Aunque parece que se están produciendo avances en las nuevas conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza, el genocidio en la Franja no está a punto de terminar.
Durante la última semana, el ejército israelí ha intensificado sus ataques en Gaza, con ataques aéreos de Israel contra Yabalia, Jan Yunes y Rafah, así como contra el campamento de Nouseirat. El último domingo por la noche, nuevas escenas atroces circularon por las redes sociales tras el bombardeo de la escuela Ahmed bin Abdul Aziz, una escuela gestionada por la UNRWA y destinada a un centro de refugiados, en el sur de Jan Yunes, en el que murieron al menos 20 personas, según la agencia de prensa Wafa. El día anterior, un bombardeo dirigido contra la escuela Khalil Oweida de Beit Hanoun mató a 43 personas, según lo informado por el Ministerio de Sanidad de Hamás.
En un momento en que la situación humanitaria en la Franja es dramática, los intentos de llegar a un acuerdo han abierto la posibilidad de un alto el fuego, aunque las conversaciones parecen estar muy inclinadas a favor de Israel. Esto es tanto más probable cuanto que las negociaciones han pasado a manos de la futura administración Trump y de su enviado para Oriente Próximo, Steven Witkoff, un radicalizado partidario de Netanyahu. Este último llegó este martes a Doha (Qatar), donde espera concluir un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, tras reuniones previas con Benjamín Netanyahu y el primer ministro qatarí el pasado noviembre.
Por el momento, no se ha firmado ningún acuerdo, y sigue siendo muy incierto si se firmará. Sin embargo, la participación de Qatar, después de que el Estado del Golfo suspendiera su papel de mediador en los últimos meses, supone un primer éxito para la administración Trump. Cualquier posible acuerdo implicaría probablemente importantes concesiones por parte de Hamás. En un momento en el que las Fuerzas de Defensa Israelíes (Fuerzas Armadas del Estado de Israel) ha comenzado su operación de "inanición y exterminio" en el norte de la Franja para dividir el territorio gazatí. Hamás probablemente tendría que aceptar como mínimo que Israel controle un tercio del norte de Gaza a cambio de un "alto el fuego". Además, la última propuesta de alto el fuego no incluye un plan claro para la transición a un gobierno dirigido por palestinos en Gaza.
Las recientes declaraciones del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, confirman la dirección estratégica que está tomando Israel. El martes, Katz anunció que el ejército israelí planeaba mantener un control indefinido sobre Gaza, incluso después de la "derrota" de Hamás. En un mensaje publicado en X, el ministro afirmó que su gobierno mantendría un control de seguridad total sobre la región, como hace en Cisjordania. Según el diario israelí Ynet (uno de los tres principales sitios web de noticias en Israel. N. de T.), el ejército israelí pretende mantener su presencia en las zonas que ocupa actualmente para impedir el regreso de los palestinos desplazados en el norte de Gaza.
El mismo martes, Hamás declaró que las negociaciones sobre el alto el fuego habían sido lo suficientemente productivas como para permitir alcanzar un acuerdo, siempre que Israel no impusiera nuevas condiciones. "A la luz de las serias y positivas conversaciones mantenidas ayer en Doha, bajo los auspicios de los mediadores qataríes y egipcios, es posible un acuerdo sobre el alto el fuego y el intercambio de prisioneros si la ocupación deja de añadir nuevas condiciones", declaró el grupo en un comunicado. Según la agencia Stratfor, Hamás ha cedido a dos de las principales exigencias israelíes en las negociaciones de alto el fuego y habría aceptado que el ejército israelí permanezca temporalmente en Gaza. Una retirada que podría ratificar una ocupación israelí a largo plazo. Hamás también facilitó una lista de una treintena de rehenes que liberaría en virtud del alto el fuego.
Sin embargo, la propuesta que se negocia actualmente no implicaría un alto el fuego permanente, sino una pausa de 60 días en las hostilidades. Las diferencias de opinión se refieren al número de rehenes israelíes que deben incluirse en el acuerdo, el número de prisioneros palestinos que deben ser liberados y la cuestión de si el ejército israelí debe permanecer en la Franja de Gaza. Las concesiones hechas por Hamás reflejan el debilitamiento del grupo, pero también del "Eje de la Resistencia" pocas semanas después de la "tregua" firmada por Hezbolá. Sin embargo, incluso si se llegara a un acuerdo de alto el fuego, éste sería muy precario, como el primer "alto el fuego" alcanzado en Gaza. El ejemplo libanés, y las repetidas violaciones del acuerdo por parte de Israel, es una señal de lo que está por venir para la Franja.
La implicación de Trump y su apoyo abierto a la continuación de la actividad de asentamientos en Cisjordania presagian de hecho una continuación de las masacres bajo el patrocinio imperialista. A pesar de los avances en las negociaciones, los detalles de su aplicación, así como el futuro de la Franja de Gaza y de los cientos de miles de desplazados, siguen sin estar para nada claros.
