Después de las PASO, Córdoba se transformó en un coto de caza de votos para los tres principales candidatos a presidente. El caudal que obtuvo De la Sota el 9 de agosto puede determinar que haya o no ballotage en una campaña muy ajustada.
Aprovechando que Massa finalmente se decidió por cerrar la campaña en Tigre, Mauricio Macri realizó su acto en el estadio Orfeo Superdomo de la capital mediterránea. Su ministro de Gobierno en Capital Federal, Emilio Monzó, había augurado por la tarde que los votos a De la Sota irán directo a Macri este domingo.
Además de sus aliados en Cambiemos, Ernesto Sanz y Elisa Carrió, estuvieron presentes María Eugenia Vidal y Gabriela Michetti. El radicalismo local envió a Oscar Aguad, Mario Negri y el intendente capitalino Ramón Mestre. La UCR cordobesa sufrió la semana pasada una fuga de 12 intendentes del interior, quienes dieron su apoyo a Daniel Scioli. También estuvo presente Luis Juez, que renunció a su candidatura como senador de Cambiemos para asumir en el Concejo Deliberante de Córdoba.
Federalismo y globos de colores
Como es habitual en los actos del PRO, Macri se dirigió a los 10 mil asistentes desde un escenario modificado para quedar en el centro del público. Inició su discurso planteando: “No estamos en contra de nadie, estamos a favor de nuestro futuro, se puede construir una argentina distinta”. Varias veces hizo hincapié en la unión de los argentinos y prometió que si llega a la Casa Rosada “no habrá más enfrentamientos”.
Macri aseguró que eligió Córdoba porque “es un lugar donde vienen muchos a trabajar y se los recibe con los brazos abiertos”, y lanzó una frase con la que pretendió ganarse la simpatía de los anfitriones: “Quiero pedirles a los cordobeses que nos ayuden a que juntos hagamos un gran Cordobazo del crecimiento”. Además prometió que, si gobierna, impulsará las economías regionales y trabajará desde el primer día con los gobernadores e intendentes “para esa Argentina federal que nos merecemos”.
Al igual que los demás candidatos de los partidos patronales, llamó a los indecisos a acompañarlo con su voto: “Estamos a horas de cambiar la historia. Hay argentinos que siguen dudando. Estamos acá para pedirles con humildad y responsabilidad que nos acompañen”.
En lugar de plantear propuestas concretas, el candidato del PRO nombró “lo que no estoy dispuesto a hacer” y apuntó contra Cristina Fernández por la cantidad de cadenas nacionales y el falseamiento de los datos de la inflación y la pobreza. Agregó que “no voy a ver al mundo como un enemigo”, pero dijo que “no vamos a sacarle la ayuda social a quienes la necesitan”.
Macri cerró el breve acto bailando al ritmo de una cumbia de Gilda, entre globos de colores. | 
