Se trata de un grupo compuesto por Susanna Flock, artista, Adrian Schönhaar, diesñador, Leonard Müllner, Michael Stumpf y Robin Klengel. El nombre proviene de la película protagonizada por Arnold Schwartzenegger, Total Recall (conocida como Desafío Total en España y como El Vengador del Futuro en Hispanoamérica), que podríamos traducir como “recuerdo total”; el nombre de “Total Refusal” sería algo así como “negativa total” o “rechazo total”, en referencia a la negativa de los integrantes del colectivo a seguir el propósito de un videojuego.

Todo comenzó en 2018 cuando dos amigos, Robin Klengel y Leonard Müllner, se encontraban jugando el juego “Tom Clancy’s The Division”, el cual es un juego de disparos en tercera persona (es decir, el jugador controla a un personaje que se ve en la pantalla). El “rechazo total” del colectivo austriaco sería en seguir las reglas del videojuego, es decir, de dispararle a los enemigos, y concentrarse en los “personajes no jugables” (abreviados como NPC por sus siglas en inglés).

De este modo, el colectivo Total Refusal utiliza los aspectos de estos videojuegos para hacer cortometrajes e intervenciones, a veces usando la voz de un narrador que reflexiona en las acciones de los NPC. Según sus integrantes, buscan “usar los videojuegos como una fuente para hacer investigaciones interesantes y políticas”.

Según ellos mismos admiten, tuvieron inspiración en los artistas Eva y Franco Mattes, quienes entraban al juego Counterstrike en el modo multijugador y pedían a los partícipes que no les dispararan porque estaban haciendo una intervención artística. En sus palabras, “normalmente empezamos observando los juegos y encontrando algo interesante. Luego lo compartimos con los demás y lo debatimos. A partir de ahí, la mayoría de nuestras ideas empiezan a evolucionar”.

“Para que la Tierra viva, el capitalismo tiene que morir” es la leyenda al pie de su web. Un indicio de cómo el cuestionamiento a este sistema de explotación y opresión se filtra al mundo digital.

Sus cortometrajes ya han sido exhibidos en festivales como el Berlinale en 2020, el Festival Internacional de Documentales de Ámsterdam (IDFA) en 2018, y exhibiciones como la Exhibición Bienal de Venecia en 2021. Romper la barrera entre juego y cine, entre las posibilidades del jugador de seguir las “reglas” establecidas por el algoritmo programado en el videojuego y reelaborarlo en algo que “no interactúa” como lo es un cortometraje y una película, nos permiten reflexionar en la reapropiación de los medios con los que disponemos y la resignificación que se les puede dar. Toda una nueva palestra que apenas se vislumbra.