Desde Atocha, pasando por Cibeles hasta llegar a la Plaza de Callao recorriendo la Gran Vía. Más de 150.000 de personas, según estimaciones del Sindicato de Inquilinas y otros convocantes, se movilizaron este domingo en las calles de Madrid en defensa del derecho a la vivienda y contra el aumento abusivo de los precios de los alquileres.
También hubo una manifestaciones en Barcelona para denunciar un modelo de ciudad especulativa donde los alquileres se volvieron prohibitivos por el auge del turismo, el negocio del alquiler temporario y la gentrificación, y se esperan nuevas convocatorias en otras ciudades del Estado español.
Bajo los lemas: “La vivienda es un derecho, no un negocio” y "Se acabó, bajemos los alquileres", el Sindicato de Inquilinas y casi 40 colectivos más convocaron a una manifestación que contó con la presencia de miles de jóvenes, estudiantes, trabajadores y vecinos, sindicatos de vivienda y plataformas contra los desahucios. El malestar contra la precariedad habitacional y la especulación inmobiliaria hizo eclosión en una situación insostenible.
Es por esto que más de 150.000 manifestantes ocuparon las calles de Madrid para exigir medidas urgentes para garantizar el acceso a una vivienda digna para todos.
“La vivienda no es un negocio, es un derecho”, “Madrid será la tumba del rentismo”, “Madrid ya no aguanta, Madrid se levanta”, “Reducción de alquileres ya” y “Ni casas vacías, ni gente sin casas” o “Contra la especulación, expropiación”, eran algunos de los lemas que se repetían con fuerza entre cánticos y gritos de protesta. Los manifestantes exigían una reducción del 50% en el precio de los alquileres, entre otras medidas.
Desde el Sindicato de Inquilinos de Madrid calificaron de “histórica” la movilización de este domingo. El colectivo está promoviendo una campaña en favor de una “huelga de alquileres” con el objetivo de lograr la reducción de los alquileres en un 50%. Una campaña que este 13-O ha tenido su pistoletazo de salida para organizarse desde abajo en todos los barrios.
Lo más destacado de la manifestación fue la participación de miles de jóvenes, por lo que algunos medios comenzaron a hablar del inicio de un nuevo 15M por la vivienda. Para esta generación, cada vez es más difícil emanciparse del hogar familiar y la incertidumbre sobre su futuro laboral se combina ahora con la frustración de no poder alquilar.
Los alquileres han alcanzado cifras inasumibles para la mayoría de trabajadoras y trabajadores, especialmente para la juventud y sectores más precarios. Para las jóvenes emanciparse es casi imposible, la edad media de emancipación es de 30,3 años, la más alta en los últimos 20 años.
Cuando las jóvenes consiguen independizarse no lo hacen solas porque es imposible. Para alquilar en solitario deben destinar el 93,9 % de su salario. Pero el drama de los alquileres no solo afecta la juventud, la mayoría de los trabajadores deben destinar el 43% del salario al pago del alquiler, cifra que en provincias como Madrid o Barcelona se dispara.
En la manifestación se denunció la lógica especulativa que permite que los grandes tenedores como CaixaBank, Blackstone o Azora obtengan beneficios milmillonarios, y que lo hagan con la complicidad de los Gobiernos “progresistas” que en los últimos seis años han permitido que avanzara este proceso que favorece la gentrificación y expulsa a la clase trabajadora y la juventud de sus barrios.
Al mismo tiempo, se denunció que la falta de un parque de vivienda pública favorece la espiral de precios de la que terminan beneficiándose estos grandes tenedores que ya destinan una parte importante de sus carteras al alquiler.
“Hay miles de viviendas vacías en manos de bancos y grandes tenedores: hay que expropiarlos y bajar ya mismo el precio de los alquileres”, señalaba Lucía Nistal, portavoz de la CRT. Nistal también denunciaba la hipocresía del gobierno con leyes de vivienda vacías, mientras que no se tocan los negocios de los grandes fondos buitres y la banca, responsables del alza de los alquileres.
También en Barcelona hubo manifestación este domingo para denunciar el modelo de ciudad neoliberal, especulativa, que expulsa de sus barrios a la clase trabajadora y los sectores populares. Un modelo de ciudad que, denuncian las plataformas y colectivos de la vivienda, está al servicio de las grandes fortunas.
Otras ciudades se suman a la lucha
La plataforma Málaga para Vivir ha convocado una manifestación para el 9 de noviembre y partirá de la Plaza de la Merced a las 11:30 h. También habrá movilizaciones en otras localidades como Granada, Sevilla Vigo, Palma de Mallorca y Murcia, entre otras, y se espera que en los próximos días haya más convocatorias de movilizaciones.
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