Desde Seúl, DongMin Yang de la organización March to Socialism cuenta las últimas novedades de la crisis política en Corea del Sur, desde el intento de autogolpe del presidente Yoon Suk-yeol, su posterior destitución y la orden de detención que hasta ahora no se hizo efectiva y que generó manifestaciones y una sentada en la puerta de la residencia presidencial de parte de la confederación sindical, activistas y organizaciones sociales y políticas.
Hola, soy Min de March to Socialism. Ha pasado un mes desde que el presidente Yoon Suk-yeol
anunció la ley marcial e intentó un golpe de estado.
Yoon fue destituido como presidente tras votarse una moción de destitución en la Asamblea Nacional el 14 de diciembre, y el primer ministro Han Deok-soo se convirtió en presidente en funciones.
Sin embargo, Han Deok-Soo se negó a nombrar un juez del Tribunal Constitucional, y también rechazó la ley de enjuiciamiento especial contra la primera dama Kim Keon-hee, y contra el golpe de estado.
Como resultado, Han Deok-soo también fue destituido el 27 de diciembre. El nuevo Presidente en funciones, Choi Sang-mok, nombró a dos nuevos jueces constitucionales, haciendo más probable que Yoon pueda ser destituido a través del Tribunal Constitucional.
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para destituir a Yoon y derrocar a las fuerzas de extrema derecha.
A principios de año, Yoon se negó a obedecer la orden de detención y emitió un mensaje de Año Nuevo prometiendo "luchar hasta el final", es decir que no se detendría en el intento de golpe
sino que incluso desataría una guerra civil contra la clase obrera y el pueblo surcoreano,
movilizando a las fuerzas de extrema derecha.
El 3 de enero la Agencia de Investigación Criminal de Altos Funcionarios, intentó arrestar a Yoon Suk-yeol, pero se encontraron con la resistencia de la guardia presidencial, y dieron marcha atrás tras sólo cinco horas.
El aparato del Estado trabaja muy rápido y fuerte cuando se trata de reprimir a los trabajadores,
pero no cuando se trata de detener al presidente.
Mientras tanto, la Confederación Coreana de Sindicatos [KCTU] inició una sentada de protesta frente a la residencia presidencial del 3 al 4 de enero, diciendo que iban a "arrestar al presidente" y continúa hasta hoy, 5 de enero. La protesta ha recibido un amplio apoyo popular, especialmente de mujeres jóvenes y personas queer, que están haciendo oír su voz y se solidarizan activamente con las luchas de agricultores, trabajadores y otros sectores.
La KCTU organizó una radio abierta toda la noche del 3 al 4 de enero, y más de 100 personas hablaron en el escenario durante toda la noche. Alrededor de 80 de los 100 oradores
se identificaron como queer, o feminista queer, o no binario, o transgénero.
El sábado por la noche participó aún más gente, pasamos nuestra segunda noche aquí, y ahora, hay otra manifestación programada para las 2 de la tarde.
A pesar de que ha estado nevando fuertemente desde la mañana, los participantes se mantienen firmes aquí.
Esto es muy alentador. pero la situación es muy dinámica, con gran potencial y peligro.
Los reaccionarios de extrema derecha se están preparando para luchar con una intensidad cercana a la de una guerra civil.
La extrema derecha también se está reuniendo frente a la residencia presidencial. Al otro lado de la valla policial, hay un grupo muy grande de la extrema derecha, y está celebrando una manifestación contra la destitución de Yoon.
Están atacando a la KCTU, y gritando consignas de odio y amenazando a las minorías.
La fuerza más importante para derrotar a esta extrema derecha es una huelga general de los trabajadores organizados. La lucha de la KCTU no debe limitarse a las calles.
Sólo paralizando los centros de trabajo a través de una huelga general, podremos derrotar verdaderamente a la extrema derecha, arrestar al presidente, y desmantelar el Partido del Poder Popular, que es un partido de extrema derecha.
Desde March to Socialism luchamos por organizar una huelga general en todos los lugares de trabajo. Frente a la determinación de los sectores populares, incluyendo a las jóvenes feministas queer, los trabajadores organizados aún no están totalmente preparados para la situación.
La posibilidad o no de organizar una verdadera huelga general será la variable más importante
que cambiará el panorama de la lucha de clases en Corea del Sur en el proximo período.
Gracias. (¡Lucha!) | 
