Silvia es oriuinda de La Plata y tiene una casa de descanso en Pinamar. Durante su último viaje a la localidad costera tuvo la idea de salir a pasear junto a su amiga por la zona de un campo de golf. Salieron cómodas y descalzas con el termo en la mano. Pero algo les empezó a llamar la atención. Las pelotas de una pareja que se encontraba jugando al lado de donde estaban ellas, les pasaban cada vez más cerca y eran disparadas con una frecuencia inusual para ese deporte.
Una pelota impactó cerca de su amiga y Silvia decidió acercarse a dialogar con la pareja, pero la mujer sacó su palo de golf y la golpeó en la cabeza. El palo se partió, la agresora tomó otro palo y volvió a golpearla. Mientras tanto el marido de la agresora se avalanzaba sobre la amiga de Silvia. Los golpes fueron acompañados de insultos racistas y clasistas: "ratas", "negras", "vayan a tomar mate al conurbano", "yo pago 50 mil dólares por estar acá y ustedes no pagan nada".
La pareja de agresores fue identificada como Celeste Lorena López, de 44 años y Mariano Girini, de 62, ambos de Pinamar. Girini es dueño de una importante Farmacia de Pinamar, llamada "Golf".
Vecinos y trabajadores, entre ellos docentes, organizaron para este lunes una mateada colectiva y una clase en repudio a la brutal agresión contra Silvia, en la puerta de la Farmacia de Girini.
Uno de los mensajes a la convocatoria viralizados en las redes sociales, escrito por una docente decía: "En Fragata Sarmiento 425 de Pinamar podemos encontrar la Farmacia Golf cuyos dueños, Mariano Girini y Celeste López, atacaron a una mujer con palos del deporte de elite que da nombre a su comercio y el barrio en el que está ubicado. Entre los insultos odiantes vociferados, incluyeron ’negras ratas’, ’vayan a tomar mate al Conurbano’, ’tienen Ostende o Valeria’, ’pago cincuenta mil dólares para estar acá’". Mi repudio absoluto y la propuesta docente de una mateada colectiva en la vereda de la farmacia con clase incluida a estas personas odiantes, que son tan pero tan pobres de capital simbólico local que ignoran, por ejemplo, que gracias a Ostende existe Pinamar y la presunta exclusividad que no los contempla, porque se convirtieron en delincuentes penalmente responsables de un ataque injustificado y deliberado que se tramita en la Justicia".
La respuesta espontánea de vecinos y trabajadores de Pinamar y Ostende organizando la mateada colectiva y clase en la vereda de la Farmacia, para repudiar la agresión clasista y racista de ’los chetos’ del golf de Pinamar, es más que pertinente para enfrentar los discursos de odio, promovidos para sostener el status quo de un sistema social profundamente desigual. Si bien ese tipo de discursos son estructurales en las sociedades capitalistas, en el período actual se encuentran promovidos con mayor discrecionalidad desde el Estado en algunos países, como la Argentina de Milei; a través de las redes sociales mediante los ejércitos pagos de trolls; y amplificados también por los medios de comunicación. |