Actualmente las funciones clave de los Centros de Salud en Bariloche incluyen los controles periódicos a las embarazadas, a quienes soliciten un test de embarazo, a pacientes con diabetes y otras enfermedades crónicas.
Sin embargo, a partir de la segunda semana de diciembre, en redes y mensajes a pacientes se informó a la comunidad sobre la falta de insumos. Esta situación agravada por la falta de trabajadores obligó a la suspensión de los turnos para controles previstos para todo el mes reduciendo la atención únicamente a urgencias y en forma limitada por la falta de medicamentos.
La crisis del sistema de salud de toda la provincia no es nueva pero se profundizó este año. El gobernador Weretilneck, lejos de resolver las falencias denunciadas por sus trabajadores y usuarios sólo respondió con salarios más bajos y persecución y sumarios a las y los trabajadores que luchan.
El plan de conjunto de Milei y Weretilneck es cada vez más evidente. El vaciamiento al sistema de salud busca que la población se vea obligada a acceder a los servicios de la salud privada mientras las obras sociales reducen su cobertura (siendo el IPROSS el caso más extremo).
Los ataques al derecho al acceso a la salud también involucran a la Universidad. Recientemente se conoció de cara al 2025 la reducción en el cupo de ingresantes a la carrera de medicina de la UNRN. Para el próximo año se proyecta una matrícula de sólo 15 estudiantes en comparación con los más de 45 que ingresaron el año pasado. A esto se suma la reducción de recursadas de materias y salarios de miseria que están percibiendo los docentes de todo el país.
Es indispensable exigir a los sindicatos como ATE y UPCN o las centrales como la CGT y las CTA un plan de lucha y un paro provincial para enfrentar estos ataques como lo hicieron los trabajadores del Hospital Bonaparte que con organización y unidad con otros sectores lograron evitar el cierre. |