Esta mañana la Generalitat anunciada que tan solo 2.000 de los miles y miles de voluntarios podrían ir a las zonas afectadas y que son once los municipios a los que no podría acceder ningún voluntario; algunos de los cuales como Paiporta se encuentran entre los más afectados por la DANA. El pretexto era la situación meteorológica: hoy llueve sobre mojado en Valencia debido a unas intensas lluvias que podrían prolongarse hasta mañana y dificultar las actividades de recuperación de la región, provocando accidentes. El motivo real: la visita de la Casa Real junto con el presidente del gobierno Pedro Sánchez y el president de la generalitat Carlos Mazón a la zona, anunciada ayer.
La comitiva real e institucional llegaba a Paiporta escoltados por 90 coches de policía y el ejercito limpiaba la zona por la que iban a pasar para garantizar que pudieran hacerse la foto, mientras impedían el paso a miles de voluntarios.
A su paso por Paiporta, la comitiva real, Sanchez y Mazón se han encontrado con la rabia de las y los vecinos y voluntarios que han logrado llegar, que han recibido a las utoridades con lanzamiento de barro, mostrando así su indignación ante la inacción de los gobiernos y la impostura de la Casa Real, cuya visita no solo no ayuda a las labores de los voluntarios, sino que las obstaculiza, dejando claro dónde invierten el dinero público en una situación de tamaña catástrofe.
Bajo gritos de “asesinos”, “hijos de puta”, “fuera” y “Pedro Sánchez, ¿dónde estás?”, cientos de vecinos y voluntarios, pertechados con mascarillas y material de limpieza, han roto la comitiva que estaba protegida por un fuerte dispositivo de seguridad con unidades a caballo. La seguridad se ha llevado a Sánchez y han abierto paraguas para que no les caiga barro.
Sin duda todo un intento de “cierre de filas” entre la Monarquía, el gobierno central y el de la Generalitat para hacer frente a una crisis de la que son absolutos responsables y que les cuestiona profundamente, tanto por la negligencia a la hora de evitar esta catástrofe como por la incapacidad de tomar medidas urgentes que puedan paliar sus peores efectos, como la suspensión del pago de hipotecas y alquileres, la garantía de permisos laborales retribuidos, el refuerzo a todos los servicios civiles de emergencia y que los pisos y hoteles vacíos puedan ponerse al servicio del realojamiento de vecinos y voluntarios. En lugar de eso, la “coordinación” entre administraciones se sigue dando en clave de refuerzo militar de la zona, donde hoy estaba prevista la llegada de 5.000 nuevos efectivos.
La catástrofe requiere un cuestionamiento al gobierno de Mazón y su inmediata dimisión, pero también un señalamiento al gobierno central. En este contexto, lo último que hace falta es que la Casa Real, una institución medieval y reaccionaria, se pasee para hacerse la foto, entorpeciendo las tareas de búsqueda, rescate y limpieza. Hay que depurar las responsabilidades políticas y patronales de este crimen social capitalista. Es necesaria la conformación de una comisión de investigación independiente, encabezada por los propios afectados, junto a las organizaciones de trabajadores y profesionales, que esclarezca todas estas responsabilidades y avanzar en su juicio y castigo.
La inmensa solidaridad que se está expresando estos días no puede quedar en manos de los mismos sectores políticos responsables de esta catástrofe con el Ejército, ni tampoco en las de la extrema derecha, que pretenden dividir a la clase trabajadora, culpando a sus sectores más desfavorecidos, pero que sin embargo están dando un ejemplo de solidaridad como los migrantes. Es necesario organizar y coordinar la solidaridad desde abajo y en forma autoorganizada, desde los sindicatos, en especial las organizaciones del sindicalismo combativo, y los movimientos sociales, de manera independiente del Estado. |
