La UNLaM se sumó a la oleada de tomas y acciones contra el veto. Estudiantes debaten en asambleas, realizan clases públicas, caravanas y ollas populares junto a profesores. Repudio generalizado a las agresiones de las patotas del rector Martinez que da explicaciones en La Nación + mientras decide cerrar la facultad con cadenas para evitar el debate de los estudiantes. Las conducciones de los gremios docentes y no docentes tomaron la facultad. Las intensas jornadas muestran la disposición de miles de alumnos a enfrentar a Milei y se preparan para una nueva asamblea el lunes 14 de octubre.
Cuando se confirmó que los diputados avalaron el veto de Milei, los grupos de wasap de estudiantes de la Universidad Nacional de La Matanza, estallaron de bronca. La indignación empezó a brotar desde los chats. “Tenemos que hacer algo ya”; “no podemos dejar que esto pase como si nada”; “como puede ser que no estemos en el Congreso”. A la sesión definitoria del 9 de octubre solo la rodearon sectores de izquierda, algunos centros de estudiantes y sindicatos, aunque de forma muy “tibia” a diferencia de la masiva movilización la semana anterior. Confiaron en la rosca parlamentaria y fracasaron.
“Estaba cantado que los mismos que le sacaron el pan de la boca a los jubilados lo volverían a hacer contra nosotros”, señala enojado un jóven estudiante que se sintió engañado. Y tiene sentido, porque en la votación Milei fue acompañado por diputados del PRO, radicales y sectores del peronismo, que en las presidenciales habían apoyado a Sergio Massa y fueron parte de las listas de Unión por la Patria.
Los mensajes seguían llegando. En otras universidades, además de las más de 30 que estaban tomadas por estudiantes desde el inicio de la semana se empezaban a convocar asambleas para definir pasos a seguir. Nuevas tomas, ruidazos y clases públicas. En la UNLaM, los “autoconvocados” que ya habían convocado a una asamblea el martes previo a la sesión convocaron a una asamblea para las 18 en el mástil. La propuesta se viralizó por todas las carreras. Se sentía el enojo y el ánimo de ser parte de esa oleada de tomas y acciones en facultades de todo el país y debatir entre todos los pasos a seguir.
En el momento en que se empezaba a poblar el mástil, un comunicado oficial de la UNLaM informa buscó cambiar la intención del debate democrático:
La comunicación oficial venía con la sugerencia de que no fueran a la Universidad, justo en el momento en que empezaba a llegar el mayor contingente de estudiantes y con la bronca creciente que se expresa de forma activa a lo largo y ancho del país.
A las 17hs, y como si fuera “natural”, los sindicatos docentes y no docentes junto a La Liga Federal (Centro de Estudiantes desde hace más de 30 años) vaciaron la universidad y salieron a la calle para realizar un ruidazo. De a cientos iban llegando los estudiantes. Se empezaban a concentrar y se sumaban en la puerta. La bronca contra el veto de Milei y sus cómplices sintentizaba en uno de los hits “Finnochiaro botón, Finnochiaro botón (...)”, haciendo referencia al diputado del PRO, que es uno de los rabiosos defensores del veto de Milei y docente de la UNLAM.
Una universidad sin lugar para el debate de ideas
Los estudiantes que llegaban querían debatir qué hacer. “Mirá, yo estudio hace varios años y nunca vi a los estudiantes tan enojados”, comentaba un estudiante de Trabajo Social. El aire se espesaba por la bronca y la posibilidad de una toma en la Universidad más grande del conurbano era una posibilidad. Las autoridades y los sindicatos no querían que una asamblea democrática con los estudiantes a la cabeza voten la toma. “No son nuestros métodos” dijeron. Pero sí los de los estudiantes. Y por eso que muchos empezaron a gritar y a exigir desde ese mismo momento “Asamblea, Asamblea, Asamblea”. Y querían debatir dentro de la universidad, donde hay que resistir el ataque del gobierno de Milei y sus cómplices.
Fue el momento en que cientos de estudiantes volvieron a ingresar a la universidad y en ese momento fueron violentamente agredidos, con la seguridad privada que les negaba el ingreso y una patota apareció para prohibir el ingreso. Empujaron y les pegaron a estudiantes.
“Esto es inédito, en el momento que tienen que abrirla más que nunca para que podamos definir entre estudiantes cómo enfrentamos el ataque de Milei, nos cierran la universidad y nos mandan una patota”, denunció desde el lado de adentro de la reja Mickaela Vivas, que es Trabajo Social y de la agrupación En Clave Roja. Las rejas la separaban de muchos que quedaron del otro lado, pero fueron muchos los estudiantes que se bancaron los golpes y lograron entrar. Decenas saltaron las rejas mostrando una gran determinación a enfrentar las agresiones y a defender la educación pública.
Con casi una centena de estudiantes dentro y cientos del lado de afuera se improvisó una asamblea con un parlante y un micrófono. Desde la conducción de los gremios docentes y no docentes anunciaron la toma de la universidad y desplegaron un cartel: “Universidad tomada”. Los aplausos y los gritos resonaron en un festejo común. Parecía que se unía la comunidad educativa, pero no. Siguió sin permitirse el ingreso de los estudiantes a su universidad. Es que las autoridades utilizaron a la conducción del gremio no docente para evitar que se desarrolle el movimiento pro toma en la UNLaM. El enojo del estudiantado se expresaba en la pelea por desarrollar una asamblea y defender su educación pública con el método de la toma.
“No hay ninguna explicación de que le pongan una cadena a la puerta” señaló un estudiante de Comunicación que no podía creer la actitud de las autoridades de la Universidad. Todo tipo de atropellos fueron justificados por el rector. Golpizas a estudiantes, cierre con candados de una institución pública, presencia policial y de Gendarmería dentro del edificio violando (una vez más) la “autonomía universitaria”. Aunque el perpetuo rector Daniel Martinez parece no haberse enterado, desde la aprobación de la Ley de Educación Superior se sostiene que las fuerzas de seguridad no pueden ingresar sin una orden judicial a las universidades. Una vez más Daniel Martinez actuó con total impunidad.
Desde pasadas las 18 hasta las 22.30 cientos de estudiantes intentaron ingresar y fueron negados por el cierre con cadenas y los golpes del grupo de choque. El nivel de provocación bordeó lo bizarro. En el momento que estudiantes de afuera y adentro empezaron una nueva asamblea para definir cómo seguir, la patota encendió por los altoparlantes “La Marcha Peronista” para tapar el intercambio de ideas y propuestas. El repudio fue generalizado, incluso de estudiantes que identificados con el peronismo que sintieron un nuevo ataque en esa provocación.
La asamblea pudo continuar y definieron salir la totalidad de los estudiantes para hacer una asamblea entre todos en la entrada principal, sobre la calle Florencio Varela. Fueron cerca de 300 estudiantes que continuaban a las 23hs y definieron el impulso de clases públicas el día 10 de octubre y una nueva asamblea el día lunes 14 de octubre.
Clases públicas y asamblea
Durante el día jueves las clases públicas en las puertas de la universidades dieron un carácter activo al paro pasivo convocado por los gremios educativos. Una marea de estudiantes volvió a copar las puertas de la universidad en las clases públicas qué participaron docentes de las carreras de Trabajo Social, Cs. Económicas, Cs. Políticas, Medicina, Nutrición, Comunicación, entre otras. “Para mí que somos más de mil” comentó uno de los jóvenes de Ciencias Políticas que estuvo desde temprano y vio cómo se fue poblando.
“La fuerza está en la unidad y la coordinación desde abajo” dijo al tomar el micrófono Euge Fernández, docente de la carrera de Trabajo Social, parte del CEProDH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos). Y alertó: “Estudiantes, trabajadores, jubilados, todos juntos para poder vencer este plan, que viene a robarnos conquistas de más de cien años de lucha del movimiento de trabajadores. Así qué defendamos la universidad, nuestras condiciones de vida y a los jubilados. Unámonos y coordinemos”.
Fueron varias las intervenciones qué contaron el ejemplo del Hospital Bonaparte y la unidad qué están impulsando junto a otros hospitales como el Garrahan y otros sectores era fundamental para tirar abajo el plan de guerra de Milei, el FMI y los gobernadores.
Mientras daba inicio la asamblea en las puertas de la Universidad de La Matanza, el eterno rector Daniel Martinez utilizó la pantalla de La Nación+ para dar declaraciones. Sí, en el célebre canal que hace campaña permanente contra la educación pública, las tomas y cualquier tipo de organización de estudiantes y trabajadores. UNLaM había sido tendencia en X (Twitter) durante dos días seguidos. Los videos de las patotas pegándole a estudiantes circuló masivamente por las redes. El rector justificó la patota metiendo la interna peronista y diciendo que “había gente del municipio y del sindicato de Camioneros”. Daniel Martinez, una vez más, mostró una realidad paralela a los de los cientos de estudiantes que siguen dispuestos a defender la educación pública, organizándose en asambleas para definir pasos a seguir.
En la misma línea que el rector, Javier Trimboli, presidente de la Liga Federal pidió la palabra en la asamblea y repudió “todo tipo de violencia”. Más parecido a una provocación que a un repudió teniendo en cuenta que los estudiantes habían sufrido el ataque de una patota. Como expresión de la fortaleza de los estudiantes tuvo que anunciar que el centro de estudiantes se sumaba a la convocatoria a la asamblea del lunes 14 a las 18 horas. Un hecho importante para lograr la mayor participación de los 70.000 estudiantes que cursan en la universidad.
“¿Cómo seguimos?” era una de las preguntas que aparecía en cada grupo de estudiantes. Jenny Wainberg, estudiante de Cs. Políticas, militante de En Clave Roja y del PTS tomó la palabra junto a un nutrido grupo de jóvenes estudiantes y recordó que “El movimiento estudiantil argentino tiene una tradición de lucha enorme: la reforma universitaria de 1918, el “Cordobazo”, la pelea contra la Ley de Educación Superior de los 90”. Continuó con propuestas que fueron aplaudidas por las casi trescientas personas que escuchaban expectantes: “Tenemos que hacer una enorme asamblea el lunes 14, donde tenemos qué ser el doble o el triple de los qué somos hoy, hacer un plan de lucha en serio y una tercera marcha universitaria ya”.
Además tomaron la palabra desde una gran delegación de más de cien estudiantes de la carrera de Trabajo Social que propusieron la olla popular fue votada para el 12/10 en la puerta de la Universidad. Fue impactante la intervención de las graduadas que contaron la experiencia de la toma del Departamento de Humanidades contra el cierre de la carrera de Trabajo Social. Una experiencia de hace más de veinte años, que con esa experiencia logró que siga funcionando hasta el día.
Después de finalizar la asamblea, las actividades y acciones impulsados por estudiantes de la UNLaM continúan. El viernes 9 realizaron una nutrida caravana por el centro de San Justo, y en el momento de publicación de la nota se está preparando una Olla Popular y jornada de clases públicas desde la carrera de Medicina sobre RCP.
El movimiento estudiantil empieza a despertar contra las políticas impulsadas desde el gobierno de Milei. “Ahora hay que preparar con todo la asamblea de este lunes en la UNLaM, y que también se van a desarrollar en todas las universidades”, detallaron desde En Clave Roja, la agrupación estudiantil del PTS que está al frente en tomas de todo el país. “Es hora de votar un plan de lucha para preparar una tercera marcha nacional educativa que sirva para avanzar en la coordinación con distintos sectores que estamos siendo atacados. Es muy irracional que peleemos todos por separados. Tenemos qué unirnos trabajadores de la salud, jubilados, aeronáuticos, los docentes y todos los sectores en lucha para lograr un paro nacional y plan de lucha hasta derrotar el ajuste del gobierno de Milei y el FMI”, cerró Jennifer Wainberg.