Reunidos en Londres este miércoles 23 de octubre, representantes de los estados alemán y británico firmaron un acuerdo de cooperación militar entre los dos países. Se trata de un pacto histórico que surge bajo el signo de una creciente preocupación en la Unión Europea y la OTAN por la cuestión de la guerra en Ucrania. Alemania y el Reino Unido prevén así entrenar a sus tropas conjuntamente, iniciar esfuerzos en el desarrollo de misiles de largo alcance, reforzar la presencia militar de los dos países en Europa y, finalmente, la producción conjunta de armamento.
En una declaración publicada el martes, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, declaró: “Rusia […] está aumentando significativamente su producción de armas y ha lanzado repetidamente ataques híbridos contra nuestros socios en Europa del Este. Los aliados de la OTAN son conscientes de las necesidades actuales... y con este acuerdo, lo demostramos".
Dado que Alemania y el Reino Unido son el segundo y tercer mayor proveedor de ayuda militar a Ucrania, respectivamente, el acuerdo, denominado Acuerdo Trinity House, aborda los temores europeos de una desinversión estadounidense en el frente ucraniano en el marco de unas elecciones presidenciales en Estados Unidos que podrían llevar a la victoria de Trump. De hecho, el expresidente estadounidense siguió exigiendo que los Estados europeos dediquen una mayor parte de su presupuesto a la defensa y a la adquisición de equipamiento militar estadounidense, de lo contrario Estados Unidos no aplicaría determinadas cláusulas de la alianza atlántica. Si estas amenazas pretenden sobre todo llenar las carteras de pedidos del sector militar-industrial estadounidense y ganar algunos puntos en las encuestas electorales a bajo costo, también pretenden, en continuidad con la última cumbre de la OTAN, monetizar el apoyo de Washington a Ucrania y a la OTAN exigiendo a cambio que los Estados europeos inviertan en el frente del Indo-Pacífico y participen en la estrategia de estrangular la economía china, empujando a los países del continente a acelerar la reconstrucción de sus fuerzas militares. El acuerdo firmado por Alemania y el Reino Unido ofrece las primeras garantías en este sentido.
Así, el ministro alemán explicó durante una rueda de prensa en Londres que el acuerdo "es el comienzo de algo muy valioso y los proyectos previstos en este tratado nos aportarán sobre todo más seguridad en Europa", según informa L’Express. Lo mismo dice el Ministro de Defensa británico, John Healey, que considera que el acuerdo "envía una señal a nuestros adversarios: disuadiremos y nos defenderemos de cualquier agresión". A partir de la ampliación de la ayuda militar a Ucrania, las grandes potencias europeas se embarcan así en un proceso de militarización creciente gracias a este nuevo tratado entre el Reino Unido, Alemania y Francia, esta última "involucrada" en las negociaciones del acuerdo.
El Acuerdo Trinity House también prevé ampliar el ámbito de acción de las fuerzas militares británicas y alemanas. Así, la base escocesa de Lossiemouth acogerá aviones de patrulla marítima alemanes que despegarán para vigilar la costa norte del Atlántico. Por su parte, el recién inaugurado centro de mando naval de la OTAN en el puerto alemán de Rostock albergará al personal británico. Pero además, para prepararse para la intervención en el este, los ejércitos británico y alemán recibirán entrenamiento conjunto.
De hecho, un punto importante del acuerdo es el establecimiento de una fábrica del gigante armamentista alemán Rheinmetall en el Reino Unido, para producir cañones de armas y tanques, utilizando metal británico, y que promete crear 400 puestos de trabajo. La compañía armamentista no pretende limitarse a los cañones, sino que también desea explorar las posibilidades de producir pólvora en suelo británico y se prepara para colaborar con empresas inglesas para producir nuevas armas de guerra como tanques, helicópteros o drones.
Además, el Reino Unido, marginado por años de tensión post-Brexit, se unirá a Italia, Polonia, Francia y Alemania en el proyecto europeo para desarrollar misiles de largo alcance. Estos nuevos misiles deberían tener un alcance mayor que los misiles británicos Storm Shadow, en un deseo de llegar cada vez más lejos en la guerra.
Pocas semanas después de la publicación del informe Draghi y de los llamamientos de la Comisión Europea para iniciar una militarización coordinada en Europa, este nuevo acuerdo ilustra las mortales contradicciones de la militarización europea. Mientras la comisión lucha por imponer sus planes, los países europeos, presionados por la crisis de las economías desarrolladas, la depresión de los mercados y la inseguridad que pesa sobre las cadenas de suministro, se apresuran a restaurar sus capacidades militares de forma dispersa, en una carrera hacia la militarización y la destrucción que las clases trabajadoras europeas pagarán con años y años de austeridad, miseria social, guerra y muerte. |