Las elecciones estudiantiles en la Universidad Nacional del Sur reflejan, con sus contradicciones, la reciente movilización por la defensa de la educación pública: el crecimiento de la izquierda por un lado, la desigual participación electoral en algunos departamentos por el otro. Necesitamos debatir las estrategias de las distintas agrupaciones frente al ajuste en la educación y las políticas del gobierno de Milei y sus cómplices.
Desde comienzos de noviembre se desarrollaron elecciones de importantes centros de estudiantes como Humanidades (CEHum) y Ciencias de la Educación (CECEd). También el pasado 13 de noviembre se eligieron representantes estudiantiles en los órganos de cogobierno y así mismo del colegio electoral para la elección de decano en Humanidades.
Cualquier análisis de las elecciones debe partir de la pregunta: ¿Cómo llegaron los estudiantes y la comunidad universitaria a estas elecciones? Y es que este año no pasó en vano, hubo dos grandes movilizaciones convocadas por el CIN en defensa del presupuesto universitario, como el 23A y menos masiva pero más opositora al gobierno de Milei el 2 de Octubre. Desde la ratificación del veto de Milei a la ley de financiamiento universitario y frente a la inacción de las autoridades y las conducciones de los centros de estudiantes, protagonizamos a lo largo y ancho del país acciones de visibilización. En la UNS pasando por los cursos junto a docentes y no docentes, acompañando los paros, movilizaciones, clases públicas e impulsando dos tomas en el edificio de Humanidades.
Así, con la comunidad educativa, pusimos en pie la “Asamblea Permanente en Defensa de la Educación Pública”. Una institución de lucha y grupo de Whatsapp que no solo unió lo que las autoridades, burocracias sindicales y estudiantiles dividen, sino que articuló la fuerza de la comunidad universitaria bajo el impulso de ADUNS con las trabajadoras de la educación nucleadas en el Suteba Multicolor de la ciudad. Esta unidad que incluyó a docentes, no docentes, estudiantes y jubilados se cristalizó en una gran movilización que pasó por el rectorado y por la municipalidad exigiendo una Tercera Marcha Federal y un plan de lucha a las centrales sindicales contra los ataques a la educación pública por parte de los distintos gobiernos.
En la pelea en defensa de la Universidad pública hubo dos alternativas contrapuestas. Por un lado, quienes buscamos unificar las demandas por el presupuesto universitario, mejores salarios, becas integrales de estudio y por el derecho a la educación; construyendo democráticamente herramientas para enfrentar y derrotar el plan de ajuste de Milei. Y por el otro, quienes buscaron desarticular lo construido para negociar el ajuste con el gobierno. Esta última fue la estrategia del CIN, órgano del que participa el rectorado de la UNS.
El rector Vega por ejemplo, mientras sostenía en comunicados conjuntos con la UNICEN y UNMdP que la universidad estaba en crisis, deslegitimó al igual que la vicerrectora Castellano y las agrupaciones de derecha las acciones como la toma del edificio de 12 de octubre y San Juan. Mientras sesionó el Consejo Superior en “la calle” (por única vez), eran parte del CIN que no estaba dispuesto de ninguna manera a llamar a otra movilización que exigiera mejores condiciones de trabajo y estudio para la comunidad universitaria. Esta estrategia de aislamiento y mímica de lucha se jugó a desgastar el movimiento en el tiempo para la vuelta a la normalidad y que no se masificara un reclamo que posee un enorme apoyo social como la defensa de la universidad pública.
Así entonces, el 5, 6 y 7 de Octubre se llevaron adelante las elecciones para la conducción del CEHum. Más tarde el 12 de noviembre se desarrollaron las de CECEd y al día siguiente las elecciones generales para representantes estudiantiles de todos los consejos departamentales, el consejo superior, la asamblea universitaria y un colegio electoral de profesores, auxiliares y estudiantes para la elección de decano en Humanidades.
El departamento de 12 de Octubre y San Juan fue uno de los epicentros de la lucha educativa. Con asambleas que votaron medidas de fuerza y un importante sector de estudiantes que llevó adelante su primera experiencia de lucha contra el gobierno y las autoridades. Pero también, para muchos fue una primera experiencia contra la inacción del peronismo que conducía el centro de estudiantes y llevaba meses sin convocar a asambleas.
Humanidades pasó de la elección más baja de los últimos años en 2023 a la elección más masiva de la última década con 396 votantes [1].
También fue un escenario atípico por presentarse solo dos listas: la actual conducción de Nueva Universidad y la izquierda de Tesis XI, junto a estudiantes independientes, que conformamos la lista titulada “Defendamos la educación pública”. No lo hizo así la agrupación del rectorado Generación, que aunque con críticas al burocratismo de Nueva Universidad capitularon sin presentarse. Sostenidos por el régimen universitario y con lazos con la derecha libertaria de economía eran conscientes de que no resultaría gratuito para una agrupación como la suya el avance de la izquierda junto a estudiantes independientes para conducir el centro. [2] Así entonces, decidieron dedicar todos sus esfuerzos a las elecciones del 13 de noviembre para órganos de cogobierno y a organizar la candidatura y lista de profesores de la ex decana interina Guillermina Castro Fox.
Los resultados de la elección fueron 54% para NU (214 votos) y 45% para Defendamos la educación pública (178 votos). Cada campaña contrastó por el contenido de sus propuestas. La de la conducción, deslegitimada por su inacción ante las tomas y asambleas, intentó reubicarse bajo una defensa de la educación pública en general sin hablar de los gobiernos. Sin embargo, con algunas propuestas culturales se dedicó centralmente a hablar de la administración de las becas existentes y un fuerte discurso conservador anti política partidaria en el departamento.
La otra lista, “Defendamos la educación pública”, apuntó a la recuperación de un centro independiente de las autoridades y gobiernos, como también de lucha, para conquistar presupuesto para salarios y becas integrales. La izquierda creció en más del doble de votos respecto al año pasado, y tendrá el próximo año más secretarías en la actual comisión directiva del CEHum que serán espacios de organización para los estudiantes.
Frente a la elección del 13 de noviembre para órganos de cogobierno, de participación más restrictiva y con más peso del voto de gestión, Tesis XI se presentó en 3 de las 4 instancias que votaba el departamento. Además de renovar el consejero estudiantil se conquistaron dos electores de decano en el colegio electoral que tendrán una posición independiente. Otra expresión de izquierda e independiente de las autoridades fue la lista de auxiliares del Frente de Unidad por la Educación Pública, que en un gran debut estuvo a solo 2 votos de conquistar un elector frente a la lista de la actual gestión.
Respecto al Consejo Superior, Tesis XI puso en pie por segundo año consecutivo una lista que junto a estudiantes de distintos departamentos ofrecieron una opción de izquierda y la única independiente de las autoridades en todos los departamentos de la UNS. Esta lista sumó 100 votos más respecto al 2023. Se cuentan por decenas los mensajes de estudiantes que reconocieron en estas listas el compromiso de la izquierda en la lucha en defensa de la educación pública.
Ciencias de la Educación
El pasado 12 de noviembre se llevó adelante la elección del CECEd. La competencia fue también entre dos listas, ambas en relación con el actual espacio de Unión por la Patria. El resultado fue el desplazamiento por parte de la lista Praxis (PJ) a la conducción de la lista Espiral, una alianza encabezada por Unite (PCR), estudiantes relacionados al panperonismo y activistas independientes. A pesar de que el CECEd estuvo muy activo las tres semanas del conflicto universitario siendo, junto con Tesis XI, las dos agrupaciones que encabezaron la lucha, perdieron frente a un agrupamiento que nuclea a sectores del peronismo más tradicional. ¿Qué explica este resultado?
En principio la baja participación de la elección de centro dificulta sacar conclusiones generales sobre el estudiantado. Sin embargo, es posible decir que la lista Espiral se autoimpuso una elección de un solo día, creyendo erróneamente que menos participación garantizaría retener la conducción. Por otra parte, tampoco llevó adelante una campaña hacia la base estudiantil que muestre independencia política de las autoridades tan cuestionadas por sus prácticas arbitrarias que no admiten las excepciones y otras modalidades de cursado para quienes estudian y trabajan. Resultaba difícil también saber qué posición tenía el centro frente al ataque a la educación llevado adelante por todos los gobiernos, dado que varios de sus referentes militan en proyectos político-partidarios ligados al gobierno provincial y/o municipal del peronismo. [3]
Por último, la conducción no llevó hasta el final la pelea por un movimiento estudiantil independiente y autoorganizado. Esto va desde los delegados de curso, pero no se agota ahí, sino que se necesitan asambleas abiertas a los estudiantes. Estas instancias de participación estuvieron ausentes durante todo un año de mucho ajuste y empeoramiento de las condiciones de vida. A pesar de esto, luego del conflicto universitario muchas y muchos activistas del departamento que fueron parte de la Asamblea Permanente en defensa de la educación pública, evaluaron las dos opciones y reconocieron a Espiral como una opción de cara a las elecciones de centro.
Pero ya en campaña electoral la lista encabezada por Unite insistió en su orientación de centro de gestión casi sin hablar del conflicto educativo ni de Milei y sin mencionar su identidad política ni los problemas reales de la educación hoy. Fue entonces una campaña vacía de propuestas y sin delimitación de la lista adversaria que aunque tiene una identidad peronista más dura, impulsa la despolitización y capitaliza el descontento hacia el centro luego de un año lleno de dificultades para los estudiantes de ambos profesorados y la licenciatura que tienen que elegir entre trabajar y estudiar.
Frente al fracaso del experimento de Espiral que allanó el camino para el fortalecimiento de agrupaciones peronistas más conservadoras como Praxis, resulta necesario poner en pie una agrupación de lucha, democrática e independiente de las autoridades y gobiernos. Desde Tesis XI nos ponemos a disposición de construirla en común con quienes rechazan el ajuste y defienden la escuela pública sin importar quién gobierne. Porque citando al pedagogo marxista Lev Vigotsky, “los problemas de la educación solo se resolverán cuando se resuelvan los problemas de la vida”.
¿Cómo queda cada espacio en la UNS luego del 13 de Noviembre y de cara al 2025?
En una elección similar al 2023, Generación desplazó a Nueva Universidad y es la primera fuerza en la Asamblea Universitaria, arrebatando 1 representante a NU y Unidad respectivamente. En el Consejo Superior pasará de tener 3 a 4 representantes por quedar vacante el consejero que correspondía a La Libertad UNS. Vale recordar que el armado libertario no se presentó por la renuncia masiva de candidatos luego del escándalo de la lista con condenados por graves casos de violencia de género.
Así entonces esta fuerza respaldada por Vega y Castellano quedó como primera fuerza en departamentos con gran cantidad de alumnos como Ingeniería (52,2%), Computación (50,8%) e Ingeniería Química (56,3%). Superó este porcentaje en departamentos más pequeños como Economía, Química e Ing. Eléctrica y Computación. También sacó porcentajes de alrededor del 30% en departamentos que hegemonizaba tradicionalmente Unidad, como Agronomía y Administración, y Nueva Universidad como BByF, Geografía y Turismo, Ciencias de la Educación y Humanidades. Por su parte, Nueva Universidad sacó más del 50% en Ciencias de la Salud que actualmente es el departamento de mayor cantidad de estudiantes en la UNS.
¿Qué explica que en un año tan convulsivo se hayan dado pequeños movimientos porcentuales en la representación del estudiantado?
En principio todas las agrupaciones tuvieron que ser en mayor o menor medida opositoras al gobierno de Milei. Aquellas que se opusieron a las tomas y paros, además de estar relacionadas con el escándalo de las listas como Grupo Académico, pagaron el costo retrocediendo en votos. La agrupación del rectorado que hoy es la principal beneficiaria de la gestión de becas por medio de la secretaría de Bienestar fue empujada a participar de las movilizaciones, y en el caso de Humanidades, apoyar la toma por redes sociales. En cuanto pudieron jugaron a institucionalizar y desarticular junto a otras agrupaciones el reclamo universitario por mayor presupuesto.
Por su parte Nueva Universidad y Unidad siguieron el mismo movimiento en aquellos departamentos en donde tuviese un costo político darle la espalda al reclamo universitario, pero apostar a la normalidad lo más rápido posible. Sin embargo, no capitalizaron de la misma manera que Generación. En algunas coberturas de la elección incluso se deslizó que el peronismo municipal habría jugado en ambas listas.
En este marco la izquierda dió una pelea a contracorriente que denunció los convenios de la UNS con empresas contaminantes, la falta de becas y la necesidad de rever los planes de estudio. Esta propuesta cosechó 243 votos, destacándose los departamentos de Humanidades (22%), Ciencias de la Educación (9%) y Ciencias de la Salud (3%). Al funcionamiento restrictivo de los órganos de gobierno universitario contrapusimos la representación proporcional como sucede en la asamblea permanente. Allí decidimos de forma directa cómo continuar defendiendo nuestro derecho a la educación. A la vez que peleamos para que nadie se quede afuera de la universidad.
Nuestra perspectiva es generalizar este ejemplo de democracia directa para que podamos decidir qué tipo de universidad queremos y necesitamos, y que el debate cotidiano en las aulas también sea cómo resolver con nuestro conocimiento los grandes problemas sociales del país.
Contra la idea que quisieron instalar los grandes medios tras el triunfo electoral de Milei, diciendo que la juventud se había vuelto de derecha, estos meses demostraron que la salida es colectiva. Las elecciones confirman lo que ya demostraron miles en las calles, en cada asamblea y clase pública: que la enorme mayoría de los estudiantes son opositores al gobierno. Esa fuerza es la que te invitamos a seguir construyendo para coordinar con la comunidad educativa, el movimiento de mujeres y disidencias, jubilados, trabajadores y todos aquellos sectores que fueron atacados y quieran derrotar todo el plan de Milei, el FMI y sus colaboradores.