Los transportistas de paqueterías son explotados violando sus derechos como trabajadores constantemente. Esto no es nuevo, pero se potenció tras la pandemia de Covid-19, cuando las compras por internet se multiplicaron en todo el planeta.
Normalmente no se trabaja bajo contrato, por lo que abusos en el tiempo laboral diario o la falta de días de descanso son comunes. Las empresas trasnacionales como Amazon y Mercado Libre utilizan a empresas locales para que estas realicen sus entregas, liberándose de su responsabilidad patronal.
Algunos trabajadores se han dado cuenta de la violación a sus derechos cuando llegan al seguro social y se encuentran con que no están dados de alta.
Recientemente, en una empresa obligaron a trabajar a los repartidores, a pesar de haber sido 16 de septiembre (día festivo), amenazándolos con que, si no se presentaban a trabajar, se les descontaría dos días de salario. El día se tomaría como tiempo por tiempo
Uno de los repartidores nos ha transmitido a La Izquierda Diario su experiencia
Testimonio
Ese día (16 de septiembre) MercadoLibre nos citó bien tarde, y todos salimos con más de 100 paradas unos hasta 120, incluso algunas mercancías ya no entraban en la camioneta, pues hasta le empujaban para que entrara ( según sus políticas y sus prácticas no debes de forzar maltratar y cuidar los paquetes), sin embargo, a ellos no les importa. Ha habido veces que hasta estropean varios productos con tal de que entren, lo que provoca que se le entregue a los clientes en malas condiciones.
Al ser día festivo casi nadie trabajó, así que nos encontramos con negocios cerrados, calles bloqueadas, desviaciones viales, entre muchas otras dificultades. Aunque los administrativos sabían que era día festivo, nos mandaron con muchas paradas.
Ese día regresé más de la mitad de los paquetes que me asignaron llegando a mi casa a las 3 de la mañana, cuando me habían citado desde las 10 am y nos dieron salida para repartir hasta las 2 de la tarde. Es decir, estuve 18 horas, contando los tiempos de traslado de más de una hora.
Con este testimonio se puede observar que gran parte de las ganancias de estas empresas recae en la explotación que tienen sobre todos las y los trabajadores que forman parte del proceso para que cada paquete llegue hasta el domicilio final.
A los repartidores les presionan para que no regresen los paquetes pidiéndoles “que hagan más esfuerzo” en buscar a los clientes o al destino, robándoles de esta manera su tiempo, exponiéndoles a peligros en caminos y carreteras.
Estas empresas deben de responsabilizarse de todas y todos quienes forman parte de su distribución y otorgarles los derechos que se merecen y salarios dignos. |