La medida cautelar en primera instancia había sido dictada por la Jueza Stella Maris Vulcano en la causa que impulsó la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), y ordenaba a Aerolíneas Argentinas la “reinstalación provisoria en su puesto de trabajo” de Walter Rodolfo Schonfeld, Javier Eduardo Weledniger y Carlos Diego Sepliarsky, ya que consideró que los despidos habían sido arbitrarios y afectaban el derecho a la libertad sindical y a la protesta.
Sin embargo, la firma apeló y la Cámara del Trabajo, revocó esa cautelar por dos votos a uno. La jueza Diana Cañal, interpretó que se debía garantizar "la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación" y que estaba "en juego, a causa de la rescisión del contrato de trabajo decidido por la empleadora, la pérdida del trabajo y su carácter alimentario". Mientras que, el Juez Alejandro Perugini y Mario Fera, tuvieron otra interpretación.
La decisión judicial se da en el marco de una serie de medidas de fuerza que llevan adelante los y las trabajadoras de Aerolíneas Argentinas, reclamando por la recomposición salarial y en contra de la privatización de la empresa.
“Existe en la causa una controversia de aristas complejas vinculadas a la causal del despido directo que requiere de un mayor debate y prueba, y que, por consiguiente, excede el acotado marco procesal de una medida cautelar” y por lo tanto no habría “motivos para disponer la urgente e inmediata reinstalación que se pretende”, declaró Perugini. Se evidencia así el carácter abiertamente antisindical del fallo, atacando el derecho de los trabajadores no garantizando, en primer lugar, los puestos de trabajo.
En el trasfondo de este conflicto, se encuentra el plan privatista del Gobierno que busca no solo reducir los derechos de los trabajadores, sino que aspira a la apertura del cielo argentino a los negociados de empresas privadas. La dura pelea que llevan adelante las trabajadoras y los trabajadores aeronáuticos contra la avanzada de Milei necesita del apoyo de toda la clase trabajadora. |