El 19 de septiembre pasado se llevaron adelante elecciones en el ARS, a las que se presentó el oficialismo de la Lista Blanca y la oposición organizada en la Lista Negra. Conversamos con Juan Contrisciani, delegado del sector cobrería y referente de la Agrupación Marrón, uno de los sectores que integran la Lista Negra.
¿Cómo fue el proceso de organización de la Lista Negra ante el llamado a elecciones?
Con nuestros compañeros y compañeras de la Agrupación Marrón dentro de la fábrica nos pusimos al frente de impulsar esta alternativa, proponiendo poner en pie una lista de unidad con compañeros independientes y con diferentes identidades políticas. Partimos del acuerdo de ser una opción antiburocrática, que pelea por la asamblea como órgano de deliberación y resolución, y por la independencia del gobierno y la gestión del ARS. También planteamos la necesidad de coordinar con los sectores que están en lucha.
¿Cómo llegaron los trabajadores del Astillero Río Santiago a esta elección?
Desde la Lista Negra recorrimos toda la fábrica, charlando con todos los turnos, llevando nuestras propuestas pero sobre todo escuchando mucho a las y los compañeros y podemos decir que se llegó a la elección en medio de mucha preocupación, por la falta de trabajo que hace mucho tiempo se sostiene en la fábrica y que va profundizando un vaciamiento del ARS, y por la situación económica que estamos viviendo los trabajadores de la Provincia de Buenos Aires, con salarios que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas y que cada vez se pone peor. Es muy extendida esta preocupación y la enorme mayoría de la fábrica ve como una amenaza este ajuste que se está haciendo en la Provincia.
Y en esas charlas, ¿qué planteo hicieron desde la Lista Negra?
Primero tenemos que decir que contamos solo con tres días de campaña para recorrer y llegar a toda la fábrica, y aún con esas condiciones logramos hacer 15 asambleas en distintos sectores y turnos. Como salida a estas preocupaciones desde la Lista Negra planteamos la necesidad de cambiar el rumbo que viene imponiendo la actual conducción de la Lista Blanca en ATE Ensenada, empezando por recuperar la Asamblea General como método de decisión; retomar también la discusión paritaria que el gobierno de Kicillof cerró y ATE acepta sin chistar; profundizar el reclamo por trabajo tanto al gobierno provincial como al nacional. Y algo muy importante que remarcamos, es la importancia de dejar la subordinación al gobierno de Kicillof al que nos llevó la conducción de ATE.
También se planteó acompañar y ser parte de las movilizaciones contra las políticas de ajuste de Milei, peleando junto a los jubilados que resisten el ajuste y la represión, a la comunidad universitaria que está en pie de lucha, a los trabajadores de aerolíneas argentinas, y a las y los trabajadores de la salud que también vienen siendo atacados y están dando muestras de una enorme resistencia. Denunciando el rol de las centrales sindicales y a ATE, que no están a la cabeza de estas peleas, como responsables de que el gobierno avance sin tener enfrente una resistencia acorde al ataque que descarga sobre trabajadores y sectores populares.
Finalmente la elección fue muy peleada, ¿Qué creen que expresó el resultado de la votación?
Sí, peleamos hasta el último voto y eso se vio en el resultado que terminó con un 51%, es decir 1105 votos para la Lista Blanca, y 1062 votos que es un 49 % para nuestra opositora Lista Negra. De conjunto nos parece que la elección demostró que hay un gran sector de trabajadores que entienden que ya no se puede seguir en la pasividad, y ya no cree que el camino que plantea el gremio nos lleve a buen destino, sino que por el contrario ve la necesidad de un mayor debate e intervención. Quienes votaron a la Lista Negra además quedaron muy moralizados ya que se demostró también que haciendo una gran elección realmente se le puede disputar al oficialismo de la Blanca que viene hegemonizando y monopolizando las decisiones desde hace tiempo.
Por eso, consideramos que la Lista Negra fue expresión de un malestar creciente por la propia situación laboral y salarial de la fábrica que es responsabilidad del gobierno provincial que conduce Axel Kicillof, combinado con la política de ajuste del gobierno nacional de Milei claramente reaccionaria, donde las empresas del estado son blanco directo de sus políticas de ataque. La Lista Negra canalizó el malestar con la pasividad del gremio aliado a Kicillof, ante la caída del salario y la falta de trabajo y proyectos productivos, y ante la bronca frente la innumerable cantidad de veces que el gobernador de la Provincia fue a la fábrica a hacer promesas que no prosperaron.
En adelante, ¿Qué proponen para seguir organizando el Astillero ante la situación en la que se encuentran las y los trabajadores?
Como Agrupación Marrón y siendo parte de la Lista Negra, queremos continuar con lo que se inició en la campaña, recorriendo los sectores, informando a todos los compañeros y compañeras de la situación laboral del Astillero, impulsando reuniones amplias y exigiendo la Asamblea General como órgano de debate democrático para decidir el camino a seguir. Nuestro desafío es fortalecer un espacio que se organice como un polo de resistencia contra el ajuste salarial de la Provincia. Está demostrado que habiendo silenciando el debate y siendo obsecuentes de supuestos “gobiernos amigos”, como presentaba la conducción de ATE al de Alberto Fernández, y lo hace ahora con el de Axel Kicillof, el astillero tocó fondo así como también lo hicieron nuestros salarios.
Como lo demuestra la actual lucha universitaria, como lo vimos con la acción decidida en defensa de sus puestos de trabajo del hospital Bonaparte, como lo estamos viendo en la gran lucha del Garrahan por no seguir perdiendo salario, o la gran elección de la Lista Bordó logrando el 42% en la ex Kraft - Mondelez, algo empieza a cambiar. Los trabajadores del ARS tenemos una larga tradición de lucha, de haber peleado contra los intentos privatistas en los 90, contra el vaciamiento de todos los gobiernos, contra el intento de Macri y Vidal de dinamitarlo, y contra los intentos actuales de cambio de figura jurídica para permitir los negocios privados. El ARS 100% estatal y productivo es una bandera de lucha actual, no podemos bajar los brazos. Y el ARS está a tono con la situación que comienza a cambiar y para enfrentar esos ataques hay que necesariamente recuperar las herramientas de organización para la lucha, los cuerpos de delegados, los sindicatos son un punto de apoyo fundamental para eso. Esa es la pelea que tenemos por delante y a la que apostamos a que se sumen más compañeros y compañeras. |