En diciembre de 1974, la capital danesa fue testigo de la acción del grupo de teatro experimental Solvognen, que con un Ejército de Papás Noel se dispuso a subvertir la Navidad y exponer las contradicciones del consumismo y la desigualdad social.
En diciembre de 1974, la capital danesa, Copenhague, fue testigo de una inusual manifestación que mezcló arte, activismo y una crítica feroz al sistema capitalista. Organizada por el grupo de teatro experimental Solvognen, la acción consistió en una serie de intervenciones públicas encabezadas por un "Ejército de Papás Noel". Este grupo, compuesto por cien personas disfrazadas con el característico traje rojo y blanco, buscaba subvertir las convenciones navideñas para exponer las contradicciones del consumismo y la desigualdad social.
Una Navidad diferente
El 18 de diciembre de 1974, los Papás Noel de Solvognen tomaron las calles de Copenhague con una misión clara: "devolver a la Navidad un significado de solidaridad y justicia social". Repartieron dulces y libros con mensajes anticapitalistas en hospitales, escuelas y espacios públicos, generando sorpresa y simpatía entre los transeúntes. Sin embargo, su acción culminante fue mucho más disruptiva: ingresaron a una tienda departamental y comenzaron a distribuir los productos directamente a los clientes, un acto que desató la intervención policial.
A pesar del carácter pacífico y creativo de las acciones, las autoridades danesas respondieron con represión a una acción que cuestionaba el caracter consumista de la Navidad y la desigualdad en la sociedad capitalista. Varios integrantes del grupo fueron arrestados, y las imágenes de policías deteniendo a Papás Noel rápidamente recorrieron las primeras planas de los diarios, y se amplificaron en la radio y la televisión. Este episodio reveló las tensiones sociales y económicas de una época marcada por la crisis y el desempleo, y puso en cuestionamiento el papel de las tradiciones en el contexto de un sistema profundamente desigual.
Impacto cultural y legado
La protesta de Solvognen no se limitó a su repercusión inmediata. Su mensaje, que cuestionaba el consumismo desenfrenado y defendía los derechos de los trabajadores y los sectores más vulnerables, resonó más allá de Dinamarca, convirtiéndose en un ejemplo de cómo el arte puede ser una herramienta poderosa para el cambio social. Además, el grupo continuó con sus intervenciones en años posteriores, consolidando su influencia en el ámbito del teatro político y el activismo.
El Ejército de Papás Noel es recordado como un acto innovador que, a través de la creatividad, logró visibilizar problemas estructurales de la sociedad capitalista. En un mundo donde las desigualdades siguen siendo una constante, su ejemplo nos invita a reflexionar sobre las posibilidades del arte como elemento disruptivo que cuestiona la desigualdad social.
