Ayer miércoles en una decisión escandalosa la Sala 2 de la Cámara de Apelaciones de Quilmes compuesta por los jueces Falcón, Rousseau y Patanella ordenó que los cuatro policías que habían recibido penas de prisión efectiva, en cárcel común, este lunes por la Masacre de la Comisaría Primera de Quilmes pasaran a un régimen de detención domiciliaria con monitorio electrónico. Se trata del ex comisario Soria y los ex policías Fernando Carlos Pedreira, Hugo D´Elía y Juan Carlos Guzmán.
Los jueces tomaron la decisión haciendo lugar a un recurso de hábeas corpus interpuesto por la defensa de los uniformados. Resulta perverso que el mismo recurso legal por el que se pedía por los compañeros detenido-desaparecidos sea utilizado para mantener los privilegios de los policías torturadores que permanecieron en libertad hasta el lunes pasado.
Los familiares, indignados por esta situación, pidieron una audiencia con la cámara para el próximo jueves. Isabel Figueroa, mamá de Manuel, sostuvo al respecto: “Siento vergüenza de esta justicia. Que los jueces se hagan responsables de lo que nos pueda pasar a los familiares y a los testigos”. |