Un ataque israelí contra un edificio residencial en Beit Lahiya, al norte de Gaza, ha matado al menos a 72 personas, según informa la Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza. La Defensa Civil Palestina afirma que sus equipos no pueden llegar a la zona y que hay decenas de personas heridas y atrapadas bajo los escombros.
Los ataques de la madrugada de de este domingo han afectado a un grupo de edificios residenciales. Al menos 72 personas han muerto y, una vez más, se ha seguido exactamente el mismo patrón: los civiles han sido el objetivo de estos ataques dentro de sus casas, donde se habían refugiado. Se estima que al menos un tercio de los asesinados por los bombardeos son niños y niñas.
La mayoría de las personas que residen en Beit Lahiya, son desplazados que se trasladaron al norte de Gaza desde otras zonas y acabaron con sus familiares, suegros o amigos que decidieron acogerlos hasta que terminen los ataques, pero estos se han venido intensificando.
Al Jazeera entrevistó a Hani Mahmoud, residente del lugar, que dijo "La devastación continúa evolucionando en una situación mucho más difícil y desafiante para quienes permanecen en la parte norte de la Franja. Lo que estamos presenciando es una serie de acontecimientos horribles que recuerdan algunos de los peores acontecimientos de la historia. Estamos presenciando una destrucción sistemática de todos los medios de vida en la parte norte de la Franja. Esto incluye no sólo edificios residenciales, sino también muchas instalaciones públicas, infraestructuras, carreteras, todo lo que sustenta la existencia de la gente en la parte de la Franja de Gaza que está siendo destruida".
El Gobierno de la Franja de Gaza también reportó otros 24 muertos en los campamentos de Nuseirat y Bureij.
"El Ejército de ocupación (israelí) sabía que en esas casas y edificios residenciales se encontraban decenas de civiles desplazados, la mayoría de los cuales eran niños y mujeres desplazados de sus barrios", denunció la Oficina de medios del Gobierno de la Franja de Gaza en un comunicado, que también señala que en los dos ataques contra los campamentos de Nuseirat y Bureij (centro) otros 60 gazatíes resultaron heridos, y algunas de las víctimas fueron trasladadas al Hospital Al Awda y al de los Mártires de Al Aqsa, en la ciudad de Deir al Balah, también en la zona central.
A principios del mes de octubre las tropas israelíes retomaron su ofensiva, por tercera vez, contra el norte de Gaza dando lugar a un cerco militar y a continuos bombardeos buscando avanzar en una limpieza étnica total al norte de la Franja desplazando a la población local, mientras que grupos de colonos israelíes ya promocionan esas tierras como suyas y prometen ocuparlas en el futuro.
En el último mes y medio unos 2.000 palestinos han han sido asesinados y los tres principales hospitales de la zona, que también han sido atacados por Israel (el Kamal Adwan, el Indonesio y el Al Awda) funcionan parcialmente.
A eso se suma la virtualmente nula ayuda humanitaria que entró al norte de Gaza en octubre y que podría derivar en una hambruna "inminente", según han alertado en estos últimos días diferentes organismos internacionales, entre ellos la ONU.
El genocidio abierto de Israel contra Gaza desde octubre de 2023 ha provocado ya más de 43.800 muertes documentadas -cerca del 70 % mujeres y niños- y más de 103.600 heridos (aunque muchos consideran esta cifras como conservadora ya que miles de víctimas siguen bajo toneladas de escombros).
Los ataques de Israel continúan a pesar de los llamamientos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a un alto el fuego inmediato y de las directivas de la Corte Internacional de Justicia para que se tomen medidas ante el genocidio en curso.
Fuente: agencias | 
