Un agravamiento de la crisis económica y social es lo que se vive en el segundo cordón industrial más importante del país. Puertos que exportan millones de toneladas de alimentos, dos de las tres empresas siderúrgicas más importantes del país, centenares de talleres y PyMES, grandes supermercados y miles de comercios son las características de las dos ciudades limítrofes entre Buenos Aires y Santa Fe que se ubican a la vera del río Paraná.
Pero nuevamente son noticia por estar entre los niveles de desocupación y pobreza más altos del país, superando ampliamente la media nacional.
Según lo publicado por el diario local La Ciudad:
"El informe Mercado de Trabajo del tercer trimestre de 2024, elaborado por el Indec, reveló un aumento en la tasa de desempleo en el aglomerado Villa Constitución - San Nicolás, que alcanzó el 7,2% de la población económicamente activa. Esto representa a 6.000 personas desempleadas, 1.000 más que en el trimestre anterior, cuando la tasa fue del 6,5%. En comparación interanual, la desocupación también subió respecto al 6,4% registrado en 2023. Además, se reportó una tasa de subocupación del 5,4%, equivalente a 5.000 personas, y 10.000 ocupados que demandan un empleo adicional o mejor".
Si desentrañamos estos datos, la cifra pasa de alarmante a desesperante entre los jóvenes y adultos con oficio que fueron arrojados a la calle por las grandes industrias.
Esto contradice los anuncios del gobierno nacional y de los gobernadores e intendentes de las respectivas provincias y ciudades. La crisis está siendo descargada sobre el pueblo trabajador.
Sin obra pública, sin consumo y con un feroz plan de ajuste de las patronales —que consta de suspensiones, despidos, rebaja salarial y mayor precarización— las consecuencias van a profundizarse.
Todos los empresarios, grandes o medianos, están recibiendo grandes beneficios impositivos y laborales por parte del gobierno de Milei, pero también de Kicillof y Pullaro. Sin embargo, eso solo se traduce en un aumento de sus ganancias, y no se refleja en la creación de empleo ni en mejorar la vida de los habitantes de estas ciudades.
Es necesario que las organizaciones obreras, políticas, sociales y sindicales tomen seriamente esta situación y se pongan a la cabeza de un plan para revertirla. La pandemia trajo otra pandemia: trabajadores pobres, mendigos de estas multinacionales. Graves crisis personales, depresión, enfermedades de todo tipo relacionadas con el estrés y la incertidumbre.
Hay que recuperar la dignidad de la pelea por una vida que merezca ser vivida.
El PTS en el Frente de Izquierda de Villa Constitución y San Nicolás llama a los trabajadores, estudiantes, jubilados y al pueblo pobre a organizarse y enfrentar este furioso plan de ajuste. ¡Contáctate con nosotros, acércate a nuestras casas culturales!
Hay una salida y está en la lucha y en la organización para dar vuelta todo. | 
