"Nómada" es el título del fotolibro publicado en octubre de 2024. Su autor, Ricardo Palmadessa, es docente de Arquitectura en FADU (UBA), miembro del colectivo de fotografía Enfoque Rojo y colaborador de La Izquierda Diario. Propone una experiencia inmersiva en un libro que atenta contra lo documental, para recrear un recorrido, una historia propia, mediante imágenes que no pretenden ser precisas, sino mostrar tanto una parte como imaginar el todo.
La idea es contar cómo se hizo el libro y por qué. Además aventurar unas primeras impresiones a modo de reseña, que inviten a buscarlo y hacer la propia experiencia con un libro que se aleja de lo documental y propone recrear un recorrido, una historia propia, desde las propias imágenes del libro, que no pretenden precisión periodística sino mostrar una parte para imaginar el todo.
Al final del libro, Ricardo cuenta que la primera etapa de este trabajo comenzó a tomar forma durante el Laboratorio de SUB Plataforma Educativa en 2018.
¿Por qué ahora publicar el libro y por qué Nómada?
Ricardo P.: Siempre me había resultado lejana la idea de hacer un libro, porque lo normal es no tener la plata para hacerlo, sobre todo siendo un proyecto personal, no comercial. Y tampoco se me había cruzado la idea de ir a una editorial a ofrecerlo.
¿Por qué ahora?, por un lado porque tuve la suerte de contar con unos ahorros y poder destinarlos a hacer esta publicación, lo cual en un sentido es un lujo al que muchos no podrían acceder, ya que una publicación independiente de tirada pequeña y de fotografía, es cara.
Por otra parte, conocí a Hernan Vitenberg a través de amigos en común, y en una feria de fotografía me lo encontré atendiendo el puesto de Bulbo Editorial, su editora de fotolibros. Nos pusimos a charlar, vi los trabajos que hacía, hermosos libros artesanales, y creo que ahí empezó a tomar cuerpo la idea de hacer el libro.
Y con respecto al título, fui escribiendo una lista de palabras que se me iban ocurriendo, relacionadas con la temática de las fotos. De todas las que escribí, la que más nos gustaba era “Errante”, que tiene que ver con una especie de viaje que no se sabe a dónde te lleva. Pero hacía poco la fotógrafa Adriana Lestido había estrenado una película con el mismo nombre, entonces tuvimos que cambiarlo. Ahí surgió nómada o nómade, se puede usar de las dos maneras. Se le ocurrió a Hernán, y al final quedó “Nómada”. Creo que expresa esa idea de andar boyando, de ir de un lugar para otro.
El libro resulta ser una suerte de “provocación” que atenta contra un sentido común al ver un libro de fotografías, que podría llamarse expectativa documental, algo así como la ansiedad por saber o conocer algunos datos sencillos, lugar y fecha en que se tomó cada una de las fotografías por ejemplo, o qué evento se fotografió en ese preciso momento. No hay nada de eso y puedo asegurar que no es un error, y ahí va la idea de “provocación” (en el mejor sentido).
Se podría decir que el libro es una obra abierta, en la que uno puede ir dándole un sentido propio a cada imagen, completando la información que no da, y al recorrido.
Por supuesto que el orden en que se ve es de izquierda a derecha, pero incluso hasta eso uno podría trastocar si quisiera.
¿Por qué elegiste esta forma de contar una historia que parece abierta?
Ricardo P.: Al comienzo del proyecto, no había una idea previa, clara sobre lo que quería contar o cómo lo quería contar. Por un lado porque hay fotos que son de momentos y lugares muy diferentes. La idea fue intentar armar un relato a partir de las fotos que tenía, no salí a hacer fotos para el libro. Un relato entre muchos posibles. Y siempre pensé que era más interesante que quien viera el libro armara su propio viaje.
Nosotros solemos trabajar la fotografía más como documento, sobre todo en un sentido periodístico y político, por el trabajo en La Izquierda Diario e incluso por el trabajo en el archivo de imágenes que tenemos de Contraimagen. Entonces quizás sea poco frecuente hablar de fotografía de ficción, aunque tampoco el libro es una fotonovela. Hace tiempo que quería hacer algo no documental. La idea fue utilizar la fotografía como un instrumento para contar una historia, y en este caso, tal vez no la estoy contando yo, sino que cada uno se puede imaginar la suya.
Las imágenes muestran parcialmente el todo, y la parte que se muestra es aquella que dispara la necesidad de buscar una referencia, un dato, un tiempo. Es por esto que las imágenes que contiene el libro pueden ser de muchas ciudades, pueden corresponder a diversos momentos de la historia contemporánea, o simplemente pueden seducirnos a que seamos nosotros mismos quienes le demos ese marco, y así poder construir nuestra propia historia.