra Ramírez, Jefa del Departamento Jurídico, por su conducta intimidante; y la Bióloga Julia Reyes Reali, Jefa de Sección de Enseñanza Básica, por su desinterés y falta de apoyo a los estudiantes.
A pesar de que las autoridades afirmaron no tener la facultad para dar de baja a estas trabajadoras, no se ofrecieron respuestas claras sobre posibles sanciones o medidas correctivas, mientras tanto, la comunidad se sigue organizando, exigiendo solución a sus demandas. |