De la voz de Citlalli Hernández, ex senadora y ahora titular de la Secretaría de la Mujer, nueva dependencia creada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, se presentó esta campaña a la que invitaron a sumarse a toda la sociedad. Pues dicen, solo colectivamente, se puede revisar y cambiar las formas de actuar actualmente enquistadas en la sociedad mexicana.
Le achacan la mayoría de los problemas a la discriminación que existe contra las mujeres, y sugieren una serie de acuerdos a todos los estados de la Federación, donde en 10 puntos proponen fiscalías especializadas, trato oportuno a víctimas de violencia, destinar recursos, etc.
Sumado a eso, comisionados de la ONU resaltaron el papel de México para tomar medidas contra la extendida violencia contra las mujeres en el país, lo que resulta extraño, pues, aunque ha habido un relativo deceso en los feminicidios, la realidad es que en 20 años la violencia ha aumentado 127%.
Cabe resaltar, que todo esfuerzo por combatir la violencia machista suma, pero difícilmente tendrá repercusiones palpables mientras no se ataquen los fenómenos estructurales que propician y perpetúan la condición en la que viven las mujeres en México, siendo la mayoría de las trabajadoras con peores salarios y condiciones, son la mayoría en el trabajo informal -sector mayoritario de la fuerza laboral mexicana- y la brecha salarial en México se estima es de entre el 15 y el 20%.
Sí, es necesario una transformación de la manera de relacionarnos entre pares, pero para ello hay que pelear por mejores condiciones de vida. Desde la igualdad salarial entre hombre y mujeres, permisos de maternidad 100% pagados, guarderías subsidiadas en los centros de trabajo, refugios eficientes para mujeres víctimas de violencia, transporte seguro y digno en todo el país, etc. |