A pesar de encontrarse a 8.000 kilómetros de París, las islas que componen el archipiélago de Mayotte son un dominio colonial del imperialismo francés.
Al norte de Madagascar, en el oceano índico, Mayotte cuenta con 320.000 habitantes y es el "departamento de ultramar" más pobre de Francia, con 100.000 viviendas precarias, suseptibles de ser destruidas por cualquier evento extremo.
La mayoría de esas viviendas fueron destrozadas el sábado por el paso del ciclón Chido que llegó a tener vbientos de 220 kilómetros a la hora, dejando cientos de muertos y miles de heridos.
"Una carnicería", "se siente como después de la Segunda Guerra Mundial", así informaban los residentes lo que habían sentido durante el paso del ciclón que devastó la isla.
El domingo por la mañana, las imágenes de Mayotte mostraban un paisaje de desolación. El Gobierno aún no se ha atrevido a hacer un balance de las víctimas y el prefecto ya habla de "varios cientos o incluso miles de muertes". El ciclón también azotó, aunque con menor gravedad, otras islas de las Comoras y Mozambique, cerca de Mayotte.
En plena temporada de ciclones, que azota la región del Océano Índico cada año entre noviembre y abril, el ciclón Chido obtiene su fuerza "de un entorno oceánico excepcional desde hace varios años y especialmente este año, con temperaturas en la superficie del agua cercanas a los 30 grados y muy aguas profundas y cálidas", según informa a la AFP el meteorólogo François Gouraud. Las temperaturas del agua debidas al cambio climático, crean "una gran reserva de energía disponible para los ciclones", y explican la magnitud de Chido, el ciclón más violento en 90 años.
Si el cambio climático aumentó la potencia del ciclón, eso por sí solo no es suficiente para explicar el alcance de la devastación de Chido. "Tenemos este peligro que se suma a las crisis ya existentes", explica el meteorólogo Gaël Musquet al medio BFM.
El 80% de los habitantes del territorio vive por debajo del umbral de pobreza, al menos un tercio lo hace en casas improvisadas y en barrios marginales que fueron completamente arrasados por el ciclón, lo que sugiere un número altísimo de víctimas bajo los escombros.
Mientras el 30% de la población no tiene acceso a agua corriente y el territorio está saliendo de una epidemia de cólera, las consecuencias sanitarias del paso del ciclón parecen terribles. Lejos de ser inevitables o causadas por la inmigración desde otras islas de las Comoras, como afirman el gobierno francés y las élites locales, estas condiciones extremadamente precarias son el resultado de la política represiva y colonial del Estado francés hacia Mayotte.
De hecho, el territorio fue arrancado del archipiélago para garantizar los intereses del Estado francés en la zona, sin tener en cuenta a las poblaciones. Al mismo tiempo, la pobreza del resto del archipiélago, alimentada por la política francoafricana, ha incentivado los flujos migratorios que siempre han existido entre Mayotte y Anjouan, y frente a los cuales el Estado ha restringido constantemente el acceso a los permisos de residencia y nacionalidad francesa para los extranjeros en Mayotte. Los derechos sociales están restringidos allí, mientras que el costo de la vida es entre un 10 y un 30% más caro que en Francia continental, lo que demuestra la voluntad de Francia de mantener a la población en una situación de pobreza e inseguridad económica y social.
Las brutales operaciones policiales y militares de búsqueda de inmigrantes indocumentados y destrucción de asentamientos informales contribuyeron sin duda a aumentar el número de víctimas del ciclón al profundizar la precariedad de los habitantes de los barrios marginales, debilitando su capacidad para encontrar refugio. La continua persecusión y el miedo a ser detenidos, o confinados en centros para migrantes para luego ser deportados también impiden a una parte importante de la población refugiarse en los pocos lugares abiertos por las autoridades.
En esta situación el gobierno de Macron activó el régimen jurídico de emergencia y de excepción otorgando amplios poderes al prefecto de Mayotte y anuncia el despliegue de nuevas fuerzas represivas en la isla.
Está claro que no son las políticas represivas que condujeron a la catástrofe las que podrán ayudar a las víctimas. Lo que se debe enviar urgentemente es socorro, personal sanitario y medios para reconstruir la isla y su infraestructura, no el ejército o la policía que ya han causado tanto daño.
Como señalan desde Révolution Permanente, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario en Francia: "El desafío de construir viviendas capaces de hacer frente a los ciclones comunes en la zona y que se intensificarán en el futuro es central. Estos no deberían reservarse para una minoría. Sin embargo, sin control de la población afectada sobre el desarrollo urbano, la construcción de este último sólo sería un pretexto para acentuar la guetización y la represión de los pobres y de los inmigrantes indocumentados, por lo que se debe desarrollar un plan de construcción de viviendas que cumplan con los estándares paraciclónicos bajo el control de las víctimas de las catástrofes y financiado mediante un impuesto excepcional aplicado a las grandes fortunas francesas".
"La devastación de Mayotte es testimonio del carácter profundamente imperialista de la crisis ecológica, de la que los pueblos de los países dominados son las principales víctimas. El terreno de extrema vulnerabilidad encontrado por el ciclón fue construido por décadas de dominio colonial francés en la isla. De hecho, Francia fue la artífice de la pobreza endémica, el desempleo masivo y la ausencia de perspectivas sociales en la isla, monopolizándola según sus necesidades geoestratégicas y arrancándola de las Comoras. Un control que hoy es urgente cuestionar exigiendo la regularización de todos los inmigrantes indocumentados y el fin de sus operaciones coloniales y de rastreo, así como la apertura de las fronteras, el fin del régimen jurídico colonial de excepción y el mantenimiento perpetuo de las clases trabajadoras en la precariedad así como la retirada de tropas militares y policiales de la isla". |