El gobierno decidió poner en agenda la Educación Sexual Integral. Fue a partir de una declaración que hizo la vicepresidente Victoria Villarruel, en la cuál recortó algunos párrafos de distintos libros de literatura de las escritoras Dolores Reyes y Gabriela Cabezón Cámara (también atacó a otras autoras) con contenido de sexo explícito y de esa manera “denunciar” la ESI como “perversa y de corrupción de menores”. Tanto en los medios como en las redes sociales las escritoras fueron blanco de ataques así como a docentes que cotidianamente educamos en las escuelas. No casualmente en la misma semana se organizó un seminario contra la ESI en el Senado. Por su parte, Milei replicó en twitter un posteo donde un usuario denuncia "alto contenido sexual" cuando en realidad se trata de definiciones elementales sobre orientación sexual, sexo biológico, diversidad sexual e identidad de género.
Cometierra (2019), de la escritora argentina Dolores Reyes, o Las Aventuras de la china Iron (2017), forman parte de la bibliografía que el Gobierno bonaerense pone a disposición de las bibliotecas escolares, la lectura de éstos libros está orientada por la supervisión de docentes y dirigida para jóvenes que cursan el último año de la escuela secundaria. Sin embargo, iniciaron una cruzada contra estas autoras y las docentes que implementan la ESI en las escuelas, por ser textos “perturbadores y perversos”. Nada más alejado de la realidad que implica trabajar una novela en un aula, en la cual se abordan distintas temáticas que van desde lo estrictamente literario a temas como la violencia de género, las violencias sexuales, la construcción de la identidad, etc. A partir de esto la organización antiderechos, Fundación Morelli, presentó una causa penal contra el ministro de educación bonaerense Sileoni por “abuso de autoridad y corrupción de menores”.
Estos sectores reaccionarios que se organizan para atacar en las redes sociales, se hacen eco de las posiciones de la derecha internacional que atacan los derechos y demandas de las mujeres y la diversidad sexual. En Hungría, Rusia o Estados Unidos se censuran libros en las escuelas con el argumento de que las infancias no deberían recibir esa información ni siquiera en forma de literatura ficcional, que la educación sexual debería ser algo que sólo enseñe la familia en el ámbito privado.
Lo más grave es que niegan la realidad: la ESI y la perspectiva de género son dos pilares fundamentales en la lucha contra la violencia sexual y el abuso sexual infantil (ASI). Un estudio del Ministerio Público Tutelar (MPT) de la Ciudad de Buenos Aires reveló que entre el 70 y el 80 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 14 años que pasaron por la Sala de Entrevistas Especializada del organismo pudieron comprender que fueron abusados después de recibir clases de ESI. El 80% de los casos de maltrato y abuso a niños se da justamente en el entorno familiar.
Seminario de sexualización infantil… el odio y la ignorancia como bandera
Cómo si ésto fuera poco, el jueves 7 de noviembre la vicepresidenta Victoria Villarruel, que viene de reunirse con el papa Francisco hace poco, organizó y encabezó un seminario con el nombre: “Identidad y género el problema de la sexualización infantil.” El seminario se había propuesto con el objetivo de abordar “las consecuencias de la hipersexualización infantil, el daño psicológico que puede acarrear, la detección temprana de disforia de género acelerada y el derecho de los menores y sus padres en el contexto de la ley de identidad de género” citado en el sitio web del Senado.
En la presentación participaron la organización antiderechos Manada, Claudia Peiró que es periodista en Infobae y Débora Ranieri que es abogada. Ambas expusieron en contra de la IVE (interrupción voluntaria del embarazo) en el año 2018, sus posturas antiderechos no son novedosas. Se trata de una cruzada abiertamente reaccionaria y oscurantista contra la ESI, las leyes existentes, la diversidad sexual y docentes que llevan adelante la educación.
Durante las exposiciones, se encargaron de tergiversar su implementación, plantearon que la ESI no debería tener tanta relevancia en las instituciones e indicaron que tiene sentido el desfinanciamiento de la ESI (que en el año próximo tiene presupuesto cero) porque se convirtió en un “programa para prevenir abusos sexuales infantiles”. Lo cierto es que la propia ley habilita a que cada institución la aplique según su “ideario”, un artículo que logró imponer la Iglesia católica para evitar cumplirla en los colegios religiosos.
Se expresaron distintas voces fundadas en el odio hacia la diversidad planteando que el contenido de la ESI no es biológico, sino que hablamos de la construcción de la mujer y el varón, atacando de ésta manera la posibilidad de que las propias niñeces y adolescencias puedan manifestar su decisión de autopercibirse de un género distinto al asignado al nacer. Plantean que sólo hay dos sexos: hombre y mujer, y que se tienen que respetar los valores personales e íntimos de las familia. Y agregaron que “se impone desde la ESI salir de la heterosexualidad porque es un mandato”. Nada de todo lo que expresan es real.
El objetivo de la ESI es que se trabaje de manera respetuosa, didáctica, con distintas formas y abordaje las identidades de género y orientaciones sexuales para que sea realmente transversal en otros aspectos que cruzan la educación, se problematizan los mandatos sociales, la construcción social de los géneros, los roles y el funcionamiento de la sociedad en base a estos elementos, sin embargo para estos sectores el concepto de género no debería enseñarse. Atrasan un siglo por lo menos. Todas las expositoras atacaron también, al igual que la vicepresidenta, la literatura que se trabaja en escuelas secundarias de la provincia de Buenos Aires.
Confunden el desarrollo de la ESI, comparando su enseñanza con la promoción de la promiscuidad, y la libertad sexual sin responsabilidad. En la ESI se trabajan los vínculos saludables, el cuidado y la prevención en las prácticas sexuales. Durante las exposiciones trataron a las diversidades sexuales como enfermas. Una de las frases fue “la pandemia de la crisis de la identidad de género.” Y atribuyen absolutamente todas las problemáticas de salud mental (autolesiones y suicidios), el récord de casos de infecciones de transmisión sexual, y cambios de roles y vestimentas a la enseñanza de la ESI.
Con este discurso antiderechos el gobierno también busca que se legitimen recortes y ajustes en el Estado. Este año se redujo drásticamente la entrega de preservativos en todo el país. No hay plata para salud sexual y reproductiva. De hecho en el seminario se quejaron de que se reparten anticonceptivos abortivos (sic) y preservativos. Mientras, desfinancian el programa de prevención del embarazo adolescente (ENIA).
En plena crisis, golpean a les más vulnerables
Mientras el gobierno busca promocionarse como un “defensor” de las infancias con todos estos discursos reaccionarios, al mismo tiempo muestra su verdadera cara designando en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia a Juan Ordoñez, un ex ejecutivo de Codere Casino Online, empresa acusada por fomentar el juego entre los más jóvenes. En un momento donde son cada vez más visibles las consecuencias terribles derivadas de las apuesta para la juventud.
No sorprenden todos estos discursos y políticas ya que en distintos momentos Milei ha utilizado términos de violencia sexual explícita con metáforas que hacen alusión a la violación y el abuso sexual contra las infancias. En un contexto de crisis social esta agenda reaccionaria también tiene por objetivo generar chivos expiatorios, culpables de los grandes malestares que atraviesan a la sociedad.
Ante una vulneración constante de derechos humanos básicos como la vivienda, la alimentación, la salud, y la vida de los más vulnerables de la sociedad, deciden armar una campaña reaccionaria que no propone más que la censura ante un escenario tan complejo como el que estamos viviendo. Grupos como “con mis hijos no te metas” o la Fundación Natalio Morelli son parte de esta cruzada reaccionaria contra las personas LGBTIQ+ y las mujeres sobre quienes recae aún más todo el ajuste. Es por esto que hace pocos días días se realizó la marcha del orgullo que reunió a miles de personas en la ciudad de Buenos Aires y en otras partes del país, mostrando el repudio a los crímenes de odio, los discursos reaccionarios, los ataques a las leyes y programas, así como el ajuste.
Es necesario que las mujeres y la diversidad volvamos a organizarnos para enfrentar estos ataques. Frente a lo sucedido con el triple lesbicidio en Barracas, a los recortes a los programas de respuesta ante el VIH y las infecciones de transmisión sexual, el incumplimiento de la ley de identidad de género o despidos de personas que entraron al Estado por cupo laboral trans son parte de los reclamos que tenemos las mujeres y las diversidades, que está atravesado por un ajuste que destruye la educación pública, la salud pública y las condiciones de vida de las grandes mayorías. |