A pocos días de Navidad y fin de año, los dueños de la cafeteria “Bonder”, Gustavo Rascovski y su hermano Guillermo Rascovski, cerraron sin previo aviso las puertas del bar y dejaron en la calle a un grupo de trabajadoras y trabajadores que son sostenes de sus familias adeudando salarios y aguinaldo.
La mayoría de los trabajadores estaban empleados sin ningún tipo de derecho laboral, con contratos precarios y sin aportes. Tal es el caso de Cristina, con más de 45 años en el lugar que nos comentaba: “Trabajo aquí desde los 16 años ya voy a cumplir 60 y solo me faltaban 8 meses para jubilarme. Hoy nos dejan sin un peso y sin aguinaldo”.
Hasta la fecha, los trabajadores de la cafeteria “Bonder” recurrieron a la Secretaria de Trabajo y se contactaron con el sindicato (SEOC) que hasta el momento no les dió ninguna respuesta. Reclaman la indemnización correspondiente con el reconocimiento salarial de las categorías del convenio gastronómico y la reincorporación a sus puestos de trabajo.
En Tucumán la industria gastronómica es uno de los sectores donde la informalidad, la precariedad y la explotación laboral son moneda corriente. La necesidad de trabajo es aprovechada por estos pequeños empresarios (“emprendedores”) que hacen y deshacen a su antojo, con la complicidad del gobierno provincial peronista, la Secretaria de Trabajo y de los sindicatos.
Como ya lo vimos durante todo este año del Gobierno de Javier Milei donde la crisis social se profundiza con mayores recortes, despidos y frente al quiebre de empresas, los sindicatos han cumplido un rol cómplice y conciliador dejando pasar los despidos, las suspensiones y pactando las rebajas salariales con las patronales y los gobiernos provinciales como el del peronista Osvaldo Jaldo. En este contexto queda a la vista de todos como diariamente cientos de familias son arrojadas a la miseria, perdiendo sus fuentes de trabajo y único ingreso.
Sectores de la Juventud Precarizada organizados en “La Red Tucumán” que viene peleando hace varios años para que las y los trabajadores gastronómicos sean blanqueados, con derechos laborales y sindicales se acercaron para solidaridarizarse con el reclamo. Es necesario empezar a organizarnos desde abajo para evitar que se sigan pisoteando las condiciones de vida de la clase trabajadora.
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